Todo homenaje que se le rinda a Santa Clara es poco por estos 330 años de cultura e historia. Esta dama que se niega a envejecer tiene un aire que atrapa a lugareños y visitantes, con sus calles estrechas y su eclecticismo natural que muchas veces pasa desapercibido.

Esa belleza cotidiana es la protagonista de la exposición Ciudad de luz, que la fotógrafa Malú Vilasa inauguró el 10 de julio en la Sala de Historia de la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas. La muestra, que estará expuesta hasta principios de octubre, se montará nuevamente en la Casa de la Ciudad, en noviembre, coincidiendo con la Semana de la Cultura santaclareña.
Vanguardia se acercó a la también arquitecta para conocer los pormenores de esta muestra que rescata la magia de los lugares comunes e invita a descubrir nuevamente la tierra de Marta.
¿Cómo surge esta exposición?
La idea me la propuso el vicerrector de Extensión de la universidad, José Antonio Marimón, muy activo en redes sociales, quien vio las publicaciones de mi proyecto fotográfico 365 en mi página oficial TODOMalú, que incluía instantáneas de la ciudad. Entonces me propuso realizar una exposición dedicada al aniversario 330 de Santa Clara. La invitación me resultó muy oportuna, y junto con Daily Herrera, la curadora, realizamos la selección y este es el resultado.
¿Cuántas fotografías la conforman?
Hay 15 fotos que muestran distintos lugares de la ciudad, en diferentes momentos del día, en las cuales Santa Clara es la protagonista, y destacan las fotos de arquitectura.
¿Qué querías mostrarle al público con esta serie fotográfica?
Realmente Daily y yo tuvimos que darle sentido a la exposición, porque las fotos fueron tomadas aleatoriamente para otro proyecto y hubo que buscar coherencia. En 365 tengo varias series de personajes santaclareños, que debimos apartar para darle protagonismo a la ciudad y a la manera en que se nos muestra gracias a la luz.
«La intención es simplemente mostrar detalles, texturas, encuadres, que pueden pasar inadvertidos al caminante porque es la misma ciudad de cada día, las mismas calles, y a veces nos perdemos el encanto del sol cuando va cayendo la tarde y se refleja en una determinada superficie. La idea es mostrar todo eso que la gente se pierde por estar inmersa en el bullicio de la vida cotidiana ».
¿Cómo elegiste estos lugares? ¿Cómo encontraste la magia en esos sitios, en el momento exacto?
Cuando camino a cualquier hora, mentalmente voy tomando fotos de todo lo que veo. Es como si la mirada se me fuera siempre hacia estos sitios, como si estuviera buscando siempre la belleza donde supuestamente no la hay. Cuando no ando con la cámara, marco mentalmente el lugar y la hora, y vuelvo. Nunca se toma la misma foto, pero gracias a ese mecanismo he tomado instantáneas que me complacen y a las que les tengo mucho cariño.

¿Cuánto tiempo llevas dedicada a este proyecto?
El proyecto 365, de donde nace Ciudad…, tiene fotos que he tomado este año y otras del 2018, cuando la ciudad era parecida, pero no igual. En el caso de la foto del ferrocarril, es antes de la restauración; pero me gustó tanto en su composición que no quise hacer una nueva. Por lo general todas son fotografías frescas, las más antiguas de hace dos años como máximo.
Tienes una gran visibilidad en las redes sociales. ¿Cómo ha sido la relación entre estas y tu desempeño profesional?
Para mí ha representado un crecimiento como fotógrafa. No es que necesite el reconocimiento y la reafirmación de otros, mas es muy placentero que tu trabajo llegue a los demás. Si no tuviera ningún tipo de elogio, seguiría tomando fotos. Pero las redes sociales te dan esa otra mirada, son muchos ojos sobre tus fotos. En mi caso, las comparto en varios grupos de cubanos y santaclareños por el mundo, y su visión es diferente, porque ven la ciudad con nostalgia, siento que ellos me lo agradecen, y me complace regalarle a alguien un pedacito de felicidad.
«Para mi sorpresa, hay imágenes que no pensé tendrían tanto impacto. Eso me ha hecho reflexionar, y a partir de ahí he intencionado otro tipo de fotos y he regresado a esos lugares a repasarlos de otra manera, porque son diferentes la mirada del artista y la del observador.
«Sin embargo, si mañana cierra Facebook, seguiré haciendo fotos; las redes me han enriquecido, pero continuaré haciendo fotos más allá de ellas, incluso cuando no tenga cámara ».

Una pregunta que se impone porque estamos en un mes de homenaje por el 330. ¿Qué significa Santa Clara para Malú?
Santa Clara es mi segunda casa, pues soy espirituana. Vivo aquí hace 18 años, casi la mitad de mi vida. Es el lugar donde terminé de crecer, yo diría que es el sitio donde me quiero morir (risas), pero no ahora, pues me quedan por hacer muchas fotos todavía.
¿Qué proyectos tienes próximamente?
Quiero continuar fotografiando la ciudad, pero de otra manera. Si en esta exposición me moví por distintos lugares, en la siguiente voy a estar en un único lugar haciendo las fotos, en distintos momentos del año. Tengo varios sitios que son nodos de ciudad, muy circulados por vehículos, por personas, y quiero hacer una fotografía estática en ese lugar. Por ejemplo, el parque Vidal es el mismo espacio donde ocurren diferentes eventos, pero en la Feria del Libro, en la Fiesta de la Danza o en los festivales se mueve de distintas maneras. Luego quiero hacer un collage de fotos en un gran formato.
«Es un proyecto que tengo que pensármelo desde el punto de vista económico, porque cada escenario ocuparía mucho espacio y resulta una gran inversión. También valoro otras ideas vinculadas a la naturaleza y a la fotografía conceptual, pero este es el proyecto que se avecina ».