La cultura en las buenas manos de los jóvenes

El próximo día 20 en cada rincón del archipiélago se celebrará el Día de la Cultura Cubana, fecha principal de una jornada de la que también son protagonistas los jóvenes creadores.

Compartir

Bandera cubana en obra de la plástica.
(Foto: Francisnet Díaz Rondón)
Francisnet Dí­az Rondón
Francisnet Dí­az Rondón
371
13 Octubre 2023

Toda Cuba desarrolla desde el 10 de octubre, cuando se conmemoró el aniversario 155 del inicio de las guerras independentistas, la Jornada por la Cultura Cubana, cuya fecha nacional celebraremos el próximo día 20 en cada rincón del archipiélago y donde quiera que lata el corazón de un hijo de esta tierra, fiel a sus raíces.

En tiempos en que el arte y la cultura necesitan del empuje, la sangre y el espíritu de quienes se dedican a crear y hacer, los jóvenes juegan un papel cada vez más decisivo y trascendental. Decenas de los nuevos que a diario se dedican a brindar su talento al público no cejan en el empeño de contribuir al crecimiento espiritual del pueblo.

Tres cultivadores del buen arte en Villa Clara reflexionan y dan su opinión sobre el papel de la juventud dentro de la cultura, en cuanto a las acciones, desarrollo y salvaguarda en la actualidad.

«Hacer es la palabra de orden para seguir trabajando» 

El actor Adrián Hernández, conocido cariñosamente por sus amigos como el Macao, es uno de los más destacados dentro del ámbito teatral en la provincia. Formó parte de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), organización con la que participó en disímiles actividades en comunidades apartadas y acudió a alegrar a personas afectadas por fenómenos naturales. Con la reconocida obra No importa, llevada a escena por la Compañía Teatral Mejunje, se ha presentado en numerosos escenarios, ganándose el respeto y admiración del público.

«Hablar de la cultura cubana y del papel que jugamos nosotros, los jóvenes, es una pregunta interesante. A partir de la crisis que se está viviendo actualmente, tanto económica como cultural, nos toca resaltar todos los valores que ha defendido la cultura cubana.

«Deben tocarse los temas actuales de la sociedad, en este caso desde el punto de vista de mi especialidad, el teatro; fundamentalmente, dentro del sector más joven que está aquí y ha sido golpeado por la actual crisis migratoria.

Escena de la obra No importa.
Adrián (el Macao), de pie, en una escena de la aclamada obra No importa. (Foto: Francisnet Díaz Rondón)

«Hacer es la palabra de orden para seguir trabajando. Hacer y que te dejen hacer. Es importante dejar que los jóvenes realicen un trabajo cultural, tanto en las comunidades como en los grandes escenarios, pero que tengan esa iniciativa y también apoyo para desarrollar todas estas ideas frescas que tienen muchos a lo largo del país.

«Así se mantendrán vivas muchas tradiciones que aún perduran. Hay que tratar de divulgar más el arte joven, no solo por espacios ya establecidos —festivales, encuentros, talleres, coloquios—, sino abrir otros y darles más visibilidad a muchos creadores noveles que están haciendo un trabajo interesante en diversos lugares.

«Creo que en vísperas de otro Día de la Cultura debemos seguir trabajando y poner a consideración del público todo lo nuevo que puede surgir de la creación. Yo sigo en este centro cultural tan importante como es El Mejunje, con la visión de Ramón Silverio, quien da la posibilidad a los más nuevos para realizar su labor y tener un espacio de acercamiento y formación del público».

La trova villaclareña ganó con la cantautora Yeni Turiño uno de los jóvenes talentos con más carisma y vuelo poético.

«Conocer la historia y estar orgullosos de nuestras raíces»

Miembro de la AHS, ha participado en varios de los más relevantes eventos trovadorescos, como el Encuentro Nacional de Trovadores Longina canta a Corona, Mangle Rojo, Isla Mágica y Encuentro de Cantoras Ella y Yo. En su condición de joven artista se ha involucrado en proyectos como Monte Soy, giras por áreas vulnerables, así como en iniciativas humanitarias entre las que destaca Santa Clara por la Vida.

«La realidad es que no solo los jóvenes artistas, sino todos los cubanos debemos ser defensores de nuestra cultura. Va más allá del arte: va de lo que somos y de dónde venimos, conocer la historia y estar orgullosos de nuestras raíces.

Trovadora Yeni Turiño.
La carismática trovadora Yeni Turiño en su peña La Hormiga Loca, en El Patio de Teresita, del Centro Cultural El Mejunje. (Foto: Francisnet Díaz Rondón)

«¿Cómo la defiendo? Pues desde mi ciudad, desde mi guitarra, desde mis canciones, desde el orgullo que significa para mí ser santaclareña y conocer a tantas figuras importantes que han formado parte de la historia local. Y esas experiencias y esos encuentros son más valiosos que el oro.

«Se han perdido muchísimas tradiciones dignas de recuperar, otras han mutado, pero eso también forma parte de los procesos culturales que, inevitablemente, son resultado de los cambios políticos y económicos que llevan a las sociedades a actuar de una forma u otra.

«Por eso, el Día de la Cultura Cubana no es para felicitar solo a los artistas, como se acostumbra. La cultura va mucho más allá del hecho artístico. Felicitémonos los cubanos y cubanas de todo el mundo, porque cada cual es un ingrediente importante de este gran ajiaco, como dijera Don Fernando Ortiz».

Sensibilizar la comunidad para conservar la cultura 

Saraday Medina Díaz de Villegas lleva sobre sus hombros la conducción y organización de la Brigada José Martí de Villa Clara. Al frente de sus compañeros se ha empeñado en llevar el arte hasta las comunidades más necesitadas, en proyectos en los cuales se involucran personas de todas las edades.

Con una intensa labor, muy apegada a los niños y adolescentes, la joven instructora de arte conoce muy bien la importancia de la cultura para aliviar y transformar el alma de la gente, y en consiguiente de la nación toda.

«Lo más importante en lo que debemos enfocarnos es en accionar en la comunidad como La cultura en las buenas manos de los jóvenes instructores de arte, llegar allí y ayudar a transformar las circunstancias. Pero, no contamos con todos los elementos, herramientas y conocimientos, proporcionados desde la educación popular, para dinamizar ese espacio, llegar participativamente e implicar a la comunidad en nuestra labor. Ahí radica la mayor debilidad que padecemos los integrantes de la Brigada José Martí. Muchos desarrollamos algunas acciones, sin embargo, son más empíricas.

Saraday Medina, de la Brigada José Martí.
Saraday disfrazada de payasita en una presentación en la comunidad de Jorobada, Manicaragua. (Foto: Francisnet Díaz Rondón)

«Debemos ser parte de un grupo de trabajo en el lugar, para que el delegado y la organización del Consejo Popular sientan la necesidad de que los instructores de arte se integren al grupo y poder dinamizar el entorno desde la cultura.

«Es increíble ver la manera en que las familias implicadas en un proyecto sociocultural comunitario o en una unidad artística disfrutan tanto el momento, que sus hijos sean los artistas y se sientan especiales. No es menos cierto que existe mucha limitación de recursos, pero cuando logramos que la familia y la comunidad se comprometan, todo aparece. Si algo caracteriza al cubano es su sentido de la solidaridad, de compartir no lo que nos sobra, sino lo que tengamos.

«Y ahí están esos valores. Lo único que nosotros como instructores, promotores y pedagogos debemos lograr es sensibilizar a la comunidad para que ella sola, sin mucho esfuerzo, sepa defender, respetar y conservar la cultura cubana.

«Debemos seguir trabajando con los niños, los adolescentes y, sobre todo, con los adultos mayores, pues ellos nos aportan herramientas para querer mucho más a nuestro país y nuestra cultura, y para poder defender a nuestra nación. Los ancianos son los que tienen el conocimiento para eso. Nosotros, simplemente, le ponemos ese espíritu de alegría y dinamismo típico de los jóvenes. Es lo maravilloso de compartir con los ancianos. «Para mí, Cuba es un ajiaco en el que cabe todo, donde todo es posible, donde la cultura se cocina, se toma y se bebe con sabrosura. Eso es para mí la cultura: un ajiaco que se toma sabroso».

Comentar