Rumbos y retos de la Uneac

Miguel Dí­az-Canel, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, asistió al Consejo Nacional de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

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Miguel Barnet, Miguel Díaz-Canel y Abel Prieto, en el Consejo Nacional de la Uneac.
Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, encabezó el Consejo Nacional de la Uneac. (Foto: Leyben Leyva(Juventud Rebelde)
Tomado de la edición digital del periódico Granma
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11 Mayo 2017

El Consejo Nacional de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba sesionó ayer en el Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, presidido por Miguel Dí­az-Canel Bermúdez, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros; Abel Prieto, ministro de Cultura, entre otros directivos. La reunión resultó la primera de su tipo en el presente año y la 5.a de dicha estructura institucional.

La velada fue espacio para que se presentara en plenaria, por parte de Miguel Barnet, presidente de la Uneac, un informe en el que trascendieron los actuales rumbos y retos de la organización, que cumple un papel preponderante en la actualización y aplicación de la polí­tica cultural cubana.

La ocasión fue tomada en cuenta también para destacar aciertos y debilidades del trabajo de la organización de forma crí­tica y autocrí­tica y para que sus miembros expresaran sus criterios más apremiantes en torno al de ­sempeño de la Uneac en sus respectivos territorios. En la clausura Dí­az-Canel se dirigió a los participantes.

El primer vicepresidente reconoció que la organización ha sido sistemática en la atención a los planteamientos desde la realización de su VIII Congreso y «las comisiones han estado trabajando de manera activa y han estado siguiendo los principales temas que están hoy en el ámbito ideológico y cultural », indicó.

Además destacó que el trabajo de la Uneac descansa en dos elementos fundamentales.

«A mi modo de ver, los elementos son: el adecuado funcionamiento en nuestras instituciones culturales. Si no hay un adecuado funcionamiento, las instituciones se fracturan y cuesta mucho trabajo que la Uneac pueda, entonces, desarrollar su papel.

La mejor ideologí­a que se puede hacer en la cultura es que las instituciones, en estos tiempos, funcionen bien. Y el otro elemento dentro de ese funcionamiento es el aporte de la vanguardia artí­stica », expresó. (Madeleine Sautié)  

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