El viceministro de Cultura, Fernando Rojas, pronunció una conferencia magistral sobre la Revolución de Octubre este miércoles 1.o de noviembre, en el marco de la Jornada Estrella Roja, dedicada al centenario del histórico suceso, la cual sesiona en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) de Villa Clara.
En su investigación «Notas para un análisis de la Revolución de Octubre », reflexionó sobre las circunstancias sociopolíticas que determinaron el triunfo de los obreros y campesinos liderados por Vladimir Ilich Lenin en octubre de 1917 en concordancia con el calendario juliano empleado en Rusia zarista, y de las contradicciones teórico-prácticas anteriores y posteriores al proceso.
Rojas comentó que la Revolución bolchevique debe ser recordada, estudiada y analizada con profundidad por lo que representó para la humanidad en cuanto a la ruptura del orden hegemónico capitalista impuesto en el mundo.
«Hoy es importante recordarlo (el acontecimiento) porque no hay una alternativa tan formidable como esa al orden hegemónico capitalista mundial. Al desaparecer la Unión Soviética se perdió una alternativa de esa fortaleza, a pesar de los defectos que pueda haber tenido aquel proceso que también son parte de estos análisis y no se pueden ignorar », manifestó.
Recordó, además, los grandes aportes del naciente Estado de los soviets en el campo de la cultura en todas las manifestaciones, y señaló también los errores de política cultural cometidos, que provocaron nefastas consecuencias dentro del proceso revolucionario.
«[....] Resultaron dañinos para enfrentar la batalla cultural con el sistema adverso. Los errores de política cultural, que tuvieron que ver con dogmas, rechazos a la realización de la cultura universal, con una retirada del apoyo a las formas más experimentales y creadoras del arte y la literatura resultaron nefastos y constituyeron grandes debilidades en esa batalla y no pudieron vencer », argumentó.
Rojas consideró «muy saludable » que los intelectuales cubanos de todas las ramas del arte y la literatura, así como académicos de las ciencias sociales, tengan interés en la historia de la Revolución de Octubre, y que resultaba difícil que en otro país se hicieran tantas actividades dedicadas al gran acontecimiento histórico como en Cuba, pues la isla, por nuestra propia experiencia de construcción socialista, tiene la oportunidad de interesarse de manera muy natural por ese suceso.
Cuba ¿revolución o reforma?, un texto necesario
El libro Cuba ¿revolución o reforma?, del intelectual cubano Enrique Ubieta, fue presentado en la Jornada Estrella Roja, en la que el propio autor explicó las características del texto que define los conceptos de revolución y reforma a partir de manifestaciones históricas.
Expone Ubieta que los temas abordan «la lucha cultural entre el capitalismo y el socialismo, cuyo nudo gordiano es la relación de lo individual y lo colectivo » y que «sigue el hilo conductor de la propuesta cultural que intenta restaurar el capitalismo en Cuba ».
El autor señaló que un revolucionario no puede permitirse la mirada reformista, que se ha manisfestado de diferentes maneras a lo largo de la historia, y que tiene sus propias características, como es la desconfianza en las posibilidades de un cambio radical, lo cual no se refiere a la toma del poder por medio de la violencia, sino a una intensión radical de transformación de la sociedad.
En el texto, el periodista y ensayista estudia ambos conceptos a raíz del análisis de los hechos históricos desarrollados en Cuba desde el siglo XIX hasta el XXI, aunque no obvia el contexto internacional, pues «la cultura contrarrevolucionaria solo puede entenderse desde un enfoque global ».
Durante la jornada, Ubieta también presentó recientes números de la cuarta época de la revista cuatrimestral Cuba Socialista, en los que aparecen temas como los retos actuales de la izquierda en América Latina, un número dedicado a Ernesto Che Guevara, una antología del pensamiento revolucionario cubano, desde José María Heredia hasta el restablecimiento de las relaciones Cuba–EE.UU, entre otros.