«En cierto sentido, todos los países están siguiendo el ejemplo de Cuba », aseguró el periodista Jon Lee Anderson, en un extenso artículo publicado este martes por la prestigiosa revista norteamericana The New Yorker y titulado «La diplomacia cubana del ébola », en el que aborda la colaboración cubana en la lucha contra la epidemia.
La publicación recuerda que el 12 de septiembre, el Ministro de Salud cubano a instancias del presidente Raúl Castro, anunció que Cuba enviaría cerca de quinientos profesionales de la salud para ífrica Occidental. «Desde entonces, ciento sesenta y cinco cubanos han llegado a Sierra Leona y un segundo grupo de ochenta y tres arribaron a Liberia; en Guinea se esperan otros doscientos. Ningún otro país, hasta la fecha, ha contribuido con tantos profesionales de la salud capacitados para la crisis del ébola como Cuba », añade.
«Cuba siempre ha sido reconocida por sus equipos itinerantes de médicos y enfermeras. De hecho, Cuba, una nación insular de once millones de personas, con ochenta y tres mil médicos una de las mayores proporciones de médicos por habitantesse ha convertido en la nación del mundo con el primer nivel de respuesta ante las crisis internacionales en los últimos años », dice New Yorker, y recuerda la presencia de cientos de médicos cubanos en Pakistán después de un terremoto en el año 2005, y en Haití, tras el catastrófico terremoto de 2010.
Este es el resultado de una estrategia a largo plazo que el gobierno cubano ha mantenido desde que tomó el poder en 1959, añade.
Recuerda que cientos de miles de estudiantes de ífrica, Asia, América Latina y hasta de Estados Unidos, se han preparado en la Escuela Latinoamericana de Medicina, que tiene su campus principal en el Oeste de La Habana. En 2013, unos 19.500 estudiantes de más de un centenar de países se habían matriculado allí.
La Salud es una fuente de ingresos para el país, y también de orgullo, admite la revista. Cuando el gobierno cubano pidió voluntarios para combatir el ébola, más de quince mil profesionales se ofrecieron en la Isla, y añade que además de médicos y enfermeros especializados en cuidados intensivos, el equipo que finalmente viaja a ífrica Occidental incluye cirujanos, anestesiólogos, epidemiológicos y pediatras, en un intento por proporcionar una gama completa de servicios de salud.
«Este gesto enorme de Cuba hacia ífrica Occidental no ha pasado desapercibido, y puede allanar el camino para el inicio de la diplomacia del ébola entre La Habana y Washington », asegura Lee Anderson.
Comenta que el 19 de octubre, el secretario de Estado, John Kerry, reconoció a Cuba como una nación que había hecho un esfuerzo «impresionante » en la campaña contra el Ébola. Diez días más tarde, en una Cumbre en La Habana sobre el ébola a la que asistieron dos funcionarios estadounidenses, el Presidente Raúl Castro recordó que «Cuba está dispuesta a trabajar codo con codo con todos los países, incluyendo Estados Unidos ». A su regreso el viernes de una gira por los países afectados, la Embajadora ante la ONU, Samantha Power, también elogió enfáticamente la misión cubana.
«La diplomacia del ébola sigue a un amistoso apretón de manos que Raúl Castro y el presidente Obama intercambiaron en el funeral de Nelson Mandela en Sudáfrica, en diciembre pasado, y se ha sumado a las previsiones de que la Administración Obama podría intentar finalmente levantar las restricciones restantes del embargo comercial de Estados Unidos contra Cuba », afirma The New Yorker.
Retirar el bloqueo allanaría el camino para una plena restauración de las relaciones diplomáticas, concluye Lee Anderson.
(Artículo publicado originalmente en The New Yorker. Versión del inglés de Cubadebate)