La poesía amén de todos los intentos por promocionarlaconstituye hoy la vertiente literaria menos vendida y consumida en el mundo. Sin embargo, quienes la aman no cesan en su empeño por avivar la prédica de antaño, por llevarla a las calles y así, como quien conversa con un amigo, recitarla ante un auditorio.
Roqui Albero y Ana Sanahuja, artífices del proyecto Versonautas. (Foto: Tomada del sitio oficial del dúo)
Roqui Albero y Ana Sanahuja son músicos que aman la poesía. Entonces, decidieron imbricar ambas manifestaciones en un solo proyecto: Versonautas. Se presentaron recientemente en El Mejunje por primera vez, y también lo harán este martes en La Habana en la Casa de la Poesía, cita en la Calle Muralla. Ella, pianista; él, trompetista. Vienen desde Barcelona en la búsqueda de la sensibilidad humana que, por suerte, aún no está perdida.
Roqui es, además, el trompetista del afamado cantautor uruguayo Jorge Drexler. Cuenta que se inicia en la música por tradición familiar y, cuando cumplió 18 vino por tres años a estudiar a La Habana. «Regresé después a Barcelona y entre Cuba y España transcurrió toda mi formación musical », agrega.
Contabas que la expresión Versonautas viene de Drexler...
Él nos llamó una vez a los músicos de ese modo. Pensamos que sería el nombre perfecto para lo que queríamos hacer. Llamé a Jorge y le pregunté si podíamos usarlo y por supuesto que nos dijo que sí. Es un proyecto que para el tiempo que llevamos, hemos tenido muy buena acogida, incluso, en periódicos importantes en España.
¿Por qué poesía con música y no simplemente música?
Me parece que la poesía debe ser contada, no recitada ni declamada, sino dicha de la manera que ahora estoy hablando aquí. Quiero tratar de acercar un poco a la gente a la poesía. He visto a través de los años la gente que recita, y más allá de criticarlo, lo que me interesa es hacerlo de otra manera. Al unirnos como pareja queríamos hacer algo, y encontramos ese camino para hacerlo diferente.
Versonautas se presentará este martes en la Casa de la Poesía de La Habana. (Foto: Tomada del sitio oficial del dúo)
Aquí en Santa Clara tuvieron muy buena acogida. ¿Cómo logran mantener al público pendiente?
Estamos asombrados, pensamos que la poesía era muy marginada, pero pudimos seguir para adelante con esto y está funcionando muy bien. Yo también defiendo mucho el show como trompetista e improviso bastante. Ella toca muy bien lo clásico y tiene mucha sensibilidad hacia los poemas y para reaccionar a cada uno. Nos hemos amalgamado muy bien. Además, en Cuba existe una receptividad particular para la poesía.
«Cuando lo cuentas como una narración, la gente lo entiende, aunque, a veces, para entenderlo tengas que leerlo veinte veces. Cuando lo expresas con naturalidad, a veces les llega mejor. Se crea así una energía muy fuerte. Queremos ser divulgadores de la poesía universal en castellano, claro. Es una obra inmensa, nos encanta ese papel ».
Su repertorio está compuesto de poetas magistrales como Borges, Juan Gelman, Oliverio Girondo, Nicolás Guillén, Rafaela Alberti, Federico García Lorca o Walt Whitman. ¿Por qué ellos?
La música la componemos casi toda, pero nos interesaba sacar del libro a poetas que consideramos grandes filósofos, verdaderos pensadores del humanismo. Nos parecía que la única filosofía que se escuchaba era la de los políticos, que son personas bastante demenciales a veces, excepto algunos. Entonces, la palabra tiene mucha fuerza y las más verdaderas, las más maravillosas, están escritas por los sabios de las tribus de la humanidad.
«Son poetas que han hablado muy fuerte, que hablaban varios idiomas, que estudiaron literatura universal, que son la base de nuestra cultura occidental. Son los que conocen bien el comportamiento humano y que, en doce versos, sacan un mundo de filosofía.
«Guillén, por ejemplo, es muy popular, desenfadado, pero tiene un trasfondo muy fuerte: habla sobre la esclavitud, sobre los derechos humanos, está haciendo un retrato costumbrista que te hace pensar mucho, pero que a la vez es muy divertido. Tiene versos muy elevados que te hacen querer volar con las palabras, que te sientes libre ».
Roqui Albero es también el trompetista de Jorge Drexler. (Foto: Tomada del sitio oficial del dúo) ¿Pretenden ampliar ese repertorio?
Hasta ahora esa es la selección que tenemos, pero estamos abiertos. Hemos hecho muchas cosas de poetas muertos, pero nos gustaría entrar poco a poco en los vivos. Podríamos hablar con ellos. Existen muchos que nos lo están pidiendo, y que queremos promocionarlos. Creo que sería bueno crear esa conexión sin que ellos piensen que nos estamos robando sus poemas.
¿Y en el caso de la poesía hecha por mujeres?
«También queremos investigar el mundo de la mujer, el cual ha estado un poco relegado. Siempre ha sido la musa, la representante de la belleza, la inspiración, pero es un ser filosóficamente pensante, que no ha tenido a veces ese reconocimiento. Me doy cuenta de que ha sido un punto de marginación histórica.
Saliendo de Versonautas. Hace poco te presentaste en concierto con Jorge Drexler. ¿Cómo fue ese encuentro entre ambos y cómo llegas a ingresar a su grupo?
A Jorge lo conocí a través de un amigo, un saxofonista al que le pidió una sesión de vientos. Grabamos en un estudio y le gustó lo que hice. Jorge tiene eso, siempre busca tener algo nuevo, es bastante ingenioso y maravilloso en sus maneras. La grabación fue increíble. Mi contrato era solo eso, pero al cabo de dos meses nos volvió a llamar para una gira por toda Latinoamérica y España. Tuvimos como ochenta conciertos.
«Me volvió a llamar luego para grabar su segundo disco, que evoca mucho el baile. Drexler no sabía bailar, y entonces él veía que en Latinoamérica la gente tenía ese swing y quiso hacerlo así. Se encariñó mucho con Colombia. Esta vez incluyó a Cuba. Siempre en la banda estábamos imitando a los cubanos y le teníamos mucho cariño a este país. Fue sido un concierto especial. Incluso, estuvimos toda una semana, como en ningún lugar hemos estado. Es algo que no hace nunca. Fue como en familia, y le puso mucho empeño a ese recital ».