Osvaldo Rojas Garay
Osvaldo Rojas Garay
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17 Enero 2015

El 17 de enero parece ser una fecha para los grandes deportistas. Ese dí­a nacieron el mí­tico boxea ­dor norteamericano Cassius Clay (Moha ­med Alí­); la exreina mundial de ajedrez Maya Chibur ­danidze (Geor ­gia) y el destacado jardinero central capitalino Antonio í‘ico Ji ­ménez.

Antonio Muñoz en juego de veteranos del béisbol cubano.Antonio Muñoz, uno de los más grandes peloteros de nuestras series nacionales, durante un juego de veteranos del béisbol cubano. (Foto: Tomada de Internet)

También el 17 de enero de 1949, hace hoy 66 años, en Algaba, pequeño lugar enclavado en Con ­dado, poblado perteneciente en la actua ­lidad al municipio es ­piri ­tuano de Trinidad, al Es ­cam ­bray le nació un Gigante: An ­tonio Ni ­colás Muñoz Hernández, quien con el tiempo se convirtió en el ba ­teador más temible de su épo ­ca en nuestras series nacio ­nales de béisbol.

¿Es verdad que una vez afirmaste que el momento más grande de tu vida fue cuando naciste?

Sí­, porque si no, no hubieran existido otros momentos. Ese dí­a vine a este mundo maravilloso donde todo el mundo me quiere. Mi mamá ya habí­a perdido varios par ­tos buscando un varón hasta que llegué yo después de haber nacido cuatro hembras.

«Mi vida ha sido un éxito. Tuve la oportunidad de convertirme en un buen pelotero, viajar por gran parte del mundo y experimentar momen ­tos tan emotivos como el dí­a en que decidí­ con jonrón el juego frente a Japón, en el mundial de 1980 ».

¿Cómo anda tu salud?

Me siento bien, recuperado y con mucha voluntad de vivir, de estar junto a mi familia, mi pueblo, y esto me ha ayudado a salir adelante con mi enfermedad.

Se ha comentado mucho sobre tu visita a Miami. ¿Quién te invitó?, ¿qué objetivo tení­a el viaje?

Antonio Muñoz durante su visita a Miami.Antonio Muñoz visitó Miami en septiembre de 2014. (Foto: Tomada de Internet)Iba a visitar a Miami en enero del pasado año, pero el viaje no se pudo concretar, no por problemas de visa ni de pasaporte, sino porque necesitaba una autorización del INDER. En agosto fui a La Habana y los compañeros del INDER me autorizaron a que visitara un mes los Estados Unidos.

«La invitación me la hizo un amigo mí­o llamado Osvaldo Pérez ílvarez a través de un funcionario de los Marlins. Fui, me dieron una gran acogida y en un encuentro de softbol me hicieron un homenaje que se llamó El reencuentro con Muñoz. Los periodistas empe ­zaron a interrogarme sobre el béisbol cubano, mi carrera deportiva y si habí­a entrenado a Yasel Puig, José Dariel Abreu y Erisbel Arrue ­barruena; les respondí­ que sí­, pero hubo alguien que me pre ­guntó que si a mí­ el dinero no me mo ­tivaba a la osten ­tación, y le con ­testé que no, que yo con lo que me daba la Revolución y el pueblo de Cuba, viví­a.

«Me interrogó acerca de si yo era revolucionario, y le respondí­ que sí­, porque a mí­ la Revolución me ha dado muchas posibilidades: cultu ­ra, deporte, sociedad... y en ­ton ­ces el grupo de cubanos que estaban allí­ me aplaudieron. Des ­pués seguí­ hacia Tampa a ver a otros compa ­ñeros y expeloteros de mi gene ­ración y otras después de la mí­a.

Luego, regresé a Miami y la comunidad cienfueguero-cubana me despidió con un juego de softbol. Yo fui a Miami a cumplimentar una invitación y a la vez, pasear, no a esconderme. Hablé de Cuba, de mi béisbol. En general, la pasé bien y con mucho respeto por ambas partes.

¿Cómo recibiste la noticia de tu exaltación al Salón de la Fama del béisbol cubano?

Me impresionó mucho, por ­que entre tantas estrellas que ha dado la pelota en el paí­s constituye un gran honor que se acuerden de uno y que te incluyan en un lugar tan selecto como ese.

«También me sentí­ muy con ­tento con la invitación que me hi ­cieron para las actividades por el Juego de las Estrellas, en Granma. Allí­ me encontré con un grupo de compañeros que hací­a tiempo no veí­a ».

Antonio Muñoz en el equipo Cuba de béisbol.El Gigante del Escambray añora la pelota que se jugó en Cuba en las décadas del 70 al 90 del pasado siglo. (Foto: Tomada de Internet)

Pienso que ahora sí­ respeten la decisión de retirar el número cinco de los uniformes de Cienfue ­gos y del equipo Cuba.

Soy de los que hablan claro. Cuando me retiré en 1991 se anun ­ció que el número cinco no serí­a utilizado jamás por ningún pelotero de Cienfuegos ni del equipo Cuba; sin embargo, eso no se respetó. Ahora se tomó nuevamente el acuer ­do, al igual que en los casos de Braudilio Vinent, Orestes Kinde ­lán, Omar Linares y Luis Giraldo Ca ­sanova. Espero que esta vez se res ­pete la decisión.

Jugaste en cuatro décadas diferentes: los sesenta, setenta, ochenta y noventa. ¿Qué dife ­ren ­cias notas entre el béisbol actual y aquel en que te desempeñaste?

Te dirí­a que para mí­ la mejor pelota que se ha jugado en Cuba después del triunfo de la Re ­volución, fue la del 70 al 90. Exis ­tí­a tremenda calidad en los equi ­pos. Habí­a un gran amor por el béisbol y la camiseta que se de ­fendí­a.

«La calidad en los últimos años ha descendido. Por eso quiero enviar un mensaje a todos los que tienen que ver con el béisbol en el paí­s: hay que seguir trabajando para recuperar esa calidad que tanto le gustaba al pueblo cu ­bano ».

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