

El más importante premio que otorga el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba (CNPC) en la categoría de Restauración fue entregado este 18 de abril de 2017, Día Internacional de los Monumentos y Sitios, a la Casa Museo Abel Santamaría, de Encrucijada.
Este premio, que se otorga con carácter anual, tiene como objetivo fomentar la protección y el rescate de los monumentos nacionales y locales, como también el patrimonio edificado, histórico y cultural de Cuba, según precisó Gladys Collazo Usallán, la presidenta nacional del CNPC.
La restauración de dicho inmueble, donde naciera el segundo jefe de las acciones del 26 de julio de 1953, resulta, según declaraciones de Irina Gutiérrez Pérez, directora del Centro Provincial de Patrimonio Cultural en Villa Clara, ejemplo no solo del amor de las personas por el patrimonio, sino también por la Historia de Cuba.
Sometida a una reparación capital, la edificación mereció el distintivo en la categoría de Restauración por el rigor, seriedad y calidad ejecutiva en el proceso de intervención, para recuperar y preservar la edificación, de alto valor histórico.

La Casa Museo Abel Santamaría está ubicada en una céntrica esquina del poblado encrucijadense, y resulta un fiel exponente de la arquitectura vernácula en madera de esa localidad y la región central de Cuba.
Allí, el 20 de octubre de 1927, nació Abel, a quien Fidel Castro calificara como «el más generoso, querido e intrépido de nuestros jóvenes », y vivió durante años la familia Santamaría Cuadrado.
Además de Abel, en dicha casa residió su hermana Haydée, la Heroína del Moncada, y también Aldo Santamaría, quizás el menos conocido de los hermanos, quien fuera comandante del Ejército Rebelde y vicealmirante de la Marina de Guerra Revolucionaria.
Además de la premiada, optaron por el galardón en la categoría de Restauración: la casa propiedad de María Arbide, en Mayabeque; la Casa de la Música, en Artemisa; la Sala de Conciertos José White, en Matanzas; el Centro Cultural de las Artes Benny Moré, en Cienfuegos; Plaza de la Marqueta, en Holguín; Las Coloradas, en Granma, y en la Isla de la Juventud, la vivienda sita en calle 24, esquina 33.
Al fundamentar la propuesta, el acta del jurado expresa: «Se trata de la restauración documentada en forma excelente de un monumento nacional, que une a su significación histórica el corresponder a la frágil tipología arquitectónica de casa de madera, y que se encontraba en situación de inminente pérdida ».

Mientras en la categoría de Conservación, el Premio Nacional fue para la vivienda cienfueguera marcada con el No. 5201 en Hourruitinier, entre San Fernando y Argí¼elles (calle 33, entre 52 y 54), a cargo de la arquitecta María de los íngeles Cano.
El jurado, presidido por la arquitecta íngela Rojas ívalos, estuvo integrado por miembros de la Comisión Nacional de Monumentos, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, la Facultad de Arquitectura del Instituto Superior Politécnico, el capítulo cubano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios y la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción.