Si buscamos un grupo de palabras para catalogar a la agrupación villaclareña Quinteto Criollo, no podrían faltar los vocablos cubanía, autenticidad, entrega, profesionalidad, admiración y fidelidad. Sin dudas, al arribar el 22 de abril a su vigésimo quinto aniversario de incansable bregar en el cultivo y salvaguarda de la música campesina y tradicional cubana, su obra se aprecia entre las más reconocidas a lo largo y ancho de la isla.
Surgido en la ciudad de Santa Clara en 1996 en la casa de los padres de Mario Manuel Gutiérrez (Mayito), entonces bajista y luego director el grupo asumió desde entonces un formato vocal e instrumental. El largo camino lo iniciaron Juan Vivino García Pérez (director y laudista), fallecido; Ernestina Trimiño Velazco (cantante y percusionista menor), Juan Carlos Campos Piñeiro (guitarrista y vocalista), Pedro Pérez Quintero, en la percusión, y Mayito.
Sobre el recorrido del grupo hasta el presente, refiere Gutiérrez: «En estos 25 años el Quinteto ha evolucionado. Comenzamos cinco personas y desde el 2010 sumamos seis, porque introducimos en el grupo el tres cubano, que tanta falta hace para hacer los tumbaos. Iniciamos de una manera más rudimentaria tratando de parecernos al quinteto de la trova de Santiago de Cuba, hasta la actualidad en que ya tenemos un sello y sonido propios. También, nos distinguen intereses culturales y musicales afines.
«Hemos tratado de respetar los repertorios tradicionales de la música campesina y cubana, en general. Salvaguardar la joya trovadoresca legada por Sindo Garay, Matamoros, entre otros grandes, y también interpretamos creaciones propias ».
La calidad de la agrupación la avalan sus casi 50 presentaciones en Palmas y Cañas, el programa radial El Guateque de Ernestina los domingos en la emisora CMHW, y las disímiles peñas y actuaciones en todos los municipios de Villa Clara, provincias y giras internacionales en países como Francia, Grecia, Venezuela e Islas Canarias, España.
«Siempre trabajamos con mucho respeto ante el público, con igual rigor lo mismo en Hatillo, Manicaragua, que en otras naciones donde se ha escuchado nuestra música », asegura.
Para Ernestina Trimiño ser parte del Quinteto Criollo «ha influido grandemente porque he podido hacer lo que yo deseaba, que era incursionar en la música de la trova. Eso me ha fascinado siempre.
«Ahora estamos haciendo un trabajo muy bueno con la ayuda de Juan Hernández, músico espirituano, quien tiene mucho conocimiento de ese género y estamos montando unos temas preciosos. Esta es la etapa más linda que hemos pasado pues, aparte de la música campesina, incursionamos en otros géneros », dice.
En ese sentido, el nuevo integrante del grupo, el espirituano Juan Hernández Acosta, a cargo del tres, voz segunda y arreglista, expresa:
«Conozco al Quinteto Criollo en toda su extensión durante sus 25 años. Lo veía por Palmas y Cañas y me fui acercando a la agrupación. Al yo trasladarme a residir en Santa Clara junto a mi hijo, graduado de trompeta en la escuela de arte, Mayito me propuso ocupar una plaza en el grupo lo cual acepté con tremendo orgullo.
«Como director del Sexteto Spirituano tuve la oportunidad de compartir en mi provincia anteriormente con el Quinteto en eventos como el de La Tonada. Para mí es un placer ser parte del grupo, como una inyección de la trova espirituana, trabajando en los arreglos, y con una fusión dentro de los elementos de los tríos lo cual traigo en las venas ».
Por su parte, el laudista Alberto Arteaga Gutiérrez, expresa: «Estar en el Quinteto Criollo es un privilegio porque, además de la calidad profesional musical, hay una calidad humana alta. También constituye una escuela donde todos los días se aprende algo y en estos 25 años me ha aportado muchísimo desde el punto de vista de la música y humano ».
Cabe recordar dentro de la trayectoria del grupo sus participaciones en disímiles eventos y concursos, como Yo soy el punto cubano, la Jornada Cucalambeana recibieron en dos ocasiones El Laúd Cucalambeano, la más alta condecoración entregada por la sectorial de Cultura de Las Tunas, así como en el clásico nacional «Mi tierra es así », del 2018, en el que el desempeño del Quinteto resultó fundamental para la victoria del equipo villaclareño, campeón absoluto en esa edición.
Ha participado en cinco producciones discográficas: Soy la décima guajira y Tonadas campesinas, de la Egrem; con Producciones Colibrí confeccionaron Quinteto criollo, con tremendo jelengue y Quinteto Criollo, la trova de siempre, este último ganador del Premio Cubadisco 2012 y nominado a los Grammy Latinos ese mismo año. Por último grabaron el CD Mi tierra es así, de Bis Music.
El respeto ganado durante estos años por el querido colectivo musical se apreció en el homenaje ofrecido por diferentes amigos e instituciones en la fecha de su onomástico 25, celebrado en el patio del cabaré El Bosque de Artex.
En el encuentro estuvieron los poetas repentistas Eduardo Cruz León, José Manuel Silverio y Antonio la Villa (Jiquí), quienes hicieron volar la imaginación para regalar hermosas décimas a sus estimados compañeros de canturías y guateques. Asimismo, no podían faltar los actores conductores del espacio El Guateque de Ernestina, Yolepsis González y Jismel Alonso.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura en Villa otorgó la distinción Raúl Gómez García a Mario Manuel Gutiérrez, Alberto Arteaga y Pedrito Pérez, por 25 años de labor en el sector cultural.
El Quinteto Criollo recibió reconocimientos del Comité Provincial del Partido, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y el Ministerio del Interior (Minint), las direcciones de Cultura Provincial y Municipal de Santa Clara, la Empresa Provincial Comercializadora de la Música y los Espectáculos Rafael Prats, y la Asociación Hermanos Saíz (AHS).
Igualmente, se sumaron al agasajo la Sucursal de Artex, Editorial Sed de Belleza, la Empresa Provincial de Cine, y la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), entre otros presentes.