Ni en tiempos de coronavirus la literatura pierde su preponderancia en el panorama cultural de nuestro país. De hecho, como ha ocurrido en cada momento de la historia, un buen libro puede ser el paliativo ideal para contrarrestar el tedio y llenar el vacío en las horas libres.
Por ello, el Ministerio de Cultura y la Dirección Provincial de Cultura en la provincia, decidieron celebrar el Día del Libro Cubano, de un modo acorde con estos momentos en lo que resulta imprescindible quedarse en casa: un streaming con lecturas de poesías de algunos poetas villaclareños, junto a la música del trovador Leonardo García.
Así se unieron Yamil Díaz Gómez, Ricardo Riverón y Arístides Vega Chapú para demostrar que la literatura es capaz de atravesar epidemias para llegar a un público ávido de buen arte.

Con un mensaje claro que demuestra la importancia de quedarse a salvo en el hogar, estos artistas se sumaron a las múltiples iniciativas que a diario se realizan para aliviar y levantar los ánimos en la población.
«Como todo ciudadano responsable, estoy cumpliendo las normas que se nos orientó para combatir el viruscomentaba Yamil minutos antes de que comenzara la transmisión Les recomiendo a todos mantenerse atentos a la información que se da por los medios, seguir las medidas higiénicas y dedicar este tiempo a la buena lectura. Esto nos consolará y nos dará fuerza hasta que llegue el fin de esta crisis ».
Por supuesto que personas de letras no podían dar otra recomedación para estos días en que el aislamiento social salva vidas. Ricardo Riverón, con su poema No estés donde no faltas, dedicó unos minutos a exaltar esta tierra que lo vio nacer y que tanto se extraña desde el extranjero y que no se olvida, en estos tiempos donde Cuba se crece más a cada instante.

«La poesía es una de las terapéuticas que salvan al ser humano de la angustia, de la desesperanza y que resulta un paliativo en momentos en que las personas están preocupadas por sus vidas. La poesía nos ayuda a todo: a trabajar, a amar, a crear », explicó el autor de Irrelevancia crónica y Morir con otras almas.
«En estos días podemos dedicarnos a una serie de hábitos y costumbres que habíamos perdido como el arte de la conversación dentro de la familia o leerles a nuestros niños Las mil y una noches o El principito », continuó el literato zulueteño.
También Arístides Vega pidió a los villaclareños que se quedaran en casa, junto a su familia, convencido de que en cada hogar existe una biblioteca por más pequeña que sea, que nos puede brindar infinitas historias llenas de atractivo.