Con la mirada puesta en refrendar su título centroamericano en Barranquilla, y de este modo contribuir a las aspiraciones de Cuba de mantener la hegemonía deportiva en la región, Denia Caballero Ponce celebra hoy sus 28 años de edad.
La discóbola criolla más laureada en la actualidad y atleta femenina individual más destacada de Villa Clara por quinta ocasión consecutiva, despidió el 2017 aquí en su natal Santa Clara. En medio del ajetreo familiar que genera el fin de un año y el advenimiento del otro, que siempre deseamos sea mejor, Denia con la sencillez que la caracteriza dedicó gustosamente unos minutos a dialogar con los lectores de Vanguardia.
¿Se cumplieron tus expectativas el pasado año?
Para nada. Todo atleta que se prepara durante un año, con mucho sacrificio, quiere ver recompensado su esfuerzo con una medalla. Era la campeona mundial y en Londres terminé en el quinto lugar, otra quizá se hubiera conformado con esa posición, yo aspiraba a una presea y no cumplí con las expectativas.
«No obstante, en el 2017 aprendí mucho, porque de los reveses también se aprende. No fue el año que esperaba, más bien resultó una temporada discreta, pero esto es un motivo para tomar impulso e ir en busca de resultados superiores en el 2018 ».
En 2015 estampaste tope personal de 70 metros y 65 centímetros con lo que te acercaste al récord nacional de 70,88, de Hilda Elisa Ramos. Me comentaste que esperabas romperlo; sin embargo, en los dos últimos años tus disparos han estado lejos de los 70 metros, ¿a qué atribuyes eso?
Como confesé en aquel momento, los récords no se persiguen, una sueña con romperlos, pero estos salen solos. No he descartado la posibilidad de quebrarlo, estoy convencida de que puedo conseguirlo en algún momento. Durante una gran parte del pasado 2017 no me sentí bien físicamente porque estuve lesionada.
¿Cómo son tus relaciones con Yaimé Pérez?
Nos llevamos bien. Una cosa es la competencia, en la que somos contrincantes y, por supuesto, queremos llevarnos la victoria, y otra son las relaciones personales. No tenemos por qué ser rivales en la vida.
¿Consideras que la rivalidad competitiva que sostienen ha repercutido en el desarrollo de ambas como atletas?
Claro, eso ayuda mucho, porque crecemos las dos exigiéndole una a la otra estar al tope para alcanzar mejores marcas. Estamos bastante parejas, coincidimos en las finales de los principales eventos que se organizan en el mundo. Hemos logrado que internacionalmente sigan respetando a las discóbolas cubanas, que contamos con gran tradición en esta especialidad.
Denia ya comenzó su preparación para los eventos del año en curso. En febrero debe participar en pruebas de confrontaciones en La Habana. Más tarde competirá en la Copa Cuba, el Memorial Barrientos y posteriormente vendrán varias paradas de la Liga del Diamante antes de ir a defender la corona alcanzada en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, en 2014.
«Le pido a mi gente de Villa Clara que siga apoyándome como hasta ahora. Cada vez que salgo al círculo de lanzamientos trato de dar lo mejor, porque pienso que hay un pueblo que me está mirando y que espera algo grande de mí », declaró la única medallista olímpica del atletismo cubano en Río de Janeiro' 2016.
¿Y qué cosa grande podemos esperar de ti en el 2018?
La medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla. Puedes escribir que también habrá plata en el disco, porque va a ser difícil que a Yaimé y a mí nos bajen del podio.