Que una orquesta sinfónica cumpla 95 años de existencia despierta admiración en varios sentidos; aunque ya el hecho de llegar a esa edad resulta suficiente. Quizás su director fundador, el maestro Agustín Jiménez Crespo, jamás pensó que después de levantar la batuta aquel 15 de agosto de 1926 para dirigir el debut del flamante colectivo musical, su legado se extendería tan lejos en el tiempo.
Momentos de esplendor y vicisitudes han curtido a la otrora Orquesta Sinfónica de Villa Clara (OSVC) antes de Las Villas, que cada año se nutre de talentos jóvenes. Esa constante pelea contra los demonios y obstáculos le ha permitido erguirse y mantenerse activa, a pesar de las idas y venidas de integrantes, ausencia durante años de un local adecuado para ensayar, carencias materiales y demoras en la entrega de las evaluaciones técnicas de los músicos o de la misma orquesta, entre otros contratiempos.
Ahora, en el actual panorama de la pandemia arriba a un nuevo aniversario con varias iniciativas, muchas pospuestas para hacerlas realidad cuando las condiciones higiénico-epidemiológica lo permitan. No obstante, la celebración se realizará con voluntad y ganas de hacer, de acuerdo a las circunstancias.
Según la maestra Irina Toledo Rocha, directora de la OSVC, se han ido llevando a cabo algunas ideas para no pasar por alto tan significativo acontecimiento, como la difusión por los medios de comunicación a través de cápsulas de audiovisuales, spots televisivos y radiales, y publicaciones en redes sociales. Además, se emitió un programa radial especial sobre las memorias de la OSVC, a cargo de la periodista Leonor Esther Martínez, de la CMHW, con entrevistas a diferentes músicos de la orquesta, en activo y jubilados, especialistas, y directivos de Cultura.
«Tenemos proyectado realizar más adelante un panel con varios invitados villaclareños y de otras provincias. Pensamos en los maestros Eduardo López Marín, Enrique Pérez Mesa, Alfredo Muñoz, y algunas de las personas que han atendido el programa sinfónico desde el Centro Nacional de Música de Concierto del ICM, para que nos hablen y ofrezcan sus testimonios de lo que ha sido el trabajo con las orquestas sinfónicas, específicamente la de Villa Clara.
«También, se ha hecho un trabajo exhaustivo en el archivo de la agrupación durante la pandemia, gracias a la estudiante Gemay Castillo, de la carrera de Musicología del Instituto Superior de Arte (ISA), quien ha hecho una labor minuciosa. Ella volvió a revisar, catalogar, registrar y reordenar todo ese patrimonio musical que en estos momentos radica en la Sala de Fondos Raros de la Biblioteca Provincial Martí », explica Irina.
De acuerdo con la maestra, en estos momentos la OSVC se encuentra bastante actualizada en cuanto a su plantilla. Por otra parte, desde el punto de vista material la institución presenta déficit de contrabajos y otros instrumentos, así como de accesorios de vital importancia para el desempeño de los músicos.
Por otra parte, se espera reiniciar las labores constructivas en la sala de concierto «Agustín Jiménez Crespo » ubicada en el antiguo cine Cubanacán y sede de la sinfónica; y también se pretende, a través del Instituto Cubano de la Música y autoridades de Villa Clara, restituir a la agrupación el nombre original de Orquesta Sinfónica de Las Villas.
«Cuando las condiciones lo permitan, queremos rendir homenaje y reconocer a varias personalidades distinguidas de la orquesta ya jubilados y, en algún momento del año, realizar el concierto homenaje por el aniversario 95, que no puede faltar », concluyó.