Premios y dardos políticos eran esperados durante la Gala de los Oscar de este domingo, no así el papelazo de los últimos minutos, que pasó a discutirle titulares a lo acontecido durante las tres horas previas en el teatro Dolby.
Ya estaba sobre el escenario el equipo completo de La La Land para recoger el codiciado Oscar a la Mejor película, anunciado por Warren Beatty y Faye Dunnaway, cuando ¡error!, el actor se había equivocado al leer la tarjeta y la ganadora (para prestigio de la Academia) era Luz de luna, la historia de un joven negro homosexual que, a puro disfraz, se cría en una sociedad machista.
Desconcierto, caras largas y, «a bajarse del escenario, muchachos, que no les toca », mientras Beatty pedía excusas.
De las catorce nominaciones con las que llegaba a la ceremonia la sobreestimada y melosa La La Land, terminó por ganar seis: mejor director, Damien Chazelle, mejor actriz, Emma Stone, fotografía, banda sonora, diseño de producción y canción original.
Luz de luna (Moonlight), además de mejor película, le hizo merecer el Oscar de actor de reparto a Mahershala Ali y se alzó con el galardón al mejor guión adaptado.
El premio de mejor actor le correspondió a Cassey Affleck por Manchester by the Sea, filme que también triunfó en mejor guión original.
El Oscar de mejor actriz de reparto fue para Viola Davis (Fences).
El iraní Asghar Farhadi obtuvo su segundo Oscar a la mejor cinta extranjera, en esta ocasión por El viajante, pero no estuvo presente como lo dejó constar en una vibrante nota debido el respeto que sentía por su país, y otras seis naciones cuyos ciudadanos habían sido condenados por el gobierno de Estados Unidos a no entrar a territorio norteamericano.
También el mexicano Gael García Bernal, al entregar un Oscar, arremetió contra la política migratoria que propugna el presidente Trump y sus intenciones de crear un gran muro.
De que la gala sería propicia para una sucesión de dardos políticos e ironías en especial por parte del presentador Jimmy Kimmel se evidenció desde el mismo inicio, cuando él tomó como referencia a Meryl Streep, quien tras las críticas realizadas al presidente Trump en los Globos de Oro, fue calificada por el mandatario como «una de las actrices más sobrevaloradas de Hollywood ».
«Estamos también aquí dijo el presentador con remarcado sarcasmo para homenajear a los actores que parecen grandes, pero que en realidad no lo son. Y de todos los grandes actores de Hollywood, hay una en particular que se mantuvo a través del tiempo por sus muchas insulsas y sobrevaloradas interpretaciones. Esta es la vigésima nominación al Oscar de Meryl. Es aún más increíble considerando el hecho de que ella ni siquiera estuvo en una película este año. Escribimos su nombre solo por costumbre. Meryl, ponte de pie. Todos, por favor, súmense para darle un fuerte e inmerecido aplauso a la gran sobrevalorada Meryl Streep. ¡Vamos, todos! », y el teatro por completo la ovacionó.
Comienza así un nuevo periplo publicitario del Oscar con importantes dividendos económicos para las películas premiadas y el hecho de que, al contrario de las últimas entregas, meritorios artistas negros fueron reconocidos con el galardón.
Ya se sabe que en la escala de valores de su mundillo, a la hora de seleccionar, la Academia de Hollywoood se equivoca tanto como acierta y que su cine no representa precisamente lo mejor que se hace en el mundo, aunque no falten buenas películas premiadas o no en su ya larga historia. (Rolando Pérez Betancourt)