
Villa Clara tuvo la oportunidad de recibir en diferentes momentos al inolvidable Eusebio Leal Spengler, improntas indelebles que nos legó. San Juan de los Remedios, Caibarién, Santa Clara acogieron en su seno al Historiador que sobrepasó los restos del antiguo muro de La Habana Vieja para extender su mano, ayudar y apoyar donde quiera que el patrimonio cubano le necesitase.
Como bien expresara Irina Gutiérrez Pérez, directora del Centro Provincial de Patrimonio de Villa Clara, todavía se sienten a flor de piel sentimientos encontrados debido a la partida física del extraordinario Eusebio, el pasado 31 de julio.
Sobre sus recuerdos del «hombre de La Habana », Irina cuenta:
«Los directores de los centros provinciales de patrimonio teníamos el privilegio de recibir cada mes una correspondencia con el programa cultural de la Oficina del Historiador, libros de la Editorial Bologna, almanaques, juegos de postales, siempre acompañados de una carta de su puño y letra. En mi caso, constituía un gran tesoro porque nada más ver su firma te hacía sentir muy importante ».

(Foto: Cortesía de Liván Díaz Yanes)
Rememora Irina que en el año 2009 se realizó un grupo de actividades organizadas por el Centro de Patrimonio en homenaje al centenario de la muerte de Doña Marta Abreu de Estévez. Una de ellas consistió en peregrinar a su tumba en el capitalino Cementerio de Colón, en la que participaron intelectuales de la ciudad, miembros de la Uneac, la promotora cultural Marta Anido y especialistas de Patrimonio.
«Le enviamos a Eusebio una invitación de cortesía por si nos quería acompañar, pero jamás me imaginé que cuando nos bajáramos de la guagua ya él iba a estar ahí. Nos estaba esperando con unas flores rosadas preciosas, que yo no había visto nunca antes, para homenajear a doña Marta. Con una humildad tremenda nos recibió y dijo que se encontraba allí para acompañar el tributo villaclareño a su Benefactora. Inmediatamente me dio la palabra y presenté a las personas. Nunca lo voy a olvidar ».
Eusebio dedicó unas palabras a Marta Abreu, y sirvió como guía a los visitantes en un recorrido dentro del propio cementerio. Habló de los valores de la arquitectura funeraria y las perspectivas que había con la restauración de la necrópolis.
«Ha sido una de las experiencias más importantes de mi vida, escucharlos de su voz, la emoción que ponía en cada palabra, además del cariño y respeto con que nos recibió. Fue muy bonito para todas las personas que asistimos ».
Eusebio impresionado
Eusebio estuvo en Santa Clara en el año 2011 a raíz de la reinauguración del teatro La Caridad, ofreció una conferencia en la Biblioteca Provincial Martí, anduvo por el parque Vidal, y entró al vetusto coliseo. También, llegó al museo azucarero en el antiguo central Marcelo Salado, y recorrió la ciudad de Caibarién donde quedó impresionado con la escultura de José Martí en el paseo de ese lugar.

«Me estimuló para que hubiera escuelas de oficio en nuestra ciudad, recuerda Irina. Me transmitió toda la experiencia que ese tipo de institución podía aportarnos y me dijo: “No le permitas a nadie decir que tu ciudad es fea, deteriorada. Tu ciudad es hermosa, y en la medida en que puedan hacer más cosas para ponerla más linda, háganloâ€.
«Me dijo cosas preciosas de Santa Clara, del Parque, de sus flores, de los árboles, de las personas, de los edificios. Tuvo tantas palabras de elogio con la ciudad que realmente quedé muy estimulada para seguir trabajando.
«Hubo un momento en que estuvo al frente de la Comisión Nacional de Monumentos. Yo tuve la oportunidad de asistir a la Comisión Nacional donde él le entregó la dirección a Gladys Collazo, que en ese momento era la presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio, fue en la Casa de las Tejas Verdes, en 5.a Avenida, Miramar. Me contó cómo había sido el resultado de su paso por ese trabajo.
«No creo que haya un solo cubano en nuestro país que no conozca quién era Eusebio Leal, que no haya sentido su partida y que no tenga una anécdota, un agradecimiento o conocimiento de la vida de este gran hombre. Además, tenía una asombrosa sencillez en su trato.
«Soy una persona privilegiada, porque lo pude tocar, besar, saludar, mantener correspondencia con él, estar presente en actividades a las que asistió. Estoy en deuda, hasta después de retirada, por todas las cosas que mi grupo de trabajo pueda hacer por la ciudad y por la provincia ».
Marta en el corazón de Eusebio
El arquitecto Guillermo Jesús Pérez Alonso (Guille), especialista del Centro Provincial de Patrimonio, no estuvo estrechamente vinculado a Leal; sin embargo, las pocas veces que compartió con él quedó maravillado por la manera en que defendió la importancia de la conservación del patrimonio de la nación desde su responsabilidad como historiador de la Ciudad de La Habana, pero que abarcó a Cuba entera.
«Siempre he tratado de tener presente por todos los medios las palabras de Eusebio en cualquiera de sus discursos. No solamente relacionado con el Patrimonio tangible, sino con todo aquello más allá de lo que significaba la nación y la cultura cubana.

«Guardo dos momentos con él. Realmente, el hecho de compartir con Eusebio deja mucho más de lo que uno puede tener como incentivo en la vida personal. Inolvidable la ocasión del homenaje a Marta Abreu en el cementerio de Colón, donde nos hizo un panegírico de la Benefactora.
«Fue reconfortante compartir con esa persona que nos esperó en el camposanto con tremenda naturalidad, nos atendió y, sobre todas las cosas, se refirió a Marta Abreu con el mismo cariño que uno le tiene como coterráneo. Elogió la figura de la mujer y de la patriota, y nos dijo que sabía que los santaclareños en determinados momentos habían hecho gestiones para llevarse los restos de su Benefactora para su lugar de origen.
«Hizo una reflexión desde una perspectiva nueva para mí mirado así. No nos dijo directamente que estuviera en desacuerdo, pero manifestó que el hecho de que Marta Abreu esté allí glorifica al Cementerio de Colón, donde descansan también otras grandes personalidades. Añadió que sería como pretender ahora traer los restos de Martí de Santiago de Cuba para La Habana, o sacar a Maceo de El Cacahual y llevarlo para su ciudad natal.
Según Guillermo, aquella reflexión le hizo ver la dimensión que Eusebio tenía de Marta, y llegó a comprender y sentir orgullo de que la gran patriota se halle junto a Luis de Estévez en la necrópolis habanera. «Cada encuentro con el historiador era una lectura y una lección sobre los valores patrióticos de este país », dijo.

Otro momento inolvidable para el especialista de Patrimonio ocurrió durante la preparación del aniversario 60 de la Universidad Central de Las Villas. Dentro de los planes figuraba erigir un monumento a Marta Abreu dentro del recinto de altos estudios, pues no había allí nada que recordara a la insigne mujer que tanto le había dedicado a la educación en su época.
«Se empezó a gestar el monumento con artistas de Santa Clara y fuimos a La Habana para ver a Eusebio, que por entonces se encontraba al frente de la Comisión Nacional de Monumentos, y transmitimos la idea de esa obra. Como la Universidad Central es Monumento Nacional, debíamos tener la anuencia y el aval de la institución.
«Eusebio nos recibió junto al doctor Félix Julio Alfonso, y tuvimos en su oficina una pequeña conversación de no más de diez minutos, que para mí fue todo un día, porque escuchar hablar a Eusebio significaba mucho.
«Una de las primeras reflexiones que él hizo a manera de comentario interno era cuestionando por qué había que buscar tantos permisos para que en Santa Clara se erigiera un monumento a Marta Abreu en la Universidad. No obstante, nos alentó a emprender los trámites para ello.
«A partir de ahí se interesa por los detalles propios de la escultura e indaga por el material con que se realizaría. Le dijimos que se pensaba fundir una pieza de hormigón y sobre ella tallar la figura. Y él inmediatamente dijo: “No, no, no, Marta Abreu merece lo mejor. Por lo tanto ese monumento será de bronce que correrá por mi Oficina, y se confeccionará en Fundiciones Caguayo. Vamos a tramitarlo para que Marta Abreu salga dignificada†».
Y así fue. Cumplió. Me conmueve recordar la devoción con la que Eusebio hablaba de Marta Abreu, escucharlo con aquel conocimiento ingente que tenía de la cultura, y sobre todo, me hizo ver que su compromiso no era solo con La Habana, sino con la nación, y todo lo referido a la dignificación de la historia y la cultura cubanas. Ese era Eusebio Leal ».