Yudelkys Pérez Jure es ahora una de las muchachas más felices de Cuba. La talentosa villaclareña logró el gran sueño de llegar a una gran final del popular concurso televisivo Sonando en Cuba, en el que ha demostrado su valía cada domingo.
Yude, como le llaman familiares y amigos, deviene ejemplo de perseverancia, pues quedó eliminada en las audiciones de la segunda temporada el pasado año, y este logró llegar a la gran final con la fe y la confianza puestas en su voz.
Aprovechando un breve descanso en medio de los ensayos para el evento de mañana domingo 15 de octubre, la joven cantante conversó en exclusiva vía telefónica con Vanguardia.
¿Qué significa para ti llegar a la gran final de la tercera temporada de Sonando en Cuba en representación de la región central?
Cada vez que recuerdo el momento en que Haila dijo que me escogería, el corazón me tiembla. Es la alegría de que sales tú adelante, y a la vez la tristeza porque se queden tus compañeros, porque aquí nos hemos convertido en una familia. Y con (Yosvany) Lara, ¡pa’ qué!, casi hermanitos, y con Sheila, tenía tremenda tensión.
«Entré contenta de que me salvaran en los tríos, cuando se quedaba uno y se iban dos. Pero me dijeron: “Hay sorpresas, no lloresâ€. Entonces, cuando veo salvado al Indio (Lara) y luego, en los comodines, a Sheila, me puse muy contenta. ¡Qué locura!
¿Qué has aprendido de Haila María Mompié? ¿Cómo ha sido tu relación con ella?
Haila es lo máximo. Como una madre, pendiente de todo: de nuestra familia, de la ropa que nos pondremos, de lo que comemos… Nos llama todas las noches, es un amor de persona. Incluso, la única región donde no se ha ido nadie a casa y nos mantenemos los ocho juntos es la nuestra. Y es que ella lo ha querido así. Nos dijo: «Yo empiezo con ocho y termino con ocho ». Los de la zona central estamos todos. Es lo más grande.
¿Te sientes cómoda con el repertorio escogido para la gran final?
Me siento cómoda en cualquier género que me pongan. El repertorio es ciento por ciento cubano.
¿A quiénes recuerdas en este momento tan importante de tu carrera?
No puedo olvidar a Jesús Sol, mi primer instructor de canto en la Casa de la Cultura Juan Marinello, de Santa Clara; a los tríos con los que he trabajado; a Samuel, a Pepe, a los amigos con quienes compartí en el cabaré Venecia, al maestro Sergio Caballero; a Lazarito, el peluquero, que me enseñó trucos para la actuación en el espectáculo.
«También, a la maestra Yolanda Martínez, directora del Coro Provincial; a mi compañero Carlos, tenor de esa agrupación, y a Maykel Elizarde, de quien aprendí mucho. En fin, a todos los que de una forma u otra me ayudaron a llegar hasta aquí.
¿Qué mensaje les envías a Santa Clara, al pueblo de Villa Clara y a los del centro de Cuba de manera general?
Sé que en Santa Clara están locos porque vaya para allá, sobre todo los vecinos, a quienes les agradezco profundamente por el apoyo que me han dado, y a mi familia. A los amigos de la Casa del Maní Bormey, que también han sido muy amables con el equipo de Sonando en Cuba. Estoy contentísima. Como dije en cierto momento, al yo tener el número 13 en la competencia como Pestano, esta guajira no iba a meter un jonrón con la pelota, pero sí un jonrón musical.