Redacción Digital
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01 Diciembre 2016

En Santa Clara amaneció temprano. La ciudad no durmió en la noche de este 1 de diciembre. El pueblo en las calles esperaba a Fidel, a su Fidel. Muchas personas aguardaron el amanecer en la Plaza del Che. En el memorial donde reposan los restos del Guerrillero se encontraron dos amigos de lucha, dos revolucionarios de talla universal.

A las 7: 00 A.M. partió el cortejo fúnebre. El lugar en silencio. El corazón apretado. Un cordón de pueblo lo abrazaba. En cada mano banderas, banderas que palpitan, banderas como muestras de amor.

(Foto: Ramón Barreras).
(Foto: Ramón Barreras).
(Foto: Ramón Barreras).
(Fotos: Ramón Barreras).

El parque Vidal volvió a recibir al Comandante. Las notas del himno. Un momento solemne. Un momento de homenaje y dolor.

(Foto:Sadiel Mederos Bermúdez).

Allí­ estaba de nuevo el barbudo, como aquel 6 de enero de 1959, rodeado de pueblo. Este no es un adiós, porque los hombres grandes nunca mueren , este fue un ¡Hasta Siempre, Comandante!

(Foto: Sadiel Mederos Bermúdez).
(Foto: Sadiel Mederos Bermúdez).
(Foto: Sadiel Mederos Bermúdez).

Esta vez, en el trayecto a la inversa de la Caravana de la Libertad, Fidel sí­ pudo pasar por el puente de Falcón, donde recibió el homenaje póstumo del pueblo.  

En la ocasión anterior tuvo que usar un atajo porque el cruce habí­a sido cortado por las fuerzas de la Columna 8 Ciro Redondo, comandadas por el Che, como parte de las acciones de la Campaña de Las Villas.

(Foto: Rayma Elena Hernández Garcí­a).

A las 8:55 A.M. llegó el cortejo fúnebre a Placetas. Se detuvo en el hotel Las Tullerí­as, y los pobladores entonaron el Himno Nacional.

(Foto: Michel Córdoba).

Momentos de la salida de las honras fúnebres de Villa Clara. Ha sido una jornada conmovedora. ¡Hasta Siempre, Comandante!

(Foto: Manuel de Feria).

Trayectoria de la Caravana de la Libertad en Villa Clara

(Infografí­a: Erick Flores).

En horas de la tarde de este 1 de diciembre, el cortejo fúnebre más triste que recuerda la Cuba revolucionaria, ya transita por la provincia de Sancti Spí­ritus. Cabaiguán, la ciudad cabecera y Jatibonico le rinden honores a lo largo del trayecto, el mismo que emprendiera, en sentido inverso, durante las primeras jornadas de 1959. Santiago de Cuba será el destino final. Sus cenizas descansarán, como las de José Martí­, en el Cementerio de Santa Ifigenia.


(Madrugada del 1 de diciembre)

Casi 57 años después de su entrada triunfal en Santa Clara aquel 6 de enero de 1959, Fidel regresa de nuevo a esta tierra, y lo hace como entonces; invicto, victorioso y con muchas metas por cumplir.

En aquella histórica jornada, era un joven cargado de sueños y esperanzas y con un mun ­do de tareas por hacer para honrar lo prometido durante el juicio del Moncada. Los retos eran inmensos, sin embargo la fuerza de huracán que lo caracterizaba y su extraordinario í­mpetu juvenil auguraban la victoria.

Cortejo fúnebre de Fidel en Santa Clara
Poco después de la medianoche, el cortejo fúnebre del Comandante en Jefe hizo su entrada a la Plaza Ernesto Guevara. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

A este territorio regresó muchí­simas veces más para fundar fábricas, escuelas, centros cientí­ficos, enfrentar ciclones, recibir amigos, y también para combatir al enemigo que fo ­mentó el bandidismo en sus montañas como base para sus acciones contra la naciente Re ­volución.

Así­ fue que nació ese amor recí­proco que une a Villa Clara con Fidel, ví­nculos sellados por la presencia en este territorio del Coman ­dante Ernesto Guevara, uno de sus hombres de confianza, a quien dio la bienvenida en 1997, con la misión de que desde este sitio el Che continuara librando y ganando más batallas que nunca.

Vigilia a Fidel en Santa Clara
Las cenizas del Comandante reposaron en la madrugada de este primero de diciembre junto a su amigo de mil batallas, el Che Guevara. (Foto: Juvenal Balán)

Y como no es tiempo para el reposo, hasta aquí­ llegó Fidel otra vez, pasada la medianoche, hasta el campamento del Héroe de la Batalla de Santa Clara, para reunirse con él y los hombres que lo acompañaron en el Frente de Las Villas y la gesta boliviana, y juntos coordinar ideas y nuevas batallas.

Por esas, y otras miles de razones, este miércoles el pueblo villaclareño acudió de manera masiva para recibir a Fidel, tal como hizo aquel Dí­a de Reyes, no para despedirlo. Lo hizo con la solemnidad y el respeto que merece un hombre de su altura. Lo hizo desde el amor y el arte, en una velada que trascendió, con esa fuerza que guardan la música, la danza y la poesí­a, los muros de lo invisible.

Emocionados estaban los santaclareños al saber que en la base del Conjunto Escultórico estaba el invicto Comandante.

Mas, a pesar de la tristeza, la mayorí­a concuerda en que el héroe del Moncada, del Granma, de la Sierra, de Girón y otras tantas epopeyas, no se ha ido. Ahora estará en todas partes; donde quiera que haya una causa justa que defender, un peligro que aceche a la Patria, una injusticia que reparar, una misión solidaria que realizar.

Y al igual que el Che, quien estableció su campamento de lucha en Santa Clara, ahora Fidel marcha hacia Santiago de Cuba para fundar allí­ el suyo, junto a Frank, Abel y otros luchadores, convencido de que aún quedan muchas misiones por cumplir.

La frase pronunciada por un combatiente de la Revolución Cubana, lo resume todo. Si antes éramos invencibles, cómo será ahora que tendremos a Maceo en Occidente, al Che en el centro y a Fidel, junto a Martí­ en Oriente.

Cuando la noche se hizo luz

La oscuridad de la noche no pudo impedir que miles de villaclareños se congregaran a ambos lados de la Carretera Central para recibir a su Comandante en Jefe.

Cascajal, Mordazo, Manacas, Santo Do ­min ­go, Esperanza, Ranchuelo y Santa Clara fueron colmados por todos aquellos que no quisieron perderse la oportunidad de saludar a Fidel, porque él está y estará más presente que nunca en el actuar de los cubanos.

Maidy Gutiérrez, por ejemplo, cargó con toda su familia para rendir tributo a Fidel, un hombre a quien mucho agradece por todo lo que dio a ella y a sus pequeños Lindalba y Leonardo. «Cuando se enferman, nadie me pregunta en el hospital si tengo o no dinero, y eso se llama Fidel ».

El exlanzador de los equipos Villa Clara y Cuba, Isidro Pérez, a pesar de la afectación de sus cuerdas vocales, expresó a través de gestos el por qué vino hasta la Plaza del Che a rendir homenaje al héroe del Moncada. Tan pronto nos identificó, puso dos dedos en el hombro donde portaba la charretera el Comandante y mostró su dedo pulgar en sí­mbolo de agradecimiento.

También el joven Juan José Dí­az Casa ­nova, estudiante del preuniversitario Maria ­no Cle ­mente Prado, dijo que desde pequeño aprendió de su familia a querer a Fidel, por eso sintió el compromiso de cumplir su deber como revolucionario. «Honraré sus cenizas y estaré en la Plaza mientras dure la vigilia organizada por los artistas del territorio en tributo a su memoria ».

Entre las personas que se sumaron al homenaje, también estuvieron decenas de jóvenes extranjeros que estudian en Cuba, y otros llegados especialmente para la ocasión, como An ­tonio Manco, un joven director de cine que reside en Nápoles, Italia; y Nacho Levi, argentino que dirige la Fundación La Poderosa, encargada de salvaguardar la integridad de los niños de esa nación.

Llegamos ayer y nos trasladamos directo a la Plaza de la Revolución en La Habana, hoy estamos en Santa Clara y después iremos a Santiago. Nuestro compromiso con este faro de luz que es Cuba, no tiene lí­mites, por eso estamos aquí­, aseguraron.

Hoy, a las siete de la mañana, la caravana luctuosa continuó su ruta victoriosa hacia el oriente cubano, no sin antes recibir la despedida de los santaclareños, quienes de manera masiva se congregaron para decirle hasta siempre al Comandante. (Con información de la edición digital de Granma)

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