Si nos atenemos a que cuando un matrimonio llega a sus 50 años se dice que está celebrando sus bodas de oro, debemos convenir entonces que este viernes 8 de enero, al cumplir su medio siglo de existencia, el estadio Augusto César Sandino, de Santa Clara, festeja un aniversario de oro.
Vista exterior del estadio Augusto Sandino, de Santa Clara. (Foto: Manuel de Feria García)
Cinco décadas en que los enamorados del béisbol han visto desfilar por su terreno a las figuras más encumbradas de la pelota cubana en el periodo revolucionario y a destacados jugadores foráneos, como el receptor panameño Ruperto Cooper, los nicaragí¼enses Calixto Vargas, Rafael Obando, César Jarquín, y Ernesto López, único hombre que ha disparado cuatro jonrones en un partido en Juegos Centroamericanos y del Caribe; los puertorriqueños Luis Colón, Luis Mercado y Rogelio Negrón, los colombianos Orlando í‘ato Ramírez ―segundo pelotero de su país en acceder a las Grandes Ligas―, Luis Escobar y Abel Leal y los estadounidenses Ken Dailey, Terry Francona y Joe Carter, quien conectó 396 en su exitosa carrera por la Gran Carpa.
Muchas han sido las hazañas bordadas en este estadio desde el 16 de enero de 1966, cuando pasados ocho días de su inauguración, Aquino Abreu rubricó contra Occidentales el primer juego de cero jits cero carreras en nuestras series nacionales, hasta el arribo de Ariel Borrero a los 2000 indiscutibles el pasado 27 de octubre de 2015, en la última presentación del «Villa Clara » en la actual temporada.
Aquí han ocurrido hechos inéditos en los campeonatos nacionales, como el triple play sin asistencia del antesalista caibarienense Rafael Orlando Acebey ante el plantel de Industriales, el 12 de noviembre de 1998; el insólito caso del fallecido inicialista Inocente Miranda, que el 11 de marzo de 1969 no sacó outs en un partido entre Las Villas y Habana, y las dos carreras impulsadas por Albertico Martínez con un fly de sacrificio ante el pitcheo pinareño en la Selectiva de 1983.
En el cuartel general de los anaranjados, durante la subserie Villa Clara-Matanzas, en diciembre de 2006, Yanet Moreno se convirtió en la primera mujer en actuar como árbitro en series nacionales, y el 13 de mayo de 1969, Martín Dihigo ―uno de los cuatro cubanos exaltados al Salón de la Fama de Cooperstown, Estados Unidos―, hizo su última aparición pública al ser invitado a realizar el primer lanzamiento en un juego correspondiente a la II Serie de las Estrellas.
En estos momentos se acometen labores de mantenimiento en la sede principal del equipo de béisbol de Villa Clara. (Foto: Manuel de Feria García)
El «Sandino » ―que quizás debió llamarse Alejandro Oms en honor a uno de los peloteros más ilustres que ha dado el territorio― fue el escenario donde Antonio Muñoz abrió el club de las 1000 anotadas; José Ramón Riscart y Rolando Arrojo consiguieron el triunfo 100; Michel Perdomo y Rafael Orlando Acebey redondearon el millar de imparables; Pedro José Rodríguez Jiménez, Oscar Machado, Roberto Colina, Michel Perdomo, Ariel Pestano y Alfredo Despaigne completaron el centenar de batazos de cuatro esquinas, Orestes Kindelán registró su bambinazo número 200 y Juan Manrique ingresó en el grupo de los que han recibido 1000 boletos.
En la principal instalación beisbolera de la provincia los aficionados villareños se deleitaron con el segundo de los tres títulos de los inolvidables Azucareros en la temporada de 1971. Luego de la división político-administrativa de 1976, los villaclareños vibraron de emoción con las coronaciones del elenco anaranjado en las campañas de 1993-1994, 1994-1995 y 2012-2013. En esta última, con Ariel Pestano marcando la diferencia en el encuentro decisivo con un jonronazo de oro en el sexto capítulo frente a los cocodrilos de Matanzas, con las almohadillas repletas.
El primer juego
Correspondió a Centrales e Industriales ser los animadores del juego que dejó inaugurado el «Sandino », el 8 de enero de 1966, el cual favoreció a los primeros, 4 carreras a 3, con crédito victorioso a la cuenta de Rolando Macías y revés de Manuel Hurtado, uno de los cuatro tiradores empleados por el mentor Ramón Carneado.
Los triunfadores alinearon con Juan Canillita Díaz (CF), Juan Mirabal (1B), Ricardo Mesa (RF), Erwin Walters (LF), Mariano ílvarez (2B), Owen Blandino (3B), Ramón Fernández (SS), Jesús Oviedo (C) y Rolando Macías (L).
Mientras que por Industriales entraron en acción Tony González (SS), Antonio í‘ico Jiménez (LF), Urbano González (3B), Osvaldo Toledo (1B), íngel Fuentes, (CF), íngel Suárez, (RF), Eulalio Linares (2B), Jesús Jufré (C), los serpentineros Manuel Hurtado, Inocente ílvarez ―hermano del destacado estadístico Arnelio ílvarez― , Rolando Quicutis y Elpidio Páez, así como Lázaro Martínez, Euclides Hernández, Manuel Toledo, Agustín Marquetti, Germán íguila y Alejandro Martín.
Curiosamente al final del campeonato, Industriales, perdedor del choque, se agenció su cuarta corona sucesiva y Centrales, el conjunto ganador, se alojó en el sótano.
El reto de lucir bien a los 50
Según refiere su administrador, Manuel Valdés del Toro, los más de cuarenta trabajadores del «Sandino » enfrentan el reto de que la instalación luzca bien a los 50 para la venidera serie nacional.
Manuel Valdés del Toro, administrador del estadio Sandino. (Foto: Manuel de Feria García) «Está previsto en el plan de este año la reparación de todas las torres y el mantenimiento y reparación de los colchones. Se trabaja en estos momentos en el mejoramiento de las áreas interiores del estadio como el bullpen, las jaulas de bateo.
«También disponemos del material para levantar la media luna en lo referente al relleno, no al drenaje, porque esto último lleva una inversión superior que quedaría para el futuro, aunque en el transcurso de la serie nacional nos dimos cuenta que había tupición en la salida del agua hacia fuera, debido a la existencia de escombros, pero eso se limpió y mejoró », afirma este licenciado en Cultura Física de 47 años de edad, quien agrega:
«Se le va a hacer una reparación a la gigantografía del exterior del estadio en la que aparecen glorias del béisbol en la provincia y pensamos montar una de un central al lado de la pizarra, alegórica a los Azucareros de Villa Clara, como se le ha estado denominando al equipo desde esta serie ».
íšltimamente la instalación ha servido de escenario a las actuaciones de figuras de la música cubana. Cierto es que el público ha disfrutado de estas presentaciones, pero no deja de constituir una preocupación para el administrador del parque beisbolero.
«Se han realizado varios conciertos y al final todo ha salido bien; sin embargo no se debe perder de vista que en algún momento el césped u otros lugares del estadio pueden sufrir daños », afirmó Manuel.