¿Qué sentimientos experimentan los villaclareños en tiempos de la COVID-19?

Las reacciones emocionales negativas provocadas por la COVID-19 comienzan a ser un nuevo fenómeno social al que han de enfrentarse nuestros especialistas. 

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Residentes en comunidad de Castaño durante el período de cuarentena.
Las personas residentes en lugares sujetos a cuarentena pueden sufrir los efectos psicológicos del confinamiento. (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Yinet Jiménez Hernández
Yinet Jiménez Hernández
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28 Mayo 2020

Los especialistas del Centro de Bienestar Universitario y el Departamento de Psicologí­a de la UCLV han desarrollado diferentes investigaciones para evaluar indicadores de salud mental en tiempos de la COVID-19. Esto ha sido posible gracias a los espacios de interacción con la población villaclareña como la lí­nea ayuda, los programas de radio y las redes sociales.

«Ante esta enfermedad, que representa un peligro para la vida y cierto grado de incertidumbre, es común que las personas experimenten emociones negativas como miedo, ansiedad, frustración, tristeza, irritabilidad, insomnio y agotamiento emocional…

«Otros elementos estresantes que se agudizan con el incremento del aislamiento son la frustración y el aburrimiento, debido a la pérdida de rutinas diarias y la reducción del contacto social », explicó a  Vanguardia  la Dra. C. Idania Otero Ramos, profesora del Departamento de Psicologí­a.

Algunos resultados preliminares indican que las mujeres experimentan mayores niveles de miedo. Según las especialistas, esta última apreciación ratifica la importancia de incorporar el enfoque de género a las acciones de prevención.

También, los adultos mayores y las personas que conviven con enfermedades crónicas no transmisibles u oncológicas, las familias con niños que demandan atenciones educativas especiales, entre otras, se encuentran incluidas en los grupos más vulnerables de sufrir afecciones psicológicas.

Según la Dra. C. Evelyn Fernández Castillo, coordinadora del Centro de Bienestar Universitario, el equipo de especialistas enfoca sus charlas, debates y boletines semanales hacia esas problemáticas. En este sentido, accedió a responder algunas de las interrogantes más comunes:

¿Es cierto que los efectos psicológicos de la pandemia tendrán efectos a largo plazo?

A nivel mundial se anuncia que luego de la pandemia, otra pandemia de enfermedades mentales y del comportamiento pudieran afectar: aumentos sustanciales de ansiedad, depresión, soledad, violencia doméstica y abuso infantil.

«Si comparamos esto con otros paí­ses, en Cuba el proceso de la pandemia es diferente, no solo por la cantidad de pacientes positivos y la letalidad alcanzada, sino por la seguridad que han brindado el Estado y el Sistema de Salud. El pueblo ha confiado y por supuesto los villaclareños no nos apartamos de esas vivencias.

«Sí­ existe y existirá incertidumbre. Ahora, más cercanos al perí­odo de recuperación este sentimiento se extrapola a percepciones de í­ndoles económicas. A largo plazo, es posible que continúen, con menor intensidad, el miedo a los rebrotes, la irritabilidad, la preocupación, el estrés, los sí­ntomas depresivos y los problemas de sueño, entre otros ».

¿Cómo se ha preparado el sistema de salud mental para enfrentar los efectos psicológicos de la COVID-19?

Se realiza una atención de salud mental centrados en la prevención. La atención escalonada, la práctica de brindar el tratamiento más efectivo y con menos recursos para los pacientes que lo necesitan. Luego, avanzamos a un tratamiento con más recursos basado en las necesidades de los pacientes.

«Muchas personas han logrado expresar sus sentimientos. Estas formas de respuesta hacen que se fortalezca la capacidad de resiliencia, entendida como la habilidad para ver de una manera nueva la realidad y superar las adversidades ».  

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