Laura Rodrí­guez Fuentes
Laura Rodrí­guez Fuentes
3125
12 Agosto 2015

«No ha existido nunca una relación normal entre Estados Unidos y Cuba, y su constante fundamental es la hegemoní­a vs soberaní­a », aclaró el joven, pero ya reconocido investigador Elier Ramí­rez Cañedo, invitado junto al maestro Esteban Morales Domí­nguez al espacio La Caldera, con quien, además, ha publicado varios libros y artí­culos relacionados con el tema de las relaciones entre ambos paí­ses.

Esteban Morales en el espacio La Caldera. «Hay que tomar esta oportunidad y ver cómo salimos, pero nunca perderla », agregó Esteban Morales. (Foto: Francisnet Dí­az Rondón)

El término que se debe emplear, más que diferendo, es conflicto », agrega Elier. Diferendo existe entre diferentes paí­ses, por cuestiones fronterizas o internacionales, pero este es un conflicto de naturaleza sistémica y va mucho más allá de ese término ».

Elier también hizo referencia a que alrededor de la confrontación se ha establecido el mito histórico de que su comienzo data de 1959. Sin embargo, se conoce que la polí­tica norteamericana siempre estuvo encaminada a bloquear la independencia de nuestro paí­s, mucho antes de que fuera un estado independiente.

Elier Ramí­rez.Elier Ramí­rez realizó un análisis riguroso sobre el conflicto Estados Unidos- Cuba a través de la historia. (Foto: Francisnet Dí­az Rondón)

Esteban Morales, quien ha dedicado gran parte de su vida al estudio de las relaciones entre ambos paí­ses, aclaró que no debemos guiarnos únicamente por la coyuntura, sino tener la posibilidad de predecir los futuros comportamientos de la polí­tica norteamericana hacia Cuba.

«Esto es extraordinariamente difí­cil, porque los análisis que se hacen parten de la coyuntura », refirió el investigador. «Para nosotros, predecir lo que puede ocurrir con la polí­tica norteamericana es una cuestión de vida o muerte. Hay que echar mano de instrumentos que a veces nuestras ciencias sociales no han sido capaces de emplear en el proceso de análisis. Hace falta que no quedemos atrapados por la coyuntura, que tengamos la capacidad de saber el futuro, al menos el relativamente inmediato ».

El último libro de ambos historiadores De la confrontación a la negociación. La polí­tica de Estados Unidos hacia Cuba plantea resultados que prácticamente se adelantan a los acontecimientos gracias a la forma investigativa empleada a partir de un modelo de análisis.

De esta forma, llegan a la conclusión de cuáles son los elementos centrales para entender la dinámica futura de las relaciones en cuestión. Al decir del propio Esteban Morales, la variable principal es la realidad interna de Cuba y la capacidad que tiene cualquier paí­s para que estas fuerzas enfrenten el fenómeno.

«Una vez alguien me dijo que yo estaba pensando como los norteamericanos, y yo le dije que ojalá tuviera esa capacidad, porque la polí­tica es como un juego de ajedrez: si usted es capaz de adelantarse a la jugada del contrario, de seguro tendrá una capacidad mayor de triunfar ».

Morales prosiguió con la explicación de cómo la polí­tica norteamericana puede subvertir al paí­s y lograr sus propósitos futuros.

También hizo alusión a que la contrarrevolución cubana no existe porque «contrarrevolucionarios son aquellas personas que se oponen a un régimen polí­tico, con un programa, una ideologí­a polí­tica, o una clase que defender, que combaten por ella y preparan a sus lí­deres.

Público en el espacio cultural La Caldera.El público asistente al espacio cultural La Caldera escuchó atentamente los criterios de los investigadores sobre el tema de las relaciones Cuba-Estados Unidos. (Foto: Francisnet Dí­az Rondón)

«Son mercenarios al servicio de una potencia extraña, por eso, se quedaron colgados de la brocha cuando Obama, inteligentemente y valientemente, planteó el cambio de polí­tica (...) Ha sido la agenda polí­tica más inteligente que ha dirigido un presidente norteamericano. Ante cualquier enemigo tenemos que reconocer su capacidad, para obrar con inteligencia también en función de sus propósitos, si no hacemos eso, estamos muertos ».

«Tenemos que quitarnos de encima todo lo superfluo, que los precios bajen, que las personas puedan satisfacer sus necesidades...para entonces dar respuesta a las amenazas ».

«Cuando viajé por primera vez a Estados Unidos en 1977 no se hablaba de Cuba y la información que entraba solo por los canales de la derecha. A mediados de los ochenta, mis artí­culos y entrevistas salí­an por la prensa y ya habí­a un amplio intercambio académico, polí­tico, religioso, intelectual, entre Cuba y Estados Unidos. Eso trajo como resultado de que imagen de Cuba allá comenzara a cambiar. El 17 de diciembre, Obama tuvo que considerar también un cambio de imagen.

«Nosotros hemos librado una batalla polí­tica, pero también cultural. La cultura norteamericana no existe porque es una sociedad multipluricultural. Razón por la cual, en un enfrentamiento cultural, Cuba es capaz de ofrecer más capacidades integralmente como paí­s. Obama siempre tuvo la idea de cambiar la polí­tica hacia Cuba desde que era senador, pero cuando agarró la presidencia estaba en una circunstancia en la que no podí­a de manera inmediata hacerlo. Hasta hace muy poco, Cuba no era prioridad en la polí­tica norteamericana ».

«Hay que tomar esta oportunidad y ver cómo salimos, pero nunca perderla », agregó Esteban Morales. «No podemos decir que Estados Unidos no tenga voluntad polí­tica de negociar o que ha hecho desaparecer el interés imperial de volver a controlar a Cuba y subvertir su proceso interno. Hay muchos paí­ses vigilantes para ver cómo nos tratan a nosotros para ver cómo en el futuro los pueden tratar a ellos ».

Durante el espacio, los participantes tuvieron la oportunidad de indagar sobre dichas cuestiones y saldar dudas sobre el papel de las masas y la juventud en el proceso. Muchos acordaron en sus intervenciones de que Obama no ha cambiado su estrategia y que resulta necesario mantener el arraigo a la historia y a la nacionalidad cubana que en Guáimaro se defendió.

Comentar