«No permitas a nadie decir que Santa Clara es fea »

La impronta de Eusebio Leal en Villa Clara se siente de manera profunda por quienes tuvieron la oportunidad de departir con el inolvidable historiador en sus visitas a la provincia.

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Eusebio Leal firma el libro de visitas de la Biblioteca Provincial Martí, en Santa Clara, Cuba.
Eusebio Leal cuando firmó el libro de visitas de la Biblioteca Provincial Martí. (Foto: Centro Provincial de Patrimonio Cultural)
Francisnet Dí­az Rondón
Francisnet Dí­az Rondón
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10 Agosto 2020

Villa Clara tuvo la oportunidad de recibir en diferentes momentos al inolvidable Eusebio Leal Spengler, improntas indelebles que nos legó. San Juan de los Remedios, Caibarién, Santa Clara acogieron en su seno al Historiador que sobrepasó los restos del antiguo muro de La Habana Vieja para extender su mano, ayudar y apoyar donde quiera que el patrimonio cubano le necesitase.

Como bien expresara Irina Gutiérrez Pérez, directora del Centro Provincial de Patrimonio de Villa Clara, todaví­a se sienten a flor de piel sentimientos encontrados debido a la partida fí­sica del extraordinario Eusebio, el pasado 31 de julio.

Sobre sus recuerdos del «hombre de La Habana », Irina cuenta:

«Los directores de los centros provinciales de patrimonio tení­amos el privilegio de recibir cada mes una correspondencia con el programa cultural de la Oficina del Historiador, libros de la Editorial Bologna, almanaques, juegos de postales,   siempre acompañados de una carta de su puño y letra. En mi caso, constituí­a un gran tesoro porque nada más ver su firma te hací­a sentir muy importante ».

Eusebio Leal visita el Monumento a la Acción contra el Tren Blindado, en Santa Clara.
El Historiador de La Habana en el Monumento al Tren Blindado en una de sus visitas a Santa Clara.
(Foto: Cortesí­a de Liván Dí­az Yanes)

Rememora Irina que en el año 2009 se realizó un grupo de actividades organizadas por el Centro de Patrimonio en homenaje al centenario de la muerte de Doña Marta Abreu de Estévez. Una de ellas consistió en peregrinar a su tumba en el capitalino Cementerio de Colón, en la que participaron intelectuales de la ciudad, miembros de la Uneac, la promotora cultural Marta Anido y especialistas de Patrimonio.

«Le enviamos a Eusebio una invitación de cortesí­a por si nos querí­a acompañar, pero jamás me imaginé que cuando nos bajáramos de la guagua ya él iba a estar ahí­. Nos estaba esperando con unas flores rosadas preciosas, que yo no habí­a visto nunca antes, para homenajear a doña Marta. Con una humildad tremenda nos recibió y dijo que se encontraba allí­ para acompañar el tributo villaclareño a su Benefactora. Inmediatamente me dio la palabra y presenté a las personas. Nunca lo voy a olvidar ».

Eusebio dedicó unas palabras a Marta Abreu, y sirvió como guí­a a los visitantes en un recorrido dentro del propio cementerio. Habló de los valores de la arquitectura funeraria y las perspectivas que habí­a con la restauración de la necrópolis.

«Ha sido una de las experiencias más importantes de mi vida, escucharlos de su voz, la emoción que poní­a en cada palabra, además del cariño y respeto con que nos recibió. Fue muy bonito para todas las personas que asistimos ».  

Eusebio impresionado  

Eusebio estuvo en Santa Clara en el año 2011 a raí­z de la reinauguración del teatro La Caridad, ofreció una conferencia en la Biblioteca Provincial Martí­, anduvo por el parque Vidal, y entró al vetusto coliseo. También, llegó al museo azucarero en el antiguo central Marcelo Salado, y recorrió la ciudad de Caibarién donde quedó impresionado con la escultura de José Martí­ en el paseo de ese lugar.

Eusebio Leal visita el teatro La Caridad, de Santa Clara.
Eusebio en el teatro La Caridad en el año 2009. (Foto: Cortesí­a de Liván Dí­az Yanes)

«Me estimuló para que hubiera escuelas de oficio en nuestra ciudad, recuerda Irina.   Me transmitió toda la experiencia que ese tipo de institución podí­a aportarnos y me dijo: “No le permitas a nadie decir que tu ciudad es fea, deteriorada. Tu ciudad es hermosa, y en la medida en que puedan hacer más cosas para ponerla más linda, háganlo”.

«Me dijo cosas preciosas de Santa Clara, del Parque, de sus flores, de los árboles, de las personas, de los edificios. Tuvo tantas palabras de elogio con la ciudad que realmente quedé muy estimulada para seguir trabajando.

«Hubo un momento en que estuvo al frente de la Comisión Nacional de Monumentos. Yo tuve la oportunidad de asistir a la Comisión Nacional donde él le entregó la dirección a Gladys Collazo, que en ese momento era la presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio, fue en la Casa de las Tejas Verdes, en 5.a Avenida, Miramar. Me contó cómo habí­a sido el resultado de su paso por ese trabajo.

«No creo que haya un solo cubano en nuestro paí­s que no conozca quién era Eusebio Leal, que no haya sentido su partida y que no tenga una anécdota, un agradecimiento o conocimiento de la vida de este gran hombre. Además, tení­a una asombrosa sencillez en su trato.

«Soy una persona privilegiada, porque lo pude tocar, besar, saludar, mantener correspondencia con él, estar presente en actividades a las que asistió. Estoy en deuda, hasta después de retirada, por todas las cosas que mi grupo de trabajo pueda hacer por la ciudad y por la provincia ».  

Marta en el corazón de Eusebio

El arquitecto Guillermo Jesús Pérez Alonso (Guille), especialista del Centro Provincial de Patrimonio, no estuvo estrechamente vinculado a Leal; sin embargo, las pocas veces que compartió con él quedó maravillado por la manera en que defendió la importancia de la conservación del patrimonio de la nación desde su responsabilidad como historiador de la Ciudad de La Habana, pero que abarcó a Cuba entera.

«Siempre he tratado de tener presente por todos los medios las palabras de Eusebio en cualquiera de sus discursos. No solamente relacionado con el Patrimonio tangible, sino con todo aquello más allá de lo que significaba la nación y la cultura cubana.

Eusebio Leal, junto a la delegación de Villa Clara, rinde homenaje a Marta Abreu.
Eusebio acompañó a la delegación santaclareña que rindió tributo a Doña Marta Abreu de Estévez en el Cementerio de Colón, en el centenario de su fallecimiento. (Foto: Centro Provincial de Patrimonio Cultural)

«Guardo dos momentos con él. Realmente, el hecho de compartir con Eusebio deja mucho más de lo que uno puede tener como incentivo en la vida personal. Inolvidable la ocasión del homenaje a Marta Abreu en el cementerio de Colón, donde nos hizo un panegí­rico de la Benefactora.

«Fue reconfortante compartir con esa persona que nos esperó en el camposanto con tremenda naturalidad, nos atendió y, sobre todas las cosas,   se refirió a Marta Abreu con el mismo cariño que uno le tiene como coterráneo. Elogió la figura de la mujer y de la patriota, y nos dijo que sabí­a que los santaclareños en determinados momentos habí­an hecho gestiones para llevarse los restos de su Benefactora para su lugar de origen.

«Hizo una reflexión desde una perspectiva nueva para mí­ mirado así­. No nos dijo directamente que estuviera en desacuerdo, pero manifestó que el hecho de que Marta Abreu esté allí­ glorifica al Cementerio de Colón, donde descansan también otras grandes personalidades. Añadió que serí­a como pretender ahora traer los restos de Martí­ de Santiago de Cuba para La Habana, o sacar a Maceo de El Cacahual y llevarlo para su ciudad natal.

Según Guillermo, aquella reflexión le hizo ver la dimensión que Eusebio tení­a de Marta, y llegó a comprender y sentir orgullo de que la gran patriota se halle junto a Luis de Estévez en la necrópolis habanera. «Cada encuentro con el historiador era una lectura y una lección sobre los valores patrióticos de este paí­s », dijo.

Escultura de Marta Abreu en la Universidad Central  «Marta Abreu » de Las Villas.
Escultura de Marta Abreu en la Universidad Central de Las Villas que recibió el apoyo de Eusebio Leal para su realización. (Foto: Francisnet Dí­az Rondón)

Otro momento inolvidable para el especialista de Patrimonio ocurrió durante la preparación del aniversario 60 de la Universidad Central de Las Villas. Dentro de los planes figuraba erigir un monumento a Marta Abreu dentro del recinto de altos estudios, pues no habí­a allí­ nada que recordara a la insigne mujer que tanto le habí­a dedicado a la educación en su época.

«Se empezó a gestar el monumento con artistas de Santa Clara y fuimos a La Habana para ver a Eusebio, que por entonces se encontraba al frente de la Comisión Nacional de Monumentos, y transmitimos la idea de esa obra. Como la Universidad Central es Monumento Nacional, debí­amos tener la anuencia y el aval de la institución.

«Eusebio nos recibió junto al doctor Félix Julio Alfonso, y tuvimos en su oficina una pequeña conversación de no más de diez minutos, que para mí­ fue todo un dí­a, porque escuchar hablar a Eusebio significaba mucho.

«Una de las primeras reflexiones que él hizo a manera de comentario interno era cuestionando por qué habí­a que buscar tantos permisos para que en Santa Clara se erigiera un monumento a Marta Abreu en la Universidad. No obstante, nos alentó a emprender los trámites para ello.

«A partir de ahí­ se interesa por los detalles propios de la escultura e indaga por el material con que se realizarí­a. Le dijimos que se pensaba fundir una pieza de hormigón y sobre ella tallar la figura. Y él inmediatamente dijo: “No, no, no, Marta Abreu merece lo mejor. Por lo tanto ese monumento será de bronce que correrá por mi Oficina, y se confeccionará en Fundiciones Caguayo. Vamos a tramitarlo para que Marta Abreu salga dignificada” ».

Y así­ fue. Cumplió. Me conmueve recordar la devoción con la que Eusebio hablaba de Marta Abreu, escucharlo con aquel conocimiento ingente que tení­a de la cultura, y sobre todo, me hizo ver que su compromiso no era solo con La Habana, sino con la nación, y todo lo referido a la dignificación de la historia y la cultura cubanas. Ese era Eusebio Leal ».

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