No sabía si creerle a Pedro Méndez cuando me dijo que «se sufre haciendo una caricatura personal ». Tantos y tantos personajes salen de su memoria...; algunos de ellos, verdaderos atrevimientos, como la caricatura de Raúl Castro Ruz, que le acaban de premiar en el Salón Juan David.
Pero él tiene sus explicaciones, aun para quienes creen que los ha tratado más duro que la naturaleza. «Me cuido de no ridiculizar a las personas, trato de relacionarlas con su oficio. La caricatura es un arte, como la pintura. »
¿De qué te cuidas cuando escoges a personas de tanta trascendencia como el propio Raúl?
Yo prefiero trabajar personajes que se conozcan en el campo de la política, de la cultura..., e, igualmente, los trato con respeto.
«A Raúl lo escogí por su relevancia política. Siempre le había hecho caricaturas en su vida militar, pero preferí que estuviera vestido de civil, de acuerdo con las nuevas funciones y el importante papel que ha asumido en nuestro país. Por eso, también, dibujé nuestra bandera como símbolo de cubanía. »
Lo hizo de memoria, que es su manera preferida de crear. Primero, se pasa tiempo observando a la persona, frente a frente, o en fotos, películas. Investiga todo lo que pueda: sus rasgos distintivos, sus poses, su risa.
Ahora, quizás, le fue más fácil. « ¿Cuántos años llevo viendo a Raúl?, es un personaje familiar. Solo tuve que actualizar algunos detalles; ver, por ejemplo, si tenía canas. »
La memoria se encargó del resto. «El cerebro elimina los rasgos no imprescindibles, porque si no, sería el realismo de una foto. »
¿Quién te enseñó este método?
Me lo enseñó un señor que se llamaba Juan David; era su método, y es el que más resultado da.
El encuentro entre Juan Eduardo David Posada (Juan David) y Pedro Méndez lo propició un viaje a Bulgaria, pero nada pasajera sería la «amistad de guajiros » que entablaron.
«Le dije que mis mejores caricaturas personales eran las que había hecho de memoria, y su respuesta fue: “ ¿Cómo puedes hacerla de otra forma?â€
«Es uno de los mejores caricaturistas que he conocido. En Cuba sigue siendo el mejor », afirma categóricamente transcurridos 26 años desde la muerte de su maestro.
Por eso, «mantener viva su memoria » es lo que le inspiró a participar en el XIX Salón de Caricatura Personal Juan David 2007, en el que obtuvo el Primer Premio.
Y como en los días en que le ayudó a tomarse en serio este difícil arte, este aventajado alumno sigue atento aquellas enseñanzas: el tratamiento psicológico de los personajes, la línea ya moderna que Juan David modernizaba aún más a pesar de su edad.
Así continúa por un largo proceso, que a veces le lleva a realizar y perfeccionar muchísimos bocetos hasta lograr la caricatura deseada.
Pero tan grande resulta ya su «colección », que cuesta creer que para hacernos reír, reflexionar, o ponerse bravo quien no entienda, primero Pedro tenga que sufrir.