Nuestra Omara Portuondo arribó a sus 94 años este 29 de octubre y su leyenda se acrecienta con el inevitable paso del tiempo. Durante décadas su voz y rostro se trasformaron en ícono de la música y la cultura cubanas, representando a su amada tierra en cada rincón del planeta. Omara es Cuba y Cuba es Omara, mágica simbiosis de una artista con su nación la cual ha llevado en su sangre, alma y corazón con nobleza y orgullo.
No puede hablarse de la historia de la cultura de esta isla sin mencionarse el nombre de esa mulata nacida en La Habana en un hogar y barrio donde se respiraba música, canto y baile. Por su venas comenzó a correr aquel torrente de sones, boleros, rumba, mambo, chachachá, filing, géneros que interpretó y defendió durante su larga y ardua carrera.
Su sola presencia deviene historia viva cuando se repasa el sinnúmero de personalidades y agrupaciones con las que trabajó y/o compartió escenario: Frank Emilio, José Antonio Méndez (El King), César Portillo de la Luz, Alberto Alonso, Roderico Neyra (Rodney), Rolando Espinosa, Orlando la Rosa, Anacaona, Lucho Gatica, Los Papines, Enrique Jorrín, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Juan Formell y Los Van Van, Chucho Valdés y, por supuesto, las inolvidable Las D Aida,con Elena Burke, Moraima Secada, y su hermana Haydée Portuondo, bajo la guía de Aida Diestro, y tantas otras figuras de renombre y enorme prestigio.
Y cómo olvidar su presencia en el icónico proyecto Buena Vista Social Club que tanta gloria le dio a Cuba, junto a los ya desaparecido Compay Segundo, Ibrahim Ferrer, Pío Leyva, Rubén González, Guajiro Mirabal, así como Elíades Ochoa y demás músicos e intérpretes.
En cada gira internacional Omara ha sido aclamada y querida. Públicos de Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Panamá, República Dominicana, Colombia, Argelia, Rumanía, Polonia, Rusia, Finlandia, España, Italia, Suecia, Noruega, Holanda, Inglaterra, Suiza cayeron rendidos ante su voz y carisma cubanísima. No acudían a disfrutar de una cantante cubana, sino de un pedazo de isla del Caribe respetada y admirada en todas partes.
Los villaclareños tuvimos el privilegio de disfrutar de su presencia junto a la Orquesta Faílde en el mes de diciembre de 2023, momento en que hizo breves pero inolvidables apariciones en Placetas y Santa Clara. Fueron noches mágicas que marcaron a los presentes en el corazón y el recuerdo permanente.
También el pasado año Omara había iniciado una extensa gira de despedida de los escenarios internacionales. Su última presentación en el exterior ocurrió a principios de octubre de este 2024 en el Palau de la Música de Barcelona, España. Luego de interpretar el clásico Quizás quizás, de Osvaldo Farrés, la Diva mostró signos de fatiga y desorientación por lo que debió ser retirada, según relató su hijo Ariel Jiménez.
No obstante, manifestó que Omara continuaría ensayando y grabando desde su estudio en casa o en puntuales actividades de homenaje y encuentros con el público que quisiera agasajarla, mientras la salud se lo permitiera. No podía ser de otra manera. La gran cantante jamás se rendirá y estará dando «lo que le queda por vivir» hasta al final.
Pues como expresara en una ocasión: «Cantar es mi vida. La música es en mí, cielo, tierra, mar y solo, alegría y razón. Así que en casa nunca me quedaré, cuando tenga fuerzas lo haré otra vez. Como dije en varias entrevistas, prefiero morir en un escenario, que ser un objeto inservible que me mueva al antojo de la vida».