Carlos Alejandro Rodrí­guez Martínez
Carlos A. Rodrí­guez Martí­nez
2093
13 Diciembre 2015

Cuando Haydée Arteaga Rojas nació la ciudad de Sagua la Grande habí­a arribado al aniversario 103 de su fundación. Nadie pudo imaginar alguna vez que cien años más tarde Haydée estarí­a celebrando otro aniversario de su ciudad natal. Y nadie se figuró tampoco en aquel entonces que la niña sagí¼era, recién nacida, iba a ser un dí­a La señora de los cuentos, la narradora oral cubana más emblemática.

En los años 30 del pasado siglo, la hija ilustre de la Villa del Undoso entró a los barrios marginales de La Habana con una propuesta de trabajo comunitario que se adelantó en tiempo al proyecto humanista de la Revolución Cubana. Sin saberlo, se convirtió en la más importante precursora de la narración oral escénica en Cuba.

haydee arteaga rojas realiza trabajo comunitarioLa señora de los cuentos intercambió durante más de una hora con los niños y niñas de Sagua la Grande. (Foto: Carlos Alejandro Rodrí­guez Martí­nez)En un siglo de vida, Haydée también fundó y dirigió la primera y única escuela de narración oral del continente. Bajo su tutela se formaron cientos de profesores y artistas que luego llevaron la palabra a las zonas más recónditas de Cuba y Latinoamérica. La señora de los cuentos, además, escribió libros infantiles y no cesó no ha cesado hasta hoy de ofrecer su talento a los niños y las niñas.

«Hace poco nos confesó ella, tan lúcida me dijeron que yo era una personalidad de la cultura. Pero, ¿qué es una personalidad de la cultura?, me quedé pensando. En realidad habrí­a que medir esa personalidad por la cultura que una sea capaz de recibir y entregar ».

haydee arteaga, narradora de sagua la grande Haydée Arteaga Rojas. (Foto: Internet)

Con toda justicia, Haydée Arteaga Rojas pertenece a una trí­ada de artistas escénicas sagí¼eras de altí­simo valor para toda Cuba. Junto a Asenneh Rodrí­guez y Elvira Cervera, La señora de los cuentos recuerda el ideal del artista orgánico, inquieto, esforzado.

No solo acumula una vida de méritos alcanzados en un siglo de trabajo pleno. Haydée también ha contado con el raro privilegio de vivir durante la última mitad de la historia de Sagua la Grande, su ciudad natal.

«Cuando hago el recuento de mi vida no me quejo, no. Con tanto que he vivido solo he perdido la vista. Yo nunca pensé llegar hasta aquí­. ¿Cómo es posible que haya cumplido cien años? No sé cuántos dí­as me quedan, pero los seguiré viviendo con ansias. Mira, ahora estoy otra vez en Sagua… ¿Quién iba a decí­rmelo? ».

«Aquí­ están mis raí­ces. Mi abuela me aclaró una vez: “Aunque te vayas para La Habana tú sigues siendo sagí¼era”. Y cuando yo estaba llegando ayer a la ciudad dije: “Abuela, estoy aquí­, en mis raí­ces” ».

Esta semana Haydée volvió a Sagua cargada con sus cuentos para niños. Conserva la misma voz, la cadencia sugerente de antaño. Tiene las manos intactas…

Haydée, usted va a seguir contando cuentos toda la vida.

Ah, pregúntale a la vida… (Rí­e) Ahora en serio: yo seguiré contando cuentos mientras tenga memoria.

Comentar