Un hogar decoroso para los más necesitados

Nuevas viviendas emergen en Santa Clara en locales de entidades estatales declarados en desuso, otorgadas a familias damnificadas por eventos climáticos, madres con múltiple descendencia y casos sociales.

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Locales en desuso se convierten en nuevas viviendas en Santa Clara.
En Unión y Río en Santa Clara, un antiguo taller estatal se transforma en ocho hogares para familias numerosas, niños enfermos que residen en el Hospital Pediátrico José Luis Miranda y casos sociales. (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Idalia Vázquez Zerquera
Idalia Vázquez Zerquera
@IdaliaVzquez
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18 Octubre 2019

Oficinas, talleres, almacenes y edificaciones subutilizados, que en Villa Clara suman 64, con posibilidades de convertirse en más de 300 inmuebles según datos aportados por la Dirección Provincial de la Vivienda, acogen a proyectistas y constructores con el objetivo de transformarlos   en casas en el menor tiempo posible.

La experiencia, asociada a la nueva polí­tica de Vivienda en su primer año de puesta en marcha, contribuirá a mejorar el fondo habitacional de la provincia actualmente muy deteriorado, con un déficit de 46 051 casas que deberán ejecutarse en un plazo de diez años.

La entrada en vigor del acuerdo 85/74 del Consejo de Ministros, faculta a Planificación Fí­sica para aprobar el cambio de uso de locales de acuerdo con el nivel de subordinación del organismo al que pertenecen, lo que acelera este proceso, al adoptarse la mayorí­a de las decisiones en el propio territorio.  

Viviendas habilitadas en un local en desuso en Santa Clara.
En los locales aledaños a la  Academia Provincial de Boxeo, se habilitaron 20 viviendas para casos sociales, madres con descendencia múltiple, afectados por eventos meteorológicos y maestros de la escuela especial regional Marta Abreu. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

Osvaldo Fariñas Viera, director de esta entidad en el territorio, precisó que, según datos preliminares, hasta la fecha el levantamiento de los identificados sin intervenir por Vivienda asciende en Villa Clara a 293.

Entre los locales recientemente otorgados en Santa Clara por esta ví­a, se encuentra la antigua Academia Provincial de Boxeo Andrés Molina Casañola, una institución que cedió parte del inmueble para la construcción de 20 viviendas. En la ciudad cabecera también erigen ocho casas localizadas en Unión y Rí­o; mientras se trabaja en otras situadas en áreas próximas al Taller del Partido Provincial y en un edificio aledaño al Pedagógico.

Arturo Daniel Pozo, subdirector de la Dirección Provincial de la Vivienda, precisó que en Isabela de Sagua fueron levantadas cuatro moradas en un local del Policlí­nico y ocho más en otra edificación, así­ como igual cifra en una escuela de la comunidad La Chinchila, en Sagua la Grande.

«El desarrollo de estas inversiones propicia que el Ministerio de la Construcción cumpla la cifra prevista en el plan del 2019, destinadas a damnificados por eventos climáticos, ante el déficit de elementos prefabricados. Favorece, además, la polí­tica de crecimiento demográfico, al ayudar a mujeres con múltiple descendencia a resolver sus problemas habitacionales », significó.    

Años de espera con un final feliz

Madre con sus hijos disfruta de nueva vivienda en Santa Clara.
Yunaisy de Armas Arboláez y sus dos hijos más pequeños, Lí­a Chanel e Isaac Jesús, disfrutan de su nuevo hogar en la barriada del Caracatey

Los hermanitos Lí­a Chanel e Isaac Jesús, con dos y tres años de edad, respectivamente, corretean por los predios de su nuevo hogar en un espacio habilitado para ellos en la Academia de Boxeo, ubicada en la barriada del Caracatey, en Santa Clara, donde 20 nuevas moradas acogen a seis madres con tres hijos o más menores de 12 años, cuatro casos sociales y afectados por el huracán Irma.

Yunaisy de Armas Arboláez, de 31 años, asmática y diabética, tiene, además de estos infantes, otras dos niñas, de 8 y 11 años.

Ante la presencia del equipo de prensa de Vanguardia alegó: «Estoy muy contenta con mi casa, es amplia y confortable. Nosotros no tení­amos dónde vivir. Ahora poco a poco, gracias a la ayuda del Gobierno y nuestro esfuerzo, vamos a ir acondicionándola. Asistencia Social me brinda una pensión, pero yo les pedí­ que me buscaran un cí­rculo infantil para los niños más pequeños. Así­ puedo trabajar y el dinero que recibo podrí­a servir a otra madre necesitada ».

Frente a Yunaisy reside Pablo Lorenzo Hernández íguila, un combatiente de la Revolución cubana accidentado en su misión internacionalista en Angola, quien por la gravedad de la lesión quedó confinado a una silla de ruedas.

«Agradezco sobremanera por esta casa, yo viví­a con mi esposa y mi hijo en un local malito que el ciclón me acabó de destruir. Desde el año 94 estaba pidiendo ayuda, pero el que persevera triunfa, y ya podemos vivir placenteramente », declaró Pablo.

Mientras, su compañera en las buenas y las malas, Lidia Castiñeira Mendoza, reconoció la presteza con que la brigada de mantenimiento solucionó las pequeñas afectaciones en la terminación de su nuevo hogar ».

Por su parte, Odalis del Sol Silveiro, trasplantada de riñón hace cinco años y ocho meses, dispone de una vivienda en planta baja.

Transplantada de riñón disfruta de su neva as
Odalis del Sol Silveiro, trasplantada de riñón, dispone ahora de una vivienda con dos cuartos, sala, baño, comedor, cocina y patio de servicio amplios, a la que llama su «hotel cinco estrellas ». (Foto: Ramón Barreras Valdés)

«Mi casa se filtraba mucho y tení­a que estar dependiendo de una escalera, lo que atentaba contra mi salud. Después de cuatro años pidiendo un cambio de domicilio, ahora el milagro se me dio y estoy en deuda eterna con nuestro Partido, Gobierno y la Revolución ».

En Unión y Rí­o, también en Santa Clara, un antiguo taller estatal se transforma en ocho hogares para casos sociales y familias numerosas o con niños enfermos que residen permanentemente en el hospital pediátrico José Luis Miranda.

Naivi Rodrí­guez Alberto y sus seis hijos se encuentran entre los beneficiados. «Ahora tendremos un techo propio, aunque la vivienda solo tiene dos cuartos; sin embargo, es una bendición, pues nosotros viví­amos agregados en una casa en la calle Real entre Toscano y Rí­o. Cuando lloví­a, el agua nos llegaba a la rodilla y la situación sanitaria era complicada », dice complacida mientras ayuda a los constructores en la culminación de la obra.

Historias semejantes a las de Yunaisy y Naivi pudieran encontrar una solución más ágil   si, desde los consejos populares, se trabaja en la identificación e intervención de locales subutilizados y su posterior   proceso de segregación.

Osvaldo Fariñas Viera, director Provincial de Planificación Fí­sica, destacó: «Los locales aportan muchas viviendas que se podrí­an   entregar a personas afectadas por el huracán Irma y albergados, además de ahorrar recursos, al contar con la infraestructura eléctrica, redes hidráulicas, alcantarillado, paredes y otras facilidades. Solo demandan techo cuando no lo tienen, carpinterí­a, muebles sanitarios y otros detalles que permiten avanzar con rapidez ».

La alternativa exige la cooperación de los organismos para el cambio de uso de espacios o terrenos abandonados que no tienen plan de desarrollo estratégico, y se pueden   convertir en hogares decorosos para los más necesitados.

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