Ni optimistas ni ingenuos hemos de andar los cubanos, ante el capítulo que se abrió el pasado 17 de diciembre con el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos. Ni confiarnos del discurso de los gobernantes de la nación norteamericana sobre empoderamiento del pueblo o beneficios políticos para este, porque la intención expresa de destruir a la Revolución nunca cambiará.
Con tales ideas comenzó su conferencia Lizbeth García Castellón, profesora de la Escuela Provincial del PCC Carlos Baliño, de Villa Clara, para un grupo de profesionales de los medios de comunicación del territorio. Intercambio en el que demostró, a través de hechos históricos concretos, que desde la administración Eisenhower hasta la del actual presidente Barack Obama, se ha mantenido inalterable el objetivo principal de la política estadounidense hacia la isla caribeña, solo han cambiado las tácticas para ejecutarlo.
«Obama dice estar a favor de la derogación del bloqueo para ayudar al pueblo cubano, pero las medidas que ha tomado al respecto no benefician a todo el pueblo, sino a un sector muy particular dentro de este: el de los trabajadores privados », afirmó la profesora Lizbeth García Castellón. (Foto: Manuel de Feria)
«Ahora estamos viendo un soft power para "defender'" los derechos y libertades de los ciudadanos cubanos, pero con el que en realidad pretenden fomentar la oposición interna al gobierno, y para ello apelan al desmontaje de la historia, como recurso esencial. Por eso recalcó la académica debemos aclarar y prever, como decía José Martí, sobre los intereses comunes a ambas naciones para que, ante este nuevo escenario de relaciones, no se desarrollen los elementos temibles del pueblo invitante en perjuicio del invitado ».
Entre los retos a enfrentar por la sociedad cubana, los asistentes a la conferencia convinieron en señalar la necesidad de propiciar el intercambio de las personas con sus representantes políticos y gubernamentales, el aprovechamiento de los espacios de participación ciudadana y potenciar la confianza en los jóvenes. También coincidieron en la importancia de esclarecer los hechos de nuestra historia que podrían ser utilizados por los enemigos para desvirtuar o desmoralizar la obra revolucionaria.
Como reconociera Fidel Castro en 1992, al ser entrevistado por el nicaragí¼ense Tomás Borge, Cuba está más preparada para enfrentar una política de agresión, que para una política de paz. En ese sentido, la prensa, como motor ideológico del proyecto social cubano, requiere voltear su mirada a los asuntos de la realidad nacional y a otros de orden internacional que están estrechamente vinculados al cubano, para enriquecer el discurso periodístico y hacerlo más convincente y cautivador para los receptores.
La conferencia, que llevó por título «Las relaciones Cuba-Estados Unidos: de la historia a los desafíos futuros », se realizó en la sede villaclareña de la Unión de Periodistas (Upec) y contó con la presencia del presidente de la organización gremial en la provincia, José Antonio Fulgueiras.