No con la espada, pero sí con el madero en la mano, el tunero Jorge Jhonson Dixon revivió a su modo la segunda de las novelas de D' Artagnan, de Alejandro Dumas, porque veinte años se convirtió en el primer zurdo que conquista el título de los bateadores de la 57 Serie Nacional de Béisbol tras dos décadas de domino de los derechos.
El jardinero de los Leñadores de las Tunas, que ha sido uno de los pilares ofensivos en la temporada histórica que vive su equipo, tuvo un average de 408 (126 imparables en 309 turnos), para quebrar el dominio que habían exhibido los bateadores derechos desde la campaña de 1998-1999 en la que el pinareño Yobal Dueñas se coronó con 418.
El último pelotero que empuñando a la zurda se había proclamado campeón de bateo fue el guantanamero Roberquis Videaux en la contienda de 1997-1998 con promedio de 393, al disparar 110 cohetes en 280 comparecencias oficiales.
Después, nueve hombres liderados por Osmani Urrutia, quien acaparó seis títulos, cinco en forma sucesiva impidieron que los bateadores del mal llamado brazo equivocado se llevaran el cetro.
En ese lapso Michel Enríquez y Alfredo Despaigne se adjudicaron tres coronas; José Dariel Abreu, dos, y en una oportunidad encabezaron este importante casillero el mencionado Yobal Dueñas, Yorelvis Charles, Yoandy Garlobo, Yulieski Gourriel y Jefferson Delgado. Un detalle: todos ellos han integrado la plantilla del equipo Cuba.
Durante siete campeonatos consecutivos los zurdos tuvieron una época de oro a finales de los años 60 y principios de los 70 después de que el difunto José Pérez, con la franela de Azucareros, lideró el ataque con average de 328 en el certamen de 1967-1968.
Luego lo imitaron Wilfredo Sánchez y Rigoberto Rosique dos de los llamados tres mosqueteros matanceros, quienes durante esa racha se adueñaron de un par de coronas, y una vez lo hicieron Elpidio Mancebo y Eusebio Cruz. Pero en la serie de 1974-1975 el desaparecido Fermín Laffita puso fin a la hegemonía de los zurdos y se llevó el título con 396, a cuatro puntos de convertirse en el primer jugador en promediar 400 en nuestro béisbol, cosa que logró el crucense Héctor Olivera González en la selectiva de 1980.