Lo imagino de niño con sus brazos puestos uno sobre otro sobre la mesita cercana a la radio de su casa. La barbilla apoyada en las manos, con sus ojos y oídos atentos a lo que decía la emisora de La Villa Blanca.
Desde muy joven, Iván Núñez Pérez supo que la radio le pertenecía. Se contagió de la magia habitual que corre por los pasillos y cabinas de las emisoras radiales, y fue así como aprendió a soñar un universo de imágenes, desde la frecuencia de Radio Caibarién.
«Siempre fui oyente de esta emisora que quiero y venero. El tránsito de mi infancia a la adolescencia fue acompañado por la radio. Mis primeras experiencias eran completamente radiales, inmersas en ese mundo maravilloso. Era algo mágico porque veía a las personas detrás del micrófono y luego las escuchaba por la cajita que era la radio de mi hogar y me parecía fantástico. Sin proponérmelo, ya quería trabajar en este medio ».
¿Cuándo llegas a la radio definitivamente?
Cuando empecé a vincularme con la cultura china, y participaba en actividades de este tipo en la Sociedad China de Caibarién, se me acercó el director del programa juvenil Fuera de Serie de Radio Caibarién para que los sábados diera a conocer parte de la cultura asiática, y lo hice por un período de tiempo. Me gustó lo que se hacía adentro y me quedé entre consolas y micrófonos radiales.
¿Qué retos tiene la radio para mantener la preferencia del público?
Creo que se trata de no dejar de soñar, de crear, de repensar cada una de las propuestas, especialmente las dedicadas al segmento juvenil, porque no podemos perder nuestra finalidad educativa. Hay que trabajar para lograr la variedad y frescura de los programas y aportar cada día nuevas iniciativas.
¿Crees que la radio puede desaparecer?
Eso nunca va a pasar. Las viejas generaciones han vivido el maravilloso mundo de la radio e inculcan a los jóvenes el hábito de escuchar este medio de comunicación. Cada vez que aparece un medio de difusión nuevo, una nueva tecnología, siempre se dice que va a ser la muerte de los otros medios, pero en la realidad eso no pasa. La televisión no destruyó al cine, lo cambió, lo modificó, lo llevó a otros niveles.
«La radio en Internet se transforma, las rutinas productivas están cambiando totalmente, la forma de difundir la señal ha cambiado y seguirá cambiando. La radio tiene la magia y la inmediatez que no tienen otros medios ».
Este nuevo reconocimiento a tu carrera…
A mí me da mucho temor, porque me exige más preparación y te confieso que sentí pena al recibir tantos premios porque los compañeros míos también se merecían el reconocimiento, pero sin dudas, el mayor premio lo otorga la audiencia. Me siento orgulloso como realizador porque las obras cumplieron su objetivo y fueron varios galardones para todo el colectivo que trabajó conmigo…
Y el programa Titirití…
Es una obra que realicé, una simbiosis entre títeres de teatro con la radio para transmitirles a los niños la tradición de los papalotes en Caibarién que se estaba perdiendo. Busqué una manera artística para incitar a que el niño volviera a acercarse a esa tradición y de una manera muy dramatúrgica traté de que esos títeres lograran tener «vida » a través de la radio.
¿Qué es para ti este medio?
La radio es variada, siempre le recomiendo a todo el mundo que no deje de escucharla porque aquí tenemos de todo, aquí tienen el acercamiento a lo que no conocen y eso es muy bueno para el desarrollo personal.
¿Por qué crees que muchas personas dicen que la radio es una escuela?
Es la escuela porque aquí crecemos. El que realmente ama la radio, aprende, y se conduce de manera atinada y acertada en la sociedad. Cuando asumes tu papel como artista y creador, comienzas a moldear tu actuar porque sabes que las personas te conocen y eso es una escuela, es una enseñanza que te deja la radio.
¿ Cuál es el secreto para obtener tantos premios?
Tener aché, contar con un buen equipo de realización, ser decido y emprendedor.
¿Cómo es la vida fuera de la emisora?
Siempre tengo algo que hacer. Estoy enfrascado en un guion, en el diseño sonoro de un programa, en una idea, en la búsqueda de temas. Estoy copiando constantemente de la vida. Todo lo que veo, todo lo que leo; todo es en función de la radio, en cómo lo transmito a mis programas.
¿Cómo imaginas tu futuro como realizador?
Mi futuro es aquí todo el tiempo que me quede de vida. Siempre dando lo mejor de mí. Podré hacer televisión, pero siempre amaré este medio.
¿Y para la radio…?
Para la radio, un buen camino, una buena luz. Ojalá que todo el que comience a interesarse por la radio lo haga con mucho amor, deseos y vocación. Todo para este medio que adoro porque la radio me corre por las venas. Soy un eterno enamorado de la radiodifusión.