La otra cara del surco

Defensor a ultranza del medio ambiente, el Instituto de Investigaciones de Viandas Tropicales (Inivit) enfrenta desde las más disimiles plagas hasta la búsqueda de
soluciones derivadas de las carencias de productos ausentes en el paí­s. Una academia siempre pensante en favor de la agricultura cubana.

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Científicos del Instituto de Investigaciones de Viandas Tropicales (Inivit).
Desde este laboratorio, hacen su historia las doctoras Maryluz Folgueras Montiel y Lilian Morales Romero, junto a los másteres Rosa Elena González Vázquez y Amaurys Dávila Martínez. Una de las satisfacciones es que conciben programas fitosanitarios que sustituyen las aplicaciones químicas por biológicas. (Foto: Carlos Rodríguez Torres)
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
2672
06 Junio 2020

Imagine un campo de yuca defoliado en solo una noche. Larvas que pueden sobrepasar las 50 sobre una planta resultan las causantes, y si bien no ocurre todos los años, tampoco constituye ciencia ficción ni historias fantásticas contadas por los campesinos.

Dos doctoras, Maryluz Folgueras Montiel y Lilian Morales Romero, y la máster Rosa Elena González Vázquez, pertenecientes al Instituto de Investigaciones de Viandas Tropicales, del municipio villaclareño de Santo Domingo, explican   las amargas experiencias vividas.

Como expertas en el manejo de plagas una de las cuatro direcciones cientí­ficas existentes en lo que constituye academia de conocimientos, hablan de un ácaro incluido entre los principales enemigos del tubérculo, capaz de reportar daños considerables, incluso, en las raí­ces frescas.

Sigatoka negra, plaga que afecta al plátano.
Plátano afectado por la sigatoka negra. (Foto: Cortesí­a del Inivit)

Ellas también han sentido las carencias de muchos insumos que encuentran su paliativo en las potencialidades de los medios biológicos, y si de peligros se trata, abren los ojos ante la persistente sigatoka negra, causada por el hongo Mycosphaerella fijiensis, y su incursión devoradora sobre plátanos y bananos. A nivel internacional está calificada como la principal problemática, que reduce la fotosí­ntesis y limita el crecimiento de las plantas, con pérdidas superiores al 50 % en el rendimiento.

¿Y qué decir del tetuán del boniato? Sin duda, el de mayores afectaciones, no solo por la plaga, sino por la falta de riego en muchos lugares, junto a la ausencia de feromonas, asuntos que reclaman otras alternativas.

«Por ello a criterio de Maryluz, hay que ofrecerles a los productores ciclos de capacitación con la forma correcta de manejar las tecnologí­as, sin restar la importancia de combinar agentes quí­micos y biológicos, de manera que los primeros contaminen lo menos posible el ambiente y se utilicen en casos muy necesarios ».

Para nadie es un secreto las limitaciones con los plaguicidas; por eso, en este Año Internacional de la Sanidad Vegetal se incentiva el uso de los bioproductos, entre ellos, uno extraí­do del raquis del plátano, como novedad en el Inivit y en Cuba, destinado al combate de organismos patógenos.  

Las fortalezas del raquis  

Resulta curioso que de algo totalmente inservible surja una especie de inventiva casi «mágica » que ofrezca enormes bondades. Se trata del raquis de los racimos de plátanos (Musa paradisiaca), considerado un residuo de cosecha sin ninguna utilidad ni siquiera en la alimentación animal; sin embargo, ojo con él, porque pudiera convertirse en un contaminante del medio ambiente de no ofrecerle un tratamiento de manera racional.

Quizás resulte una de las pasiones de la Dra. Lilian Morales Romero, debido a que el estudio ha corroborado la presencia en él de una carga microbiológica suficiente ante determinadas bacterias, por lo que puede resultar un biocontrolador biológico por excelencia.

Con los raquis cortados se logra un lixiviado o lí­quido oscuro obtenido luego de colocar los desechos en un sitio especí­fico. Poco a poco va goteando y se acumula el producto en tanques.

Lixiviado obtenido del plátano.
Observe el recipiente que acumula el lixiviado, por lo que el Inivit también aporta a la reducción de contaminaciones del medio ambiente y el mejoramiento de la salud humana sin el uso continuado de los plaguicidas. (Foto: Carlos Rodrí­guez Torres)

A este lí­quido no se le agrega agua. Se obtiene a los 16 dí­as de tener depositado el raquis en su correspondiente sitio, y al mes y medio se dispone de más de 200 litros.

«Aparece como portador de nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y silicio, y se logra un equilibrio entre ellos », precisa la Dra. Lilian Morales, quien argumenta que el cultivo de plátanos y bananos es muy exigente ante los parámetros de nutrición, el riego y el manejo adecuado de la sigatoka negra.

La práctica demuestra que incrementa, incluso, el crecimiento de las plantas, el número de hojas y el peso de las raí­ces en el caso de las vitroplantas. El Inivit se beneficia con el aporte de los productores de Quemado de Gí¼ines, al resultar un polo platanero y disponer de una empresa agrí­cola integral para el beneficio del plátano, por lo cual se convierten   en los que más desechan esos raquis.

Vale decir que Cuba produce, aproximadamente, 64 000 toneladas de plátanos y bananos; pero de este producto fresco un 11 % corresponde al raquis como desecho orgánico, por lo que unas 74 000 t competen a este residuo.

«La investigación unió a todos los cientí­ficos a partir de un sistema integrador, y contamos con la participación de expertos del Centro de Ingenierí­a Genética y Biotecnologí­a (CIGB) de La Habana, así­ como los aportes de la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas y la dirección de Sanidad Vegetal ».

Hoy el Inivit tiene más de 500 litros de ese lixiviado y se hacen pruebas en varios cultivos, entre ellos, la papaya (Carica papaya), pues una planta bien nutrida resiste los embates de las plagas.  

Malanga colocasia, blanco directo  

Algo muy extraño ocurrió en la Empresa Agropecuaria cienfueguera de Horquita allá por 2014 con la malanga del género Colocasia (Colocasia esculenta). El hecho sorprendió a todos, y luego de las investigaciones pertinentes se concluyó que el agente causante de aquel panorama devastador era el Tarophagus colocasiae (M.), considerado un nuevo reporte para la fauna entomológica cubana.

Ha pasado el tiempo, pero no los efectos de la plaga, y entre varios ensayos se determinó que la tabaquina ha propiciado los mejores resultados para su enfrentamiento, tanto en los laboratorios como en el campo.

Plaga que afecta a las plantaciones de malanga.
Plaga que afecta las plantaciones de malanga, el cultivo más indicado para mitigar los impactos de los huracanes. (Foto: Cortesí­a del Inivit)

La Mtr. C. Rosa Elena González Vázquez enfatiza que este bioproducto se logra a partir de los desechos de la industria tabacalera, al utilizar un kilogramo de palillo de tabaco en 100 litros de agua; se deja macerar durante 24 horas y se coloca, posteriormente, con una malla fina. Treinta minutos antes de aplicarlo a las plantaciones se le adiciona un kilogramo de cal, para provocar el efecto tóxico en las poblaciones de insectos.    

Mas, cuál serí­a la sorpresa del equipo al constatar el 80 % de efectividad en el campo y, sobre todo, la presencia de insectos benéficos en los cultivos después de varios dí­as de suministrada la alternativa.

A decir de Rosa Elena González, estos insectos tienden a desaparecer ante el empleo de productos quí­micos; sin embargo, con la tabaquina se mantiene el equilibrio ecológico con buenos resultados palpables entre los productores de Santo Domingo.  

La mira amplia del Inivit  

No hay plaga que ponga en tela de juicio la profesionalidad del colectivo dominicano. Está demostrada a través de los años desde que en 1987 comenzaron su trayectoria. Un defensor de los bioproductos aplicados en los más diversos cultivos, frutales y hortalizas; pero con una misión más abarcadora que no se circunscribe al manejo de plagas.

La dirección del manejo de plagas de la institución prosigue sus alternativas con el uso de extractos de plantas u otras opciones saludables ante la presencia de insectos, hongos, virus o lo que en un momento determinado afecte un cultivo de importancia económica.
Alrededor de un 80 % de las aplicaciones realizadas en las áreas agrí­colas son a base de bioproductos, para el manejo de las plagas o de biofertilizantes que ayudan al proceso de nutrición biológica de las plantas.
No han faltado las acciones con el trip de la flor del frijol, un huésped indeseado que aprovecha las condiciones climáticas favorables, la siembra tardí­a y las dificultades con el paquete tecnológico, para afectar la leguminosa y otros cultivos en el paí­s. Ya en enero de 2020 estaba presente en todas las provincias, excepto en la parte más oriental. Se corroboró que el Megalurothrips usitatus era el insecto causante.

Sepa que no ha faltado el trabajo con la papa, en cuyo jardí­n de la institución existí­an 90 variedades y para el control se hicieron aplicaciones de Trichoderma, un género de hongo presente en la mayorí­a de los suelos cultivables con menor desarrollo de agentes patógenos, y así­ se reduce el empleo de quí­micos.

En medio de todo tampoco puede minimizarse el trabajo sistemático con los productores, y las visitas a los municipios del paí­s dirigidas a compartir conocimientos y enseñar métodos que permitan el manejo integrado de plagas con alternativas viables y sostenibles.

Allí­ están los estudios con la sábila (Aloe vera) y el limoncillo (Cymbopogon citratus) para acciones antifúngicas, sin obviar el uso de la caña santa, considerada por algunos una bendición de la naturaleza, unida al aceite de nim, un insecticida en la agricultura ecológica como forma de mejorar la penetración de esta en las hojas del plátano.

Y no falta la previsión con miras al futuro. Cuba se prepara en un plan de contingencia para impedir la entrada de la raza cuatro de Fusarium, que exterminarí­a las plantaciones de plátano.

Ya en agosto pasado se localizaba en regiones colombianas, y está considerada entre las diez enfermedades más importantes en la historia de la agricultura.

Adelantarse a las condiciones extremas derivadas, también, de los impactos del cambio climático aparece en la agenda de mujeres y hombres que no descuidan, entre muchos detalles, aquellos que propician la otra cara del surco.

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