Julio Ernesto Gomate Arboláez, primer bebé que conoció la COVID-19 en Villa Clara y también en la región central de Cuba.
Ricardo R. González
@riciber91
5469
25 Marzo 2021
25 Marzo 2021
hace 3 años
Les presento a Julio Ernesto Gomate Arboláez. El reprochable virus SARS-CoV-2 ni siquiera tuvo compasión con un bebé de solo 13 días de nacido y se ensañó con su diminuta anatomía. Llegó al Cuerpo de Guardia del hospital pediátrico universitario José Luis Miranda, de Villa Clara, en la tarde del domingo 14 de marzo con ciertas manifestaciones respiratorias y tos ocasional, referidas por su mamá, y una discreta hipertemia.
La Dra. Anisley Salazar Sotolongo recibió el caso en la institución. Comenzaron los exámenes y el interrogatorio profesional. El niño había tenido contacto en días anteriores con una tía que, hasta entonces, era asintomática, pero ya en la jornada dominical su PCR la marcaba como positiva.
Los estudios realizados a Julio Ernesto evidencian que porta la COVID-19, por lo que, sin pérdida de tiempo, es trasladado al hospital militar Comandante Manuel Fajardo Rivero, para cumplir el protocolo de ingreso y recibir la atención necesaria.
La Dra. Anisley acompañó al pequeño hacia esta institución y, junto a su colega Ana María Mederos Herrera, inició los procederes.
Refiere la Dra. íngela de la Caridad Herrera Manso, jefa del servicio de Neonatología del hospital infantil en la provincia, que pasados tres días el menor experimentó ciertas irregularidades, por lo que se activó la guardia de 24 horas de la rama, junto al trabajo de enfermería especializada.
«El pequeño fue reportado de grave. Era necesario situarlo en la incubadora con el correspondiente seguimiento de los signos vitales ante marcadores que reflejaban la infección. En este período no faltó la aplicación de otros medicamentos que reforzaran su sistema inmunológico, y poco a poco se apreció la mejoría, aunque mantuvo el PCR positivo durante diez días.
Y al fin llegó el momento del resultado esperado. Las pruebas realizadas a Julio Ernesto ofrecieron mejores parámetros y pudo hablarse de negatividad. Ello propició el traslado hacia el «José Luis Miranda », a fin de concluir la terapia antimicrobiana, sin abandonar la lactancia materna, que le ha permitido arribar a las nueve libras de peso y mantener buen estado general.
El apoyo de todos
En sus 28 años, Aireli Arboláez Ramírez nunca pensó pasar por estos momentos. Era su primer embarazo, en extremo deseado. Así enfrentó su gestación, que transcurrió de manera normal, y finalizó con una cesárea dada la posición pelviana del feto.
Desde el recinto donde permanecen, la madre contempla a su bebé. No deja de mimarlo con la mirada, e insiste, una y otra vez, en los motivos por los que el SARS-CoV-2 invadió a su niño.
Ahora comprende con mayor claridad lo que muchas veces escuchó: el coronavirus resulta implacable y no tiene rostro, e insiste en la necesidad de preservar al máximo a los recién nacidos en tiempos en que las visitas no resultan aconsejables.
«Cuando me dijeron que mi hijo era positivo, se me unió el cielo con la tierra, no lo creía, empecé a llorar; tan tierno, apenas iniciaba, en medio de esa encrucijada de mis pruebas negativas y la de él positivas. Todo fue tan inesperado », confiesa Aireli al hablar de esos días que nunca quisiera recordar.
Ella, ama de casa, y el padre,que lleva idéntico nombre y ejerce como cuentapropista, aprecian con celo al primer infante villaclareño que debuta con COVID-19 y al más pequeño de todos los contagiados en la etapa pandémica.
«Tengo que agradecer a todo el personal del Hospital Militar y del Pediátrico lo que han hecho por mi hijo. Me sentí igual en las dos instituciones y eso lo llevo en el corazón. También, a todos los directivos, a quienes compartieron cada segundo y a los representantes del Programa de Atención Materno-Infantil (PAMI), porque no me ha faltado el apoyo y la esperanza como la medicina que más necesitaba », reafirma la joven.
«A la vida le agradezco por darme el privilegio de conocer la maternidad, a pesar de esta pequeña herida, y pido mucha salud para mi bebé… ». Entonces, vuelve la vista para contemplar una vez más a su benjamín.