No se tiene verdadera percepción de la calidad vocal de un(a) intérprete hasta que se escucha en vivo, como sucedió con el concierto de Gretell Barreiro en la noche de este miércoles en la sala Margarita Casallas de El Mejunje, en Santa Clara, donde no quedó dudas de que esta muchacha forma parte de lo mejor del panorama musical cubano en la actualidad.
En su primer concierto en la capital villaclareña, Gretell mostró su voz potente y hermosa a la que añade pura pasión al cantar sus propios temas. Las letras no están plasmadas de una lírica con demasiado vuelo poético en realidad no precisan de ello, pues cada composición llevan en sí vivencias de la autora que las llenan de un sentimiento auténtico y verdadero.
Alrededor de más de una hora la joven cantante regaló piezas de su repertorio incluidas en su primer disco independiente Soy, y próximas producciones, entre las que se haya Llueve, Ya, Estoy febril, Iguales, Flash, la trilogía A mar adentro, Suspiro y Lo que más quieras, así como Juego y Tonada en cuarto menguante, esta última tema central de una obra de teatro protagonizada por ella, quien también ha incursionado en la actuación.
Gretell se pasea con amplitud por disímiles géneros musicales. No solo se concentra en los ritmos criollos, incursiona en otros foráneos como el funk, bossa nova, pop-rock, reggae…, que al decir de la artista, «si lo hacen cubanos, también puede considerarse música cubana ».
Si grato resulta escuchar a Gretell Barreiro a través de un disco, la radio o reproductora de música, más aún deleitante es apreciarla en vivo. No hay plasticidad ni máscaras en su presentación; entrega todo de sí hasta conectarse con el público de manera casi familiar, transparente, entrañable.
Ojalá regrese pronto por estos rincones del centro de la isla, para poder disfrutar de una artista que ha emprendido con buen paso el camino de la buena música cubana, tan necesaria en estos tiempos.