Víctor Mesa no concibe dejar a Villa Clara fuera de una entrevista. Por más que lo intente, si lo hiciera, alguien le preguntará y él hablará. Se sabe historia y los tabúes se le simplifican.
Como Mesa elige a quién le da respuestas, cuándo y dónde, se ha puesto muy fácil seguirle la pista. Además, el 32 tiene lo suyo para magnificarse dentro y fuera de un terreno de pelota.
Víctor Mesa en su etapa de director del equipo Villa Clara. (Foto: Tomada de Internet)
Cuando el 11 de marzo declaró en Cubasí: «Villa Clara es una bonita provincia, pero ya terminé con ella, ahora estoy en Matanzas... », pensé que Mesa estaba siendo totalmente consecuente. Invariable, como se le sabe de memoria cuando el béisbol es el tema; así de inflexible continuó la carrera en aquella entrevista, donde las «ronchas » con la prensa y una salida «presurosa » del elenco naranja le robaron un tiempito, varios párrafos, uno aquí y otro allá, pero Víctor habló:
«Villa Clara es mi inicio, es parte de mi vida, porque ahí me hice, ahí construí un equipo de béisbol, que también discutió dos veces el campeonato. Con Matanzas nos sentimos felices con cuatro años clasificando. Es decir, somos el equipo más estable, los locutores a veces dicen que son otros los más estables, pero los más estables somos nosotros en los últimos cuatro años. Cuando ellos dicen que Villa Clara era el más estable, el colectivo que lo dirigió era este que está aquí, pero bueno, no importa, lo estamos diciendo nosotros si ellos no lo dicen ».
Es evidente, a Mesa le molesta que no le reconozcan su predeterminación a lo estable, a lo discutible. Pero en la última conversación de Mesa con un periodista, exactamente con Michel Contreras en Cubadebate, el sagí¼ero abrió un paréntesis y le colocó los puntos suspensivos a la relación amor-odio que tiene con la novena azucarera. Víctor cambió en diez días y ya no habló de rupturas, ni puntos finales ni divorcios de antaños. Esta vez se refirió a su provincia natal como lo posible, lo probable y hasta deseable.
«Después de esos compromisos (Clásico Mundial del 2017) quiero descansar un año y luego volver a la carga. Podría estar asesorando o desempeñando tareas menos exigentes, pero ese tiempo necesito estar tranquilo. Dirigir a Industriales lo veo difícil. Con Villa Clara sí, volvería con mucho gusto ». Al parecer Mesa ha reflexionado y se ha dado un segundo para pensarse otra vez de naranja. O no, quizás fue asunto de redondear una oración, o que si en Industriales no lo quieren ya lo querrá Sagua. En un final lo que el 32 tiene muy claro es que pocos están más claros que él. «Prefiero que me sigan conociendo de esta forma, porque siempre dije que aprendí más de los que me llevaban recio. Yo enseño de la manera en que me enseñaron, y al final me da resultados », concluyó.
A lo que no renunció el otrora mánager de Villa Clara en estos días, de «retiro », fue a aferrarse a la lógica y las reglas de su pasión. A estas alturas del game, Mesa sigue ocupado del destino de Demis Valdés y su «irrazonable » ausencia de la novena matancera.
«Demis ya cumplió su sanción y ahora le denegaron la posibilidad de regresar al equipo. Es como que un hombre cumpla prisión y al terminar de pagar su condena, vuelvan a encarcelarlo. Se alega que el muchacho no jugó la Serie Provincial, ¿pero cómo iba a hacerlo si estaba suspendido? ». Definitivamente, para entender eso, le harán falta más de dos semanas y con el enredo que se trae con los piratas, un poco más. De momento, el anuncio es que le guiñó un ojo a Villa Clara. Le gustaría, mucho.