Para el visitante San Juan de los Remedios posee un entorno mágico. Caminar por sus calles, apreciar la arquitectura colonial, reencontrar a un amigo que tiende sus manos y demuestra la alegría por la ocasión, y vivir esa cultura del detalle que caracteriza a su Plaza principal reconforta con gesto agradecido.
Y en el camino que se hace al andar, parafraseando al poeta, se mantiene la interrogante: ¿Cómo es posible lograrla en tiempos tan difíciles al menos en su casco histórico?
Julio César Reguera Treto, el vicepresidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, sustenta que nada se logra por arte de magia, para ello «existe un sistema de trabajo encargado de chequear todo lo concerniente a la Plaza, su pintura, la belleza de cada instalación que conforma el primer anillo y forma parte de la identidad remediana».
San Juan de los Remedios, que porta esa denominación desde el lejano 1578, es pródiga por su arquitectura española colonial, y cualquiera puede pensar que existen empresas encargadas del mantenimiento a fin de que el centro de la urbe mantenga su enigma atrayente y no es así.
El propio Reguera Treto fundamenta que cada uno de los establecimientos del perímetro asume sus responsabilidades, si se tiene en cuenta que el peso fundamental recae en el Turismo y en Comercio y Gastronomía con posibilidades para ejecutarlo.
Unido a sus leyendas marcadas de tradiciones, mitos y exclusividades, la villa posee en su Plaza Mayor una curiosidad singular al disponer de dos iglesias en su entorno: la de Nuestra Señora del Buen Viaje y la Parroquial Mayor de San Juan Bautista, este última considerada entre las 30 maravillas de la arquitectura cubana con un altar impresionante erigido a base de cedro y oro.
La mirada sigue en busca de otros espacios, y hay que detenerse en el Parque José Martí con su diseño excepcional. Está considerado la plaza principal de la ciudad, que posee, en su entorno cercano, la única Estatua de la Libertad existente en Cuba como monumento a los mártires de la Patria.
Remedios disfruta de sus atardeceres, o de una brisa matutina que anuncia la alborada respirada desde el centro urbano que exhibe su condición de Monumento Nacional, mas es tierra de museos con excelso patrimonio, cuna de prestigiosos músicos como el gran Alejandro García Caturla y de otros compositores que dejaron su impronta en el pentagrama cubano, al que se asocia, también, el nombre de René Márquez, unidos a bardos, literatos, creadores sobre óleos que hacen esa acuarela criolla peculiar facturada en el centro del país.
¿Qué decir de sus tradicionales parrandas? Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO desde 2018, con arraigo y atrayente foráneo, en las que sus pobladores, entre fuegos artificiales y fastuosas carrozas, defienden a ultranza sus barrios El Carmen y San Salvador, o lo que se traduce como sana «rivalidad» de gallos y gavilanes que, a la postre, se funden en abrazos para predicar la hermandad.
Un pueblo con sus verjas y ventanas coloniales que ojalá pudiera emprender su restauración más allá del perímetro urbano, pero algo complejo de alcanzar.
Remedios es cultura cubana que llama a adentrarse en sus raíces, beber de sus tradiciones y, sobre todo, invitación permanente para adentrarnos en su historia.