Mucho antes de abarrotar escenarios y de hacer giras por Cuba y el mundo, David Blanco Ponsoda recibía enormes regaños de su profesora de piano porque, mientras ella se desgastaba en lecciones de cómo ejecutar grandes obras del Renacimiento Italiano o sinfonías del Barroco, o valses románticos, él prefería extasiarse por horas en busca de traspasar a su teclado los acordes de Hey Jude de The Beatles, o la Bohemian Rhapsody de Queen.
«Al final aprendí que el piano clásico es la base musical de quien se entregue de lleno al mundo del pentagrama. Terminé por tocar también la trompeta y el violín. Sin embargo, el piano es un instrumento muy íntimo, con el cual me siento tremendamente identificado ». Quienes lo vimos ejecutarlo en los tablones del teatro de la Universidad Central de Las Villas (ULCV) la semana anterior, supimos, entonces, que el David más acústico impresiona igual por su timbre rockero, y por esa cubanía que siempre impregna en sus canciones aun sin su grupo acompañándolo. «Este es el David que suele estar solo en casa componiendo », asegura el músico de 35 años.
«Para mí lo importante es comprender la música en toda su extensión », confiesa en exclusiva a Vanguardia, desde los camerinos del teatro de la UCLV, adonde regresó esta vez sin su banda, pero seguido de grandes amigos como la intérprete Rochy y el profesor Julio César Pagés, miembros todos de la red íšnete, que auspicia Naciones Unidas para el desarrollo de campañas por el bien social en todo el mundo en un recorrido por varios puntos de la Isla en pos de fomentar la no violencia contra mujeres y niñas, y que muestra la faceta más altruista del autor de canciones como La evolución y Miénteme.
¿Significa que David Banco es también un activista social?
Sí, por supuesto. Seamos lo que seamos, si ponemos nuestro pedacito, podemos arreglar parte de este mundo tan convulso. ¿Por qué no contribuir a temas sensibles que necesitan tener un freno en nuestra sociedad? Creo, además, que la música logra muchas más cosas que lo que pueda decir un funcionario en televisión.
David Blanco se considera un activista social: «Si me llaman también para hacer una campaña por el cuidado de los animales, lo haré, lo mismo si es a favor de la paz mundial. Todo por contribuir a un mundo mejor », confiesa. (Fotos: Yariel Valdés González)
¿Si tuvieres que dejar un mensaje concreto a favor de la no violencia hacia mujeres y niñas?
En sentido general, que no seamos violentos. Que sepan que es un problema hoy día que necesitamos darle freno, aunque sea de manera contraria: hombres que son violentados por mujeres. Queremos lograr que los cubanos se sensibilicen mucho más con esta lucha.
¿Con las mujeres que te rodean en tu vida eres exactamente como lo define tu campaña: un hombre que nunca las maltrataría?
A mí esto me ha ayudado mucho a ser más ecuánime, más tranquilo, hay que aprender en la vida qué es la paciencia. Yo, por supuesto, respeto mucho a las mujeres que me rodean, desde mi pareja hasta mi madre, mis tías... en fin, la mujer es un ser que a todos nos gusta, imagínate tú.
¿Por qué recurres al público universitario tantas veces?
Porque es un público inteligente, que capta bien nuestro mensaje, que sabe cómo correr la voz de todo cuanto decimos; un público que desde los 15 años que llevo con mi grupo me ha ayudado a crecer como artista. Sobre todo aquí en Santa Clara, lugar adonde hemos venido muchísimo.
Sí, eres asiduo en esta ciudad...
Vengo a hacer conciertos en el parque Vidal desde mis 18 años cuando era parte del grupo Moncada. Siempre he recordado Santa Clara con mucho cariño porque su gente conserva un excelente gusto por la buena música, la alternativa, la trova, el rock. Me encanta hacer conciertos aquí.
Una vida libre para David
Sin muchas presiones comerciales, el músico cubano término que le parece justo porque no le gustan etiquetas como la de cantautor, o intérprete de este o aquel género da los últimos retoques a su más reciente producción discográfica Vida Libre, un fonograma con el que, a juego con el propio título, piensa ponerle toda la libertad creativa que tal vez los sellos discográficos no le aseguraron a sus primeros trabajos: Tengo para dar y El despechao. Por ello, si bien ya hizo una presentación oficial en el habanero teatro Karl Marx desde diciembre pasado, todavía el álbum no verá la luz, posiblemente, hasta el comienzo oficial del verano.
En su más reciente material discográfico Vida Libre, David Blanco invita a la cantante cubana Tanya, quien hace algunos años no se presenta en escenarios nacionales. «Vida libre es un disco sencillo. Temas de amor y de crítica social. Como el avestruz es una canción que critica el egoísmo, la mentira, la hipocresía, el materialismo, las personas que solo viven encerradas en su burbuja. Este disco tiene un sonido ochentero, del pop rock americano de donde bebí mucho, pero mezclado con la música cubana como el Filin, el Mambo, hasta la música de Irakere y los Van Van. El sonido es pop rock, de poner en centros nocturnos, pero también de escuchar tranquilo en la casa.
¿La inclusión de la crítica social significa un acercamiento a la canción cubana deudora de la trova, o es el mismo David con un cambio temático?
Yo dentro de mí tengo un trovador porque como cubano me corre por la venas, pero realmente no es lo que soy. No tienen mis letras el sentido poético y profundo que sí está visible en las letras de nuestros grandes autores de la trova. La crítica social es un nuevo espectro de temas en este disco, tal vez una crítica social que viene del rock, el cual desde su posición dijo muchísimo al mundo.
«Cada vez que hago un disco trato de que sea una nueva etapa, que se refleje la persona que soy en ese momento de mi vida. Todo el mundo cambia y el que diga lo contrario miente. Yo trato de ser, sobre todo, sincero ».
¿Con esa libertad creativa no temes entrar en contradicción con tu público tradicional?
La verdad, no me interesa estar todo el tiempo sonando en la radio, y tener que sacar un single para pegar en las listas. No creo en eso. Te vuelves esclavo. Admiro a quienes hacen un video clip tras otro porque en algún momento fui así también. Siempre haré discos, pero con calma, con paz. Estoy enfocado ahora en tomarme todo el tiempo en perfeccionar mi música: un día entero para lograr el sonido de un bombo, o el del timbre de la guitarra...
¿Cómo resumes este instante en que vives?
Ahora mismo me encuentro en un momento fenomenal. Ya tengo un disco nuevo que pronto verá la luz, solo le faltan algunos detallitos finales. Hice de telonero a la banda australiana The Dead Daisies que reúne a músicos de los Rolling Stone, Guns and Roses, entre otras; grupos con los que crecí y me nutrí. Esta gira con Rochy y Julio César Pagés es también un regalo.