El evento Estudios sobre la infancia y la adolescencia, que cada año desarrolla en noviembre el prestigioso Centro Provincial de Superación para la Cultura Ángel Román González Borrell, de Villa Clara, volvió a sentar pautas sobre la necesidad de abordar y analizar temáticas tan importantes e impostergables en estos tiempos en torno a los más pequeños y jóvenes dentro de nuestra sociedad.
Sobre el trabajo comunitario para los niños versó el panel El arte como salvaguarda de los derechos de la infancia y la adolescencia, integrado por los reconocidos escritores Lidia Meriño, Mildre Hernández y Arístides Vega Chapú, así como la actriz y directora teatral Carmen Margolles.
Vega Chapú, en calidad de moderador, condujo la conversación acerca del arte como salvaguarda de los derechos de la infancia y la adolescencia; la importancia del aprendizaje a través de juegos, y el trabajo comunitario como sostén de conocimientos y posibilidades de expresión en pos de que los niños puedan discernir sus propias capacidades.
Las invitadas expusieron sus experiencias sobre el trabajo a esas edades, fundamentalmente.
La actriz Carmen Margolles —quien por durante años dirigió el grupo teatral Alánimo— precisó que la esencia radica en el respeto, el rigor y la humildad al ofrecerles el juego que divierte y enseña.
«En mi caso los títeres me ayudan a sacarles la sonrisa, o con el chiste, y lo hermoso de un cuento que pueda presentarse, lo mismo en una sala con luces que cargarlo en una mochila en versión para la comunidad. El teatro les favorece en su desarrollo emocional, sin dudas», comentó.
La escritora Mildre Hernández, Premio Casa de las Américas, explicó el surgimiento de su proyecto La Casa verde, desarrollado en la el consejo popular Antón Díaz, y la sinceridad en cada uno de sus libros para acercarse a los niños y adolescentes.
Por su parte, Lidia Meriño llamó la atención sobre el respeto que debe primar para esas edades tempranas y la entrega de alegría que pone en cada uno de sus proyectos comunitarios para ofrecer belleza, siempre pensados de manera inclusiva para niños y adolescentes. En ese sentido ejemplificó con los espacios Los bolsillos de Mamá, efectuado en el propio edificio donde vive, y El patio de mi casa, en la sede de la Uneac, con presentaciones de artistas, escritores y talentosos niños con la libertad de mostrarse al público.
En el evento los participantes, entre quienes se encontraban profesores, maestros, especialistas, investigadores y académicos, en general, se reunieron en dos comisiones en las cuales presentaron sus ponencias y vivencias. A través de diversos trabajos investigativos se analizó la protección de los derechos de la infancia, así como la labor cultural y educativa con nuestros niños, niñas y adolescentes.
Gran alegría y colorido regalaron los integrantes del Proyecto Educativo Cultural Colibrí, dirigido por la instructora Saraday Medina Díaz de Villega, así como del colectivo de FantasiArte, a cargo de Yilian Rabasa Bofill, metodóloga provincial de Teatro del Centro Provincial de Casas de Cultura.