Hace 334 años, un grupo de 18 familias remedianas fundó la Gloriosa Santa Clara, según relata el historiador Manuel Dionisio González. En homenaje a esas familias y como recuerdo del 15 de julio de 1689, fecha fundacional, cada año los santaclareños reciben simbólicamente a los remedianos en el Puente de La Cruz.
«Aquellas familias, al cruzar el paso del río, encontraron una cruz de madera, indicaba que allí yacían restos humanos. Esto originó una leyenda recogida por el historiador santaclareño Florentino Martínez, en su libro Ayer de Santa Clara. Esta leyenda enriquece el folclor de nuestro pueblo y resulta muy significativa, por cuanto la cruz permaneció en el lugar, dio nombre al paso del río y al puente construido en 1862. Muy cerca de este sitio, quiso la historia que ocurriera otro acontecimiento. Pero no otra leyenda, sino una realidad que cambió el destino de nuestra ciudad y del país: la acción al Tren Blindado», explicó Hedy Águila Zamora, actual historiadora de Santa Clara.
Al igual que los fundadores de la villa, santaclareños y remedianos llegaron hasta el Parque de El Carmen. A los pies del tamarindo, rindieron tributo a las 18 familias de Remedios y a todos los hijos ilustres de Santa Clara.
Marta Anido Gómez-Lubián, folclorista y etnóloga de esta urbe, expresó: «Gloriosa Santa Clara: el tiempo ha pasado desde aquel 15 de julio de 1689 en que el grupo de familias remedianas dieran vida a la pequeña villa, convertida hoy en nuestra grande y heroica ciudad. Por eso, nos sentimos comprometidos con darle continuidad a la obra que soñaron e hicieron los fundadores. Para ir al futuro, resulta indispensable tomar el hilo conductor del pasado, fortalecer el sentido de pertenencia y justicia de los que nos enseñaron a convertir los sueños en realidad. Esta ciudad ha sido cuna de valientes hombres y mujeres que han enfrentado con dignidad el derecho a la libertad».
La fecha fundacional resulta motivo propicio para rendir tributo a las grandes personalidades de nuestra urbe. En primer lugar, la benefactora, Doña Marta Abreu de Estévez, quien entregó vida y obra por el bienestar y la prosperidad de Santa Clara. Y luego, a los que han dedicado su existencia a enaltecer el nombre de esta ciudad.
Por ello, las autoridades del Gobierno y el Partido en el municipio, a nombre del pueblo de Santa Clara, entregaron las condecoraciones Huésped Distinguido, Hijo Ilustre, la distinción por la Colaboración cultural, así como la Llave y el Escudo de la ciudad. Momento muy emotivo donde reconocieron la trayectoria de personas, que con su quehacer han marcado la vida de la capital provincial.
«Nacerá un árbol. En ese árbol cantarán los días. Junto a su tronco, crecerán los niños, los invencibles héroes del futuro. Del pecho de nuestros hombres y mujeres, brotarán dos ríos y en su humedal, florecerá la historia. Y en su espejo, los pájaros del cielo se juntan en un rayo de luz sobre sus montes —inspirado en un poema de Fayad Jamís», expresó Marta Anido.
En recuerdo del árbol que dio sombra a la fundación de la ciudad, según cuenta la leyenda, los santaclareños sembraron el tamarindo 334 en el bosque de este fruto, a los pies de la Loma del Capiro. Los festejos por el aniversario de Santa Clara culminaron con la presentación, en el Parque Vidal, de la Compañía Teatral Infantil La Colmenita, bajo la dirección de Carlos Alberto Cremata Malberti (Tin), quien recibió el Zarapico, máxima distinción cultural en la provincia.