Ricardo Riverón Rojas: un hombre con alma de editorial

El reconocido intelectual habla de cómo asume su responsabilidad de Presidente de Honor de la Feria del Libro villaclareña, sobre su vida dedicada a la literatura y del papel del intelectual cubano de estos tiempos.

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Escritor Ricardo Riverón, escritor cubano, Presidente de Honor de la Feria del Libro en Villa Clara 2022.
Riverón es un hombre de profusa labor literaria, un incansable promotor y formador de generaciones de escritores. (Foto: Carolina Vilches Monzón)
Francisnet Dí­az Rondón
Francisnet Dí­az Rondón
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19 Mayo 2022

No pocas personas inmersas dentro del mundo literario villaclareño aquí­ se incluyen tanto académicos, escritores, como el público lector habitual han recibido con beneplácito la designación de Ricardo Riverón Rojas como Presidente de Honor de la Feria del Libro en Villa Clara 2022. Incluso, algunos exclamarí­an «Ya era hora », pues conocen la larga trayectoria del veterano escritor, periodista, investigador, editor, compilador y protagonista en primera lí­nea de la historia del libro y la literatura de los últimos 40 años en la provincia.    

Riverón es un hombre de profusa labor literaria, un incansable promotor y formador de generaciones de escritores. Ha sido artí­fice del surgimiento y desarrollo de la editorial Capiro, y del más reconocido galardón literario de Villa Clara, el Premio Fundación de la Ciudad de Santa Clara, de renombre nacional e internacional. También dirigió la revista Signos, y tiene una vasta obra con premios nacionales e internacionales.

Durante su prolí­fera trayectoria el reconocido autor placeteño ha escrito libros de poesí­a, artí­culos, testimonios, crónicas y décimas, ha colaborado y publicado en numerosas revistas y periódicos, y ha participado en eventos de Cuba y en el extranjero.

Sobre su designación como Presidente de Honor manifestó con la sinceridad y claridad que le caracterizan:

«La única manera de asumirlo es como un gesto de cariño de la ciudad, de la provincia y de los escritores activos hoy en las instituciones literarias. Un gesto que quizás rebase, incluso, el valor de la propia obra, porque poder estar en el centro de atención significa un compromiso y un susto de no estar a la altura. Pero, trataré de cumplir en la medida en que mi fuerza y mis conocimientos me lo permitan.

«La responsabilidad estarí­a en no defraudar al público, sobre todo, en lo que escribo, a quienes les lleguen mis escritos y lo que yo pudiera decir en algún momento. El hecho de ser Presidente de (Honor) de la Feria resulta emotivo, tanto, que pudiera llevar a uno a no ser tan elocuente o tan exacto en lo que dice, pero espero no me suceda. Quisiera agradar a quienes asistan a las actividades en las que yo tenga que hacer uso de la palabra ».

Ricardo Riverón Rojas, presidente de honor de la Feria del Libro de Villa Clara en 2022.
«La única manera de  asumirlo  (Presidente de Honor) es como un gesto de cariño de la ciudad, de la provincia y de los escritores activos hoy en las instituciones literarias »,  manifestó Riverón Rojas.  (Foto: Carolina Vilches Monzón)

Obras como Oficio de cantar (1978), Y dulce era la luz como un venado (1989), La luna en un cartel (1991), La próxima persona (1993), Azarosamente azul (2000), Pasando sobre mis huellas (2002), Memoria de lo posible (2004), El ungí¼ento de la Magdalena (2008) o No me quieras matar, corazón, del 2011, entre otras, reflejan la vasta labor autoral del homenajeado.

«Todo el tiempo lo he dedicado a la literatura, pero más bien promoviendo las obras de otros. Mi literatura se promoví­a de otra manera, pues, como era yo quien organizaba (las actividades), no debí­a yo hacerlo », dice.

Sin embargo, la creación de la editorial Capiro la considera como el hecho más trascendente y que ha marcado su vida dentro del mundo literario.

«Es una institución que ya cumplió 31 años, sigue viva, ha dado a conocer a más de 200 escritores, ha publicado medio millar de libros,   más de 500 000 ejemplares, el público ya la reconoce como suya. Es un logro de esta ciudad que creo va a permanecer. […] Quizás se me recuerde más el dí­a de mañana como el que fundó Capiro, que el que escribió tal o más cual libro ».  

Riverón puede catalogarse de un intelectual sagaz, que toma el pulso del acontecer nacional en todo momento y emite su opinión con valentí­a, elocuencia y confianza en sí­ mismo. Cada comentario, crónica o estampa de la isla que vivimos constituye una clara visión del autor que nos incita a reflexionar y mirar más allá de la calle, la esquina, el barrio, la ciudad…

«Es un deber de un intelectual cubano sobre los procesos culturales, polí­ticos, económicos, sociales que ocurren en nuestro paí­s. Tengo la posibilidad de que algunas revistas me tienen como columnista, y eso es lo que trato de hacer: dar a conocer mi opinión sobre los hechos de lo que está ocurriendo en Cuba en todo momento, a veces de manera polémica, a veces no, pero en la forma en que yo lo interpreto ».

En el evento se podrán hallar dos libros esenciales de su autorí­a: Por décima (e)vocación, de la editorial Sed de Belleza, y Maní­as crónicas, publicado por la editorial Oriente, ambos del 2019, que salen ahora a la luz luego de las dificultades surgidas por la pandemia de la COVID-19.

El primero constituye una recopilación de décimas, mientras el segundo recoge una serie de crónicas con tono costumbrista que el autor fue agrupando con el fin de hacer el libro que ahora podremos disfrutar.

Y así­ continúa Ricardo Riverón Rojas, entre oraciones y párrafos, versos y décimas, entre imprentas y editoriales. Entregando vida y alma a la literatura, a los libros, a los lectores, como hombre de letras incansable e indetenible.

Palabras de Ricardo Riverón Rojas, Presidente de Honor de la XXX Feria del Libro y la Literatura de Villa Clara

Quienes crecimos pasando las páginas de un libro, leí­do a la luz del sol, de la luna, un farol, una vela, o un bombillo de 20 watts, asimilamos las dimensiones simbólicas mejor que quienes, en fracciones de segundos, pantalla mediante viajan, sin moverse un centí­metro, desde Cuba hasta cualquier rincón del mundo. La imaginación construye ciudades, fomenta cultivos, desbroza selvas, embellece montes, husmea las profundidades oceánicas con solo degustar frases y oraciones concebidas desde las infinitas dimensiones y colores que solo las palabras engendran.

Soy lector desde que tengo conciencia del idioma y por ello no vacilo en recomendar, a quienes aún no lo han experimentado, ese desplazamiento en el que cada vocablo en comunión con la subjetividad más í­ntima de cada cual nos adentra en un lugar de La Mancha de cuyo nombre siempre nos acordaremos, o en un Macondo donde ansiamos levitar con Remedios la Bella, o en un Comala donde vive, muerto y graduado de fantasma, nuestro padre Pedro Páramo. O en Santa Clara, a partir de hoy y por cinco dí­as, a la vera de cualquier poema de Carlos Galindo Lena, Jorge Luis Mederos, Arí­stides Vega, Yamil Dí­az, Edelmis Anoceto, Maylén Domí­nguez, Déborah Garcí­a o Frank Abel Dopico, solo por citar unos pocos.

Cada libro un viaje, hacia la luz o hacia el corazón, pero siempre a favor de la inteligencia. Vivir la vida propia y la de otros, la de esa multitud de personajes que poco a poco se van quedando, con sus almas, en la nuestra, constituye la mejor manera de adueñarnos del mundo y ponerlo al servicio de los mejores seres que viven en nosotros, con o sin nosotros. Somos todos los libros que hemos leí­do, todos los sujetos lí­ricos que, con más de veinte poemas de amor y de una y mil canciones desesperadas hacemos la vista gorda ante lo corto que es el amor y lo largo que es el olvido. Y seguimos amando.

Santa Clara, esta ciudad de lumbres mejunjeras, librescas, teatrales, musicales, pictóricas, se alista para celebrar su feria del libro, esas que desde 1981 organiza, con solo dos ediciones canceladas por las limitaciones que impuso la COVID-19. Como es costumbre, este parque se llenará de libros y personas, las salas acogerán los coloquios, recitales, presentaciones, pero sobre todo, el evento nos proporcionará la oportunidad de reunirnos con la alegrí­a de recuperar la cultura como elemento de unión tras los eventos amargos vividos en el último año y las incertidumbres que no cesan de rondarnos en medio de una economí­a que, bloqueo e insuficiencias mediante, hacen de nuestra cotidianidad cultural un desafí­o épico.

Al aceptar el nombramiento de Presidente de Honor de esta feria, no puedo más que sentir un poco de vergí¼enza ante la grandeza de las personas a quienes se dedica a nivel nacional: Luis ílvarez y Alberto Prieto Rozos; no obstante, me siento honrado y ante ellos (o mejor, ante sus obras) me inclino y subordino mi presidencia. Igual celebro que estén aquí­ amigos como Laidi Fernández de Juan, Roberto Méndez, Alfredo Zaldí­var, Omar Valiño, Jesús David Curbelo, Marlene Vázquez, Eugenio Marrón, Moisés Mayán, Antonio López Sánchez, Yaremis Pérez, Leybis Leidys, Roberto Manzano, Jorge Fornet, Luis Yuseff, Zaida Capote, José Luis Serrano, y sobre todo el público, porque alegrarán y llenarán de confraternidad las sesiones que nos esperan para devolvernos el sabor de esas páginas y diálogos desterrados, por la pandemia, a la crueldad del monólogo. Igual agradezco a la Cultura y sus instituciones que me consideraron merecedor del homenaje.

La palabra que se dice con gracia, el verso que el oí­do fija, la reflexión que nos alumbra y nos inquieta, marcarán estos dí­as de magias y amaneceres promisorios, parecidos a esa felicidad que, según Inmanuel Kant, «más que un deseo, alegrí­a o elección, es un deber ». Entreguémonos a esas alegrí­as y esos deberes en esa que seguramente será la feria más esperada y disfrutada por todos.

Sean todos bienvenidos a nuestra feria, amigos y lectores. Sean felices. Ojalá que de estos dí­as salgamos con la sensibilidad restaurada y la grandeza de la palabra en el justo sitio que le corresponde para iluminar aún más a la patria.

Disfrutemos, entonces, la feria del libro de 2022 en Santa Clara.

Muchas gracias.

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