Por primera vez, en Santa Clara, se rindió merecido y digno homenaje al maestro, José Luis Cortés, tras su fallecimiento, el 18 de abril del 2022. Gracias a una hermosa iniciativa, llevada a cabo por ese incansable dúo de artistas y profesores que conforman Osmel Cedeño y Yoanka González, se pudo materializar «En talla con el Tosco», un pequeño, pero sincero evento, resultado de la confabulación de varias personas e instituciones que pusieron su empeño para hacerlo realidad.
Durante la jornada de conmemoración del primer aniversario de la partida física de uno de los más grandes músicos cubanos, la emoción reinó en cada actividad; sobre todo en el barrio que lo vio nacer y crecer, el Condado, donde varios amigos lo recuerdan con especial afecto.
Frente a una de las casas donde residió, ubicada en esquina de San Pedro y Misionero, los vecinos hicieron un alto en sus quehaceres para ser partícipes del acontecimiento. Con música, canto y baile — ¡qué mejor manera! — recordaron al flautista que jamás olvidó a su tierra y su gente.
Los presente disfrutaron del talento de la joven Yenly Nancy Álvarez Castillo, estudiante de flauta de primer año de nivel medio del Centro Provincial para la Enseñanza Artística (CPEA), de Villa Clara; el cantante aficionado Osmani Reyes, de la casa de cultura Chichí Padrón; el dúo Alma Libre, integrado por Osmel y Yoanka; así como el sonero Jorge David Rodríguez Pentón (El Gafa), quien, durante ocho años, integró la icónica agrupación NG La Banda. También, varios amigos de la infancia y vecinos recordaron al viejo compañero de juegos, carreras y andanzas.
Luego, el homenaje continuó en el Centro Provincial de Artes Visuales, con la participación del maestro tresero Maykel Elizarde Ruano y el Ensemble Estudiantil «Alejandro García Caturla», también dirigida por Osmel y Yoanka, que, además de algunos números conocidos de su repertorio, estrenaron una versión del clásico tema de latin jazz Manteca, del gran Chano Pozo. Desafortunadamente, la Camerata Cortés y el crítico musical Oni Acosta no pudieron asistir debido a la adversa situación con el combustible que atraviesa el país.
Pero sí estuvo presente Mercedes Cortés González, hermana mayor del Tosco, quien lo recordó como un gran hombre que ayudó a muchos músicos.
La actividad, en memoria del Premio Nacional de Música 2017, culminó con un derroche de buena música popular bailable en el conocido «malecón», aledaño al teatro La Caridad, con la reconocida orquesta Aliamén, el grupo rumbero Awó Aché y la compañía de danza CODES, quienes hicieron vibrar al público en la calle Lorda a ritmo de son, salsa y rumba.
Cuando existe la voluntad de hacer algo tan noble y justo, sí se puede. A pesar de las difíciles circunstancias y dificultades de toda índole, nada resulta imposible con el empuje de los organizadores —especiales felicitaciones para Osmel y Yoanka— y el apoyo de varios factores, entre ellos, la Dirección de Cultura de Villa Clara, conducida por Serguey Pérez Pérez, la Empresa Provincial Comercializadora de la Música y los Espectáculos «Rafael Prats» y el CPEA.
Ojalá se mantenga esta iniciativa de recordar al maestro, en su querida Santa Clara, en cada aniversario de su partida física. Al menos ya se dio el primer paso con éxito. Y no dudemos que, allá donde se encuentre, el Tosco disfrutó las actividades, y con un gesto peculiar exclamó: «¡Muchachos, están en talla, están en frecuencia!». Nadie lo dude.