
Interrumpe su reposo. Dice que estudiaba el concierto que ofreció dos días antes, junto a Buena Fe y Casabe, en Cienfuegos. Dice también que «todos los conciertos son un aprendizaje », y que antes de empezar a cantar, siempre, teme que le falle la voz.
«Siempre retoma la frase Duani Ramos ílvarez entro con miedo. Esta noche me va a pasar igual. Me subiré al escenario sin saber cómo la gente me recibirá. Mis amigos me dicen: “Sí, te van a recibir bien, sé un poco más entusiastaâ€, pero no me lo creo hasta que lo veo ».
No obstante, el ganador del Premio de la Popularidad del programa Sonando en Cuba y cantante líder del grupo Moncada, ha comprobado que una multitud de jóvenes y adolescentes lo siguen adonde quiera que se presente. Y sospecha, quizá, que la combinación de sus aptitudes musicales, su apostura y su carisma lo «salvaron » una y otra vez en la competencia musical de más audiencia en Cuba.
Duani, ¿imaginaste que llegarías a ser parte de un grupo como Moncada después de tu paso por Sonando en Cuba?
No. Aún con tanta preparación y sacrificio, aun cuando salí de un programa con tanto rating como Sonando en Cuba, llegar a este grupo emblemático de la música cubana Moncada va a cumplir 45 años es un reto enorme.
«De hecho, el que lea esta entrevista va a entender lo que estoy diciendo, porque mi propia inexperiencia choca con el peso de muchos años de trayectoria de la agrupación. Y uno, de todos modos, nunca deja de ser inexperto en la música. Es como en la medicina.
«Me ha costado mucho trabajo aprenderme un repertorio inmensamente grande, que incluye muchas canciones nuevas destinadas a los jóvenes o a cualquier público. Moncada siempre fue un grupo de jóvenes. Y lo va a volver a ser, lo va a seguir siendo, después de tantos años desaparecido de los medios audiovisuales ».
¿Y esta gira, tan pronta, no te sorprendió?
No (risas). Entré con el pie derecho, como decimos los cubanos. Y te confieso que me costó un poco de trabajo decidirme por Moncada, pues tuve otras ofertas.
Pero tú mismo dijiste en alguna entrevista que pensabas lanzar tu carrera en solitario.
Exacto. Cuando me proponen entrar al grupo le conté a mi madre… Ella me ha ayudado muchísimo en estas decisiones. Confío mucho en su palabra. «Moncada me dijo es el grupo con el que yo bailé, con el que tu papá bailó. Decir Moncada en los años 70 u 80 era decir Van Van ». Entonces me agarré de eso y entré.
«De cualquier manera, lanzarse como solista resulta muy complicado. No es un secreto para nadie que hace falta mucha economía para eso. Como sea, ahora en Moncada soy el cantante líder. Solo que no se trata de Duani Ramos, sino del grupo Moncada. Sin embargo, estoy satisfecho ».
De pronto, sin muchos preámbulos, te convertiste en una persona muy popular en toda Cuba…
¡Ah, la gente me dice que ahora soy famoso! Pero no. Fama es lo que tiene, por ejemplo, Israel Rojas. Y popularidad, lo que tengo yo. Lo sé porque dicen «Ay, la cara de ese muchacho me suena, lo he visto en alguna parte ».
«Creo que me conoce la mitad de Cuba, y aspiro a que un día me conozca Cuba entera. Y eso pienso lograrlo con Moncada. Quiero hacer un buen trabajo. Estoy estudiando muchísimo. Estamos ensayando todo el tiempo, y ya preparamos el próximo disco. Sé que la gente lo va a escuchar ».
En Sonando en Cuba tuviste que po nerte al día con la música cubana, una especie de laguna en tu repertorio. ¿Llegaste a revertir esa carencia?
Sí. La revertí en Sonando en Cuba. Allí mismo confesé que no sabía qué cosa era la música cubana. Lo mío era escuchar Backstreet Boys, Michael Jackson, Bruno Mars, hasta reguetón. Escuchaba cualquier música romántica, ¡menos boleros!
«Vine a conocer y a valorar nuestra mú sica en Sonando en Cuba. Y sé que les sucedió lo mismo a muchos televidentes: empezaron a valorar más la música cubana. De hecho, si hubiese sabido que en Moncada fíjate mi ignorancia existían canciones tan fuertes para concursar, hubiese escogido algunos temas como, por ejemplo, Como una campana de cristal, de Donato Poveda. La canción tiene 35 años, nunca se grabó, la cantó Augusto Enríquez…
Y la estás cantando tú ahora…
Sí, tengo el privilegio de cantarla ahora, aunque de haber sabido que esa canción existía cuando estaba en el concurso, la hubiera cantando.
¿Se puede decir entonces que descubriste la música cubana en Sonando…?
Exacto. Y con Moncada ahora pretendo acercarme mucho más a ella. Soy muy joven todavía, pero quiero quedarme en esta agrupación y cubrir mi inexperiencia.
¿Buscas preparación académica?
La busco todos los días. Nosotros grabamos cada concierto, y de cada uno vamos sacando lo que se hizo bien y lo que se hizo mal. Lo bueno, se mejora; y lo que se hizo mal, hay que hacerlo bien.
¿Te imaginas estudiando música en una academia, si eso fuera posible?
Ojalá. Pero no hay una escuela donde se pueda estudiar a cualquier edad. No existe. De cualquier modo, acá tengo tremendos músicos: Jorge Gómez; Juan Carlos Rivero, que es el director musical; Pedro, el flautista; y los jóvenes que se han incorporado. Con ellos, por lo menos, pretendo estudiar guitarra. Y de esa forma Moncada será una escuela para mí.
¿Es cierto que te costó trabajo interpretar los géneros más «movidos » en Sonando en Cuba?
Sí (risas). De hecho, creía que la peor canción que había interpretado era Si no fuera por ti, pero parece que no: porque al final me quedé en el concurso. Después interpreté la canción de Mayito Rivera, Mi primer amor, que fue mi consagración en la competencia.
Tú eras enfermero antes de ser músico. ¿Tuviste que optar por una de las dos profesiones?
No. Esa es una duda que tienen muchas personas. Cuando llegué a Sonando en Cuba tenía un aval profesional como músico, ya me habían evaluado las empresas Musicuba y Benny Moré. Hace cinco años que soy profesional. No salí de la enfermería hacia Sonando en Cuba. Pero te aseguro que el trabajo de enfermero me dio la humildad que uno debe tener para trabajar con público, o sea, la enfermería, de cierta forma, me ayudó a ser la persona que soy.
Digamos que pudieras hacer tu voluntad más estricta, ¿qué temas, qué música, escogerías?
Mira, algunas personas a veces me comparan con Leoni Torres o me dicen el Luis Miguel de Cuba. Admiro mucho a Leoni; gracias a Sonando en Cuba pude conocerlo y quizás algún día pueda cantar con él. Esa, la línea de Leoni Torres, del bolero, de la música cubana, es la que quisiera seguir. Sí, hacer música cubana: eso es lo que quiero.