Un tango en El Mejunje

Verónica Lynn, Premio Nacional de Teatro, y el actor Jorge Luis de Cabo compartieron escena en el espectáculo Lo mío es un tango, con motivo de la edición 33 del Mejunje Teatral, en Santa Clara.

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Escena del espectáculo Lo mío es un tango, con los actores Verónica Lynn y Jorge Luis de Cabo.
Verónica Lynn y Jorge Luis de Cabo regresaron a Santa Clara, con el espectáculo «Lo mío es un tango». (Foto: Fabio Artiles Vilches)
Yaisa Beatriz Coronado Gutiérrez y Lety Mary Álvarez Águila
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24 Enero 2025

A sus 93 años, Verónica Lynn, hace más que recorrer la ciudad o simplemente descansar. Hay que ir al teatro y verla. Hay que encontrarla allí, sobre las tablas, sumergida en las esencias del arte, no solo caracterizada como un personaje, sino también con la batuta en sus manos. En el imaginario popular cubano, la actriz siempre será la temible Doña Teresa Guzmán, pero más allá de su icónico rol en la telenovela Sol de Batey, resulta innegable su legado en todo lo que la palabra actuación puede abarcar.

Actriz Verónica Lynn.
Verónica Lynn y la poesía. (Foto: Fabio Artiles Vilches)
Actor Jorge Luis de Cabo.
Jorge Luis de Cabo y el tango. Foto: Fabio Artiles Vilches)

Con motivo de la edición 33 del Mejunje Teatral, Verónica presentó en Santa Clara el espectáculo Lo mío es el tango, donde comparte escena, una vez más, con el actor Jorge Luis de Cabo, a quien ya vimos a su lado en la pieza Frijoles colorados. «Es tanto el calor, el cariño y el respeto aquí, que yo tendría que ser muy malagradecida para no querer a Santa Clara», son sus primeras palabras dirigidas al público mientras lucha por sentarse lo más cerca posible al escenario.

Escena de Lo mío es un tango.
Dos actores a escena en Lo mío es un tango. (Foto: Fabio Artiles Vilches)

Minutos antes de supervisar detalles de la puesta, Verónica conversó con Vanguardia para ofrecer pormenores de la presentación y su vínculo estrecho con la vida cultural de la ciudad.

«Nuestro amor es largo. Santa Clara es un lugar lindo, como decir linda a una mujer, no es sólo por fuera, también por dentro. Está poblada por una gente tan cubana, indudablemente es parte de nuestra identidad esa forma tan expresiva de mostrar afecto e imagino que odio también».

Con la imponente voz de Jorge Luis de Cabo y, entre acordes musicales, Verónica Lynn presta la dulzura de su voz a una serie de poemas de autores cubanos.

El público disfruta el espectáculo Lo mío es un tango.
El público asistente al Mejunje Teatral disfrutó la puesta. (Foto: Fabio Artiles Vilches)

«Es un espectáculo, no una obra. Yo digo poemas y él canta tangos. El programa se compone de un monólogo Lo mío es el tango, y ese da pie a este concierto. Se termina entonces con un segundo monólogo, El sexo y yo de Isabel Allende, esta vez realizado por mí.

«Yo me inspiro mucho en las poetisas, pero incluyo un poema de Martí. Pensando en fecha creo que Martí tenía que estar presente, más allá de su presencia en nuestros corazones, presente aquí como poeta y romántico. Son poemas de Mirta Aguirre, Dulce María, Flor y Carlos Manuel Loynaz, siempre buscando que tengan una relación con el tango.

«No pudimos traer los Frijoles colorados por problemas técnicos, además de que llevamos con ello desde el 2023 y sería la tercera vez que lo presentaríamos en Santa Clara. Sabemos que el público disfruta de esta presentación y por supuesto que regresará».

Actiz Verónica Lynn.
(Foto: Fabio Artiles Vilches)

La exhibición es corta, explica la artista al público, el espectáculo aún no se termina de concretar. Por primera vez Lo mío es el tango se muestra sobre las tablas, y cuando se complete se estrenará nuevamente en Santa Clara.

«Ahora mismo estoy ensayando una obra que Norge Espinosa escribió para mí, con Carlos Pérez Peña y Yoel Sotolongo. A cuatro meses de cumplir los 94 años ya no puedo hacer todo, ya quisiera estar andando con los Colines por esas lomas y montañas que añoro tanto.

Actor Jorge Luis de Cabo.
(Foto: Fabio Artiles Vilches)

«Sin embargo, nosotros teníamos que presentarnos. Basta con decir Silverio y Mejunje, que son la razón de todo. Me entusiasma tanto estar aquí porque pasamos tantas crisis, y aun así, Santa Clara siempre mantiene muy alto el arte.

«El actuar para mí es la vida, yo no soy otra cosa que actriz. El teatro es comunicador por excelencia para contar por dónde vamos, qué somos.

«Es una lástima el teatro no sea perdurable porque solo vive en la mente del espectador y no tiene otro medio. Puedes filmar la obra, pero el tiempo en escenario no puede repetirse. No hay ejemplo más claro que cuando alumnos míos me preguntan por actores famosísimos y me dicen: “¿Quién es?”».

Público en puesta del espectáculo Lo mío es un tango.
(Foto: Fabio Artiles Vilches)

La función termina, las personas aplauden. Con la amabilidad y elegancia que la caracterizan, la intérprete de personajes clásicos de la historia teatral cubana como Luz Marina (Aire Frío) y Santa Camila de La Habana Vieja, atiende al público.

La cola para obtener una foto con los actores parece interminable, aunque mucho más calmada que la de entrada. La sonrisa no desaparece de su rostro foto tras foto, saluda a las personas con el cariño de un viejo amigo y seca las lágrimas de los más sensibles.

Es que para Verónica Lynn la ciudad se ha convertido en un hogar desde hace muchos años. Sus calles, pobladores y el céntrico Mejunje de Silverio le abren los brazos como a ese hijo que siempre regresa a casa. 

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