Museo de las Parrandas, un eterno compromiso con la historia
El reconocimiento al Museo de las Parrandas, de Remedios, como el mejor durante el año 2022, entre los más de 300 existentes en todo el país, es realmente digno de admirar.
El Museo de las Parrandas recibe constantes visita del público ávido por conocer sus tesoros. (Foto: Cortesía Museo de las Parrandas)
Francisnet Díaz Rondón
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26 Mayo 2023
26 Mayo 2023
hace 1 año
El reconocimiento al Museo de las Parrandas, de Remedios, como el mejor durante el año 2022 entre los más de 300 existentes en todo el país, es realmente digno de admirar. El Comité Cubano del ICOM (Consejo Internacional de Museos) consideró entregarle tan prestigioso galardón por «el trabajo integral y sostenido en su desempeño museológico, en la protección y manejo de sus colecciones y en la comunicación con la comunidad».
Sobre la labor que allí se ha venido realizando Vanguardia indagó con los especialistas Erick González Bello y Juan Carlos Hernández Rodríguez, principales responsables de esta importante institución.
—¿Qué caracteriza al Museo de las Parrandas, qué lo hace único en el país? —La institución fue creada por un reclamo popular, encabezado por un grupo de soñadores que quisieron contar con un espacio en la ciudad donde poder conservar, promover, estudiar y salvaguardar una expresión cultural: patrimonio de las comunidades portadoras y reservorio de su memoria histórica. Una memoria herencia de culturas ancestrales, que comenzaron a emerger a comienzos de 1820 y terminaron por definir el particular modo de ser cubanos de los habitantes del centro norte de Cuba.
«Por otra parte, las colecciones que se atesoran salieron del desprendimiento de este importante grupo social denominado parranderos/parranderas, quienes ofrecieron sus tesoros personales para ponerlos al servicio de la cultura. Por último, y no menos importante, con los años se fue erigiendo como un centro rector del patrimonio cultural inmaterial, inclusivo de otras muchas expresiones populares que —a través de eventos, publicaciones, asesorías a gobiernos y comunidades, y presencia en la televisión, la radio y las redes sociales, ha sabido conducir los destinos de un patrimonio sensible y vivo.
—¿Cuáles fueron las proyecciones y actividades durante el 2022?
—Luego de una etapa tan difícil como la vivida por el mundo a partir de marzo del 2020, el Museo de las Parrandas, con la esperanza de festejar el anhelado bicentenario de la tradición, comenzó a fortalecer los nexos comunitarios desde el acompañamiento, algo que ya había liderado antes de la inserción de las parrandas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en el 2018, y la defensa a ultranza de una expresión totalizadora del pensamiento socio-comunitario.
«Por tanto, arribamos al 2022 con proyecciones y líneas de trabajo bien definidas: el acompañamiento a los grupos portadores en sus diferentes espacios de expresión, el fortalecimiento de la memoria histórica entre las nuevas generaciones, la revitalización de la trasmisión generacional de las técnicas y saberes que fueron reconocidos por la Unesco, el diseño y creación de contenidos inteligentes que logren un raport con nuestros públicos a partir de la emoción visual y cognitiva, y ante la crudeza de los nuevos escenarios económicos, la socialización de una propuesta de "Ruta para la sostenibilidad de las parrandas del centro de Cuba".
«Dentro de nuestra programación habitual se diseñaron acciones que demuestran una maduración en la proyección institucional: se fortaleció el sistema de talleres destinados a la gestión del patrimonio con los diferentes niveles de la enseñanza (La edad de oro, con las vías no formales y preescolar; el taller de creación Por los caminos del güije, para niños de primaria; Los tesoros del saber, para los estudiantes de secundaria, y el taller vocacional Luces de mi ciudad, para acompañar los destinos de los jóvenes). Además, se fortalecieron dos proyectos que son un regalo para los públicos: la tertulia Convergencia, en la que confluyen dos figuras (una del pasado y otra del presente) conectadas por el cultivo de la misma expresión cultural, amenizada por la interpretación del Trío Palabras, y la tertulia De América soy hijo, espacio que provoca una relación con el latinoamericanismo de Martí, a través de la concomitancia de figuras de la música, las letras y expresiones inmateriales de América declaradas Patrimonio de la Humanidad, al tiempo que el cuarteto Folkclas recorre clásicos continentales.
«Sin embargo, una línea importante del trabajo de la institución ha sido siempre la creación de ensayos publicados en libros y revistas de alto impacto, frutos de la investigación científica que han alcanzado reconocimientos como el Premio Anual de Investigación Cultural (otorgado por el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello en 2003 y 2018) y el Premio Academia (concedido por la Academia de Ciencias de Cuba en 2019). Es imprescindible mencionar el regalo que Ediciones Polymita le hiciera al bicentenario de las parrandas con la gestación del libro Las parrandas de Remedios. 200 años de historia y tradición, de la autoría de Erick González Bello y Juan Carlos Hernández Rodríguez, con las espléndidas fotografías de Julio Larramendi. Dicha obra fue presentada en los jardines de la sede nacional de la Uneac, en agosto del 2022 ,con motivo del 61 aniversario de la fundación de esa prestigiosa institución.
«La investigación es una herramienta que fortalece el perfeccionamiento de los servicios culturales que brinda la institución. Motivo por el cual hoy el Museo de las Parrandas es unidad docente y laboral de la Facultad de Humanidades de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas».
—¿Cuáles son las proyecciones y actividades para el año en curso?
—El museo se ha propuesto continuar con la solidez del trabajo, sedimentado en la especialización y profesionalismo de todo su colectivo, tanto técnico como de apoyo a la actividad cultural, siempre comprometidos con la salvaguardia de un patrimonio cultural que nos trasciende.
«Hay que reconocer, además, con un total sentido de gratitud, que el Museo de las Parrandas fue seleccionado por Ibermuseos para representar a Cuba en la Jornada Iberoamericana Museos y Sostenibilidad: herramientas, prácticas y estrategias, a celebrarse en la ciudad de Brasilia entre los días 4 y 7 de julio. Dicho evento será espacio para la superación sobre las prácticas sostenibles que atraviesan las cuatro funciones primarias de los museos: la conservación, la investigación, la comunicación y la educación, cohesionadas por la gobernanza, transversal a todas ellas».
—¿Sobre cuál estrategia reflejan y conservan tantos años de historia de las parrandas?
—La conservación de tanta historia concertada en un espacio geográfico, concreto, es simple: compromiso, sentido de pertenencia, profesionalismo, superación constante y, sobre todo, mirar juntos como equipo en la misma dirección, si bien es cierto que son cualidades hoy ausentes en muchos espacios a lo largo de la geografía isleña.
«Todo ello se refleja en la hermosura de la tesis expositiva, en los procesos de conservación a que sometemos las colecciones y el propio edificio, en los altos grados de satisfacción que expresan los visitantes, nacionales o extranjeros, y en el disfrute que representa para nuestros públicos asistir a cada propuesta que diseñamos para ellos, luego de profundas sesiones de trabajo».
—¿Cómo se vincula el Museo de las Parrandas con la comunidad?
—El vínculo con la comunidad ha sido una constante en el museo desde sus orígenes; incluso, desde la propia concepción mental del proyecto. Por ello rendimos tributo a los fundadores, dos de los cuales todavía suelen encontrarse presentes de diversas maneras: Miguel Martín Farto y Ángel Liñero. Pero, más allá de regodearnos en un pasado, que ha sido glorioso, las generaciones actuales del museo procuramos tender estrategias para sumar al resto de las comunidades declaradas Patrimonio de la Nación y de la Humanidad, y concertar formas de trabajo entre los grupos portadores y los gobiernos.
«Desde que en el 2013 la institución reformuló su nombre como Museo de las Parrandas, comenzamos un constante bregar (acompañamientos, talleres, recepción de valiosas piezas, presencia en eventos…) en pos de la salvaguardia de todas y cada una de estas joyas del patrimonio latinoamericano; riqueza cultural aún no protegida desde todos los ámbitos sociales que tienen compromiso con ella».
—¿Cómo asumen este prestigioso reconocimiento de mejor museo del país?
—Es un gran compromiso con la historia y con la memoria histórica de las generaciones que nos legaron un patrimonio semejante. Saber que se reconoció el Museo de las Parrandas como el Museo del Año en Cuba, durante el 2022, implica para todo el colectivo, ante todo, un noble motivo: vislumbrar que el camino es arduo, lleno de obstáculos, pero hermoso, porque nos sabemos y estamos, nadie lo dude jamás, del lado de los que defienden la nación al ritmo de los tiempos en que nos ha tocado vivir.
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Erick González Bello
Sábado, 27 Mayo 2023 15:31
Gracias. Muchas gracias... por la promoción y el reconocimiento.
Gracias, también, a las comunidades portadoras de la bicentenaria tradición, quienes dan sentido a nuestro desvelo...
Sábado, 27 Mayo 2023 15:31
Gracias. Muchas gracias... por la promoción y el reconocimiento.
Gracias, también, a las comunidades portadoras de la bicentenaria tradición, quienes dan sentido a nuestro desvelo...