A las 6 y 50 de la mañana del 12 de abril, el disparo automático de la Subestación Gran Panel Comandante Ernesto Che Guevara, de Santa Clara, ubicada a pocos metros de la Circunvalación, alertó sobre la incidencia de una avería de gran magnitud.
El olor a quemado indicaba que se había producido un incendio en los gabinetes situados en su interior, desde donde se operan seis circuitos de la ciudad.
Sin perder un minuto, el operador de guardia avisó al Cuerpo de Bomberos, que arribó de inmediato al lugar, y en poco tiempo sofocó las llamas, sin afectarse el transformador, indispensable para aportar la energía necesaria a varias zonas de la capital provincial.
En momentos en que el país combate la COVID-19, y las familias permanecen en el hogar para cumplir con el aislamiento social, y las altas temperaturas implantan nuevos récords en esta etapa del año, carecer de electricidad por más de 48 horas, constituye una prueba de fuego, con las consiguientes molestias a la población.
Así sucedió el pasado domingo y lunes, en los circuitos 166, 167, 168, 169, 170 y 171, que ocupan las barriadas del Condado Norte, Virginia, Chamberí y José Martí, dejándose de prestar los servicios equivalentes a 19 MW.
Sin embargo, para los eléctricos del patio, hay misiones difíciles, pero no imposibles de vencer, y con el altruismo que los caracteriza, como lo han demostrado tras el paso de huracanes, asumieron una vez más su protagonismo con la valentía.
Bárbaro Bermúdez Ramírez, director general de la Empresa Eléctrica de Villa Clara, expresó que, en busca de soluciones ante la crítica situación, estudiaron alternativas posibles a aplicar, y comenzó el arduo trabajo a cargo de brigadas de linieros. De esta forma, a las 8:00 de la noche del propio domingo, se restablecieron los circuitos 166 y 168, y parte del correspondiente al consejo popular José Martí.
Más de 40 horas dedicaron a la faena, y a la 1:25 a.m. del martes 13 de abril, daban por terminada la encomienda. Sin embargo, correspondió al grupo de personal de línea y de subestaciones, permanecer aquí hasta estabilizar el sistema.
«La tarea conllevó a instalar un nuevo interruptor de barra, y construir dos salidas de líneas, para alimentar los circuitos 170,171, 167 y 169 este último, el más grande de Santa Clara, que comprende parte del Condado Norte y Sur, y el Chamberí, pues el 166 y 167 ya habían recibido alimentación a través de la Subestación Santa Clara Industrial ».
Insiste Bárbaro que hubo que hacer cálculos de consumo, los que arrojaron que había una carga superior a la normalmente registrada en los meses de julio y agosto, ante el excesivo calor y la permanencia de más personas en las viviendas, que hacen un mayor uso de los equipos electrodomésticos.
Cuatro brigadas del Centro de Operaciones, cinco de la UEB Santa Clara, dedicadas a la instalación de líneas, y seis carros de apoyo, con la ayuda de ETECSA, afrontaron la imperiosa encomienda, a quienes se unió el director técnico de la Empresa Eléctrica, Juan Carlos Rodríguez Pérez; el ingeniero Juan Antonio González González, y el especialista en Transportación, Leandro León Caballero, al tanto del aseguramiento de la logística y alimentación.
«Cuando vi llegar al jubilado Francisco Caballero Valdés, con su uniforme de liniero, para ayudar en lo que fuera, me convencí del alto sentido de pertenencia de nuestros trabajadores hacia el sector », me comentó Juan Carlos emocionado.
Por su parte, Mario Hurtado Farías, jefe de Brigada de la Subestación Gran Panel, recuerda que a las 5:00 de la mañana del lunes, habían concluido el andamiaje de líneas y las protecciones mínimas, pero en ese momento resultó imposible dar servicio, ante la humedad imperante en la instalación.
«Fue entonces que empezamos la limpieza de pizarras para quitarles el hollín. De ahí que el personal dedicado a las protecciones eléctricas, tuviera que permanecer aquí todo el tiempo, hasta estar bien seguros de la arrancada ».
Ahora sienten alivio, y a la vez satisfacción, tras devolverle la luz a los santaclareños, luego de tantas horas de tensión.
No obstante, para elevar la fiabilidad del sistema, este viernes deberán afectar nuevamente el servicio en el horario del día, de los circuitos 170, 171 y 167 (José Martí y Virginia), y por la tarde el 169. Una operación necesaria que no deben postergar.
Ante sucesos como este, una vez más se puso a prueba la unidad e inteligencia colectiva de un sector aguerrido, que también se ha ganado el aplauso de los villaclareños.