Con 412 hectáreas plantadas, que superan en 100 h. las del año anterior, la actual campaña del gustado tubérculo marcha bien en Villa Clara, según declaraciones de Adalberto Machado Naves, jefe del cultivo de la papa en la provincia, y se espera iniciar su cosecha en la segunda decena del mes de marzo, cuando comenzará a llegar a la población.
Todavía no se precisan estimados de cosecha, pero desde el punto de vista agronómico la papa plantada está en buen estado, y aunque el clima se ha comportado bastante inestable y llevó a un corrimiento de fecha de la siembra, extendida hasta la primera decena de enero, han existido buenas condiciones para la tuberización y ahora las plantaciones reverdecen lozanas en los campos.
Las áreas de papa están ubicadas en tres empresas agropecuarias del territorio. En el Valle del Yabú hay plantadas 135 hectáreas; en Santo Domingo, específicamente en Cascajal, 76 hectáreas, en la Empresa Integral Agropecuaria UEB Quemado de Gí¼ines, un total de 105 h., distribuidas en 65 en el propio Quemado de Gí¼ines y las restantes 40 h, en Sagua la Grande, y otras 96 en la UEB de Remedios.
Previo al inicio de la campaña se crearon las condiciones para asegurar los mayores resultados posibles, pues se trata de un cultivo muy sensible que requiere de una atención esmerada y experiencia de los cosecheros; de ahí la certificación de las máquinas de riego a utilizar, los implementos agrícolas y el velar por una correcta preparación de los suelos.
Con posterioridad, refiere el especialista Machado Naves, se hizo en cada lugar la fertilización programada, sin que haya faltado el fertilizante nitrogenado, ni se hayan dejado de aplicar los medios biológicos recomendados.
Desde el inicio ha existido una revisión semanal de la estrategia de defensa fitosanitaria, con visitas constantes a los diferentes campos, lo que ha permitido ir encontrando soluciones a tiempo de los problemas presentados por el comportamiento irregular del clima, que ha traído los frentes fríos que necesita el cultivo, pero aparejados de intermitentes lluvias.
En estos momentos, a criterio del experto, las mayores complicaciones están en áreas del Yabú, por el tipo de suelo existente y porque allí se han acumulado los mayores niveles de lluvia, lo que ha provocado niveles de pudriciones del tubérculo en las zonas más bajas, que en estos momentos se están certificando para determinar la cuantía de las afectaciones. Y también hay cierta presencia, aunque controlada, del llamado tizón tardío, sin que pueda hablarse de un problema fitosanitario, que no existe en la provincia.
Del total de las hectáreas sembradas en Villa Clara, 352 h. son de semilla importada desde Europa, de unas seis variedades, y 60 de semilla nacional; y de estas última, 20 hectáreas destinadas a asegurar la cosecha venidera y las otras 40 para la venta a la población. Según estimados, la papa de semilla nacional debe tener un potencial de rendimiento de 17 toneladas por hectárea y la importada de 22,5 t.