Yeni y «La hormiga loca »

Musicalidad, destreza con las seis cuerdas, letras de alto lirismo, historias bien contadas. Yeni ha bebido de todos, pero no se parece a nadie.

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Yeni Turiño
(Foto tomada del Facebook de Yeni Turiño)
Laura Rodrí­guez Fuentes
Laura Rodrí­guez Fuentes
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24 Febrero 2017

El dichoso dí­a que la compositora Marta Valdés escuchó hablar de ella, quiso conocerla, auscultarla, saber quién era esa muchachita de la que tanto hablaban los trovadores cubanos a su paso por Santa Clara. Y es que parecí­a imposible, poco probable, quizá extraordinario, que una jovenzuela de apenas 15 años estuviera haciendo canciones con tanta virtud, y que atrapara con su voz blanca, fresca y magnética, a cuanto cantautor consagrado se detuviera a escucharla.

Yeni Turiño
(Foto de Ariel Dí­az)

Yenisleidy Turiño decidió acortar su nombre para hacerlo más melódico, más comercial. Yeni pesa 43 kilos. Cuando carga la guitarra a sus espaldas pareciera como si el instrumento la condujera por las calles. Pero, señores, cuando canta, echa por tierra la levedad de su masa corpórea, y se torna de chiquilla a mujer, de estudiante a profesional,   de mortal a diosa, porque así­ comentan algunos tras bambalinas.  

«Cuí­denme a la joven Yeni, esa maravilla que nos está naciendo por allá para perpetuar la raza de trovadoras del centro con Teresita a la cabeza », dijo Marta en un mensaje reciente al Festival de Trovadores Longina.

Precisamente, y en el Patio de Teresita de El Mejunje, Yeni comenzó su primera peña de los últimos miércoles del mes, quizá, de muchas otras que vendrán en la ciudad de Santa Clara. Sin temor a equivocaciones, tal vez sea la cantautora más joven en la música cubana con un espacio propio.Después de horas y horas metiéndole le cabeza al nombre, quedó bautizada como «La hormiga loca », tierno tema para niños compuesto recientemente por ella. Ramón Silverio demuestra una vez más ser un sibilino cultural al darle la oportunidad de tocar allí­.

Con 18 años tiene 10 canciones suyas en el repertorio. A estas alturas, ha sido invitada a los eventos más importantes de nueva canción de la isla. No le teme a los caminos, marcha sola y arrestada hacia donde la soliciten.

Musicalidad, destreza con las seis cuerdas, letras de alto lirismo, historias bien contadas…Yeni ha bebido de todos, pero no se parece a nadie. Da gusto verla, siempre nerviosa antes de cada presentación, siempre receptiva, siempre feliz. Y elogios van y elogios vienen para «la niña de la trova santaclareña ». «Y no la consientan tanto », siempre ordena alguien. «Que tiene que estudiar, que le falta todaví­a, que se nos queda en camino ». Pero Yeni sabe que la gloria es veleidosa. Y entonces compone, como una máquina de hacer canciones aparece con alguna idea en mente, para algún amor, a la usanza de aquellas otras mujeres que también rasgaron códigos y prejuicios como Teresita Fernández.

Pasa sus dedos escuálidos, í­nfimos, sobre los trastes de la guitarra y logra transformarse sin melismas ni afectaciones vocales en una músico que bien vale seguir de cerca, que pasará a la historia de la trova cubana. Así­ lo sospechamos todos. Así­ lo vaticina Marta Valdés:

«Le auguro una linda historia a este talento tan joven; quise peregrinar para conocerla desde que Raúl Marchena me mostró un video de esta gran creadora e intérprete, entonces de sólo 17 años. Tuve que esperar a que mi casa se alegrara con su visita (…)  Felicidades una vez más, Santa Clara, gracias, Silverio. Mucha fuerza e inspiración, Yeni ».

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