Para la maestra Zenaida Castro Romeu la ciudad de Santa Clara se ha convertido con el tiempo en lugar de (re)encuentro y alimento espiritual, donde en cada una de sus visitas ha sido acogida con cariño y admiración por un público fiel a su obra. Tanto acercamiento y compenetración conllevó a que esta semana fuese reconocida con la condición Huésped Distinguido de la Ciudad, otorgado por la Asamblea Municipal del Poder Popular de la capital provincial.
Junto a su inseparable Camerata ha sentido el calor de los villaclareños desde aquella ocasión en que, invitada por la Asociación Hermanos Saíz del territorio, asistió a la primera edición del Festival de Música de Cámara A tempo con Caturla, hace ya 21 años.
Cuentan que en el Museo de Artes Decorativas de Santa Clara se realizó la presentación de la entonces novel agrupación fundada en 1993. "Gracias" a los abundantes apagones de aquellos tiempos, Zenaida y la Camerata quedaron sin luz en medio del concierto, pero con la ayuda de varias personas prosiguieron alumbradas por velas.
La maestra, con visible entusiasmo, manifiesta «no olvidar jamás » cuando estuvo con su agrupación en el reabierto cine teatro Camilo Cienfuegos, donde el público ocupó las más de mil capacidades de la instalación para escucharla.
«Ese día estaba el Ballet de Camagí¼ey en el teatro La caridad, un evento de tango en el parque, mariachis por otro lado…, y no pude imaginarme cómo acudió tanta gente a ver la música de cámara, que se supone no sea masiva, sino de pequeños grupos de personas que tienen un contacto más cercano. Siempre Santa Clara me sorprende », expresó.
Ahora para el «A tempo con Caturla » Zenaida Castro Romeu regresó como Invitada de Honor, a sus 60 años de vida artística, con una Camareta cada vez más viva y profunda. Para la maestra, la figura del compositor remediano constituye un ejemplo dentro de la cultura cubana.
"[…] Fue un hombre de estos tiempos. Amaba la vanguardia, la libertad, era un librepensador que todavía resulta contemporáneo y universal. Le costó la vida ser un hombre incorruptible, y no puedo imaginar el legado, porque ya es grande, por los pocos año que vivió, apenas 34. De vivir diez años más, ¿qué hubiera hecho?".
Sobre la labor de la Camerata Romeu para mantenerse en el gusto del público, a pesar de que la música de cámara no goza de la misma difusión que otros géneros, comentó:
"Hay espacio para todos. Este mundo es muy diverso, no hay una sola solución para nada, nadie tiene la verdad absoluta. Cada causa tiene su verdad, sus espacios intelectuales, emocionales, filosóficos y culturales de todo tipo".
Después de 60 años de vida artística, la maestra, la maestra Zenaida Castro no conoce de descanso, y asegura que en adelante solo le queda continuar haciendo música para el público.
"Lo que me queda por hacer es seguir trabajando, porque todo lo que vale cuesta mucho trabajo. El resultado de la orquesta se ve, pero es de mucho sacrificio personal de cada una de las muchachas quienes son grandes trabajadoras. Tienen que aprenderse de memoria el repertorio, que es un extra esfuerzo que nadie puede imaginarse, pero que la gente agradece mucho e identifican nuestra orquesta de manera universal".