Los integrantes del proyecto artístico colectivo Dentro del Juego. (Foto: Cortesía del grupo)
Francisnet Díaz Rondón
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12 Agosto 2017
12 Agosto 2017
hace 7 años
Nada se logra con los brazos cruzados, ni se llega a la cima ni a ninguna parte parado en el mismo lugar. Tal aseveración la han asumido como una actitud ante la vida los integrantes del proyecto artístico colectivo Dentro del Juego, quienes por sus propios medios buscan espacios para mostrar sus creaciones al público, reflexionar sobre el arte contemporáneo y llamar al diálogo franco sobre la realidad de las artes visuales en la Cuba de hoy.
En esta segunda edición el arte audiovisual tomó protagonismo, aunque otras técnicas como la fotografía, el dibujo y la instalación recrean la muestra «Espacio posible », inaugurada en el Centro Provincial de Artes Visuales (CPAV) con una masiva asistencia de público. Allí, veintitrés creadores del proyecto expresan sus inquietudes artísticas sin ningún otro compromiso que no sea el arte mismo y sin mentalidad mercantil.
Con propuestas novedosas desde el punto de vista curatorial, sugerentes iniciativas de interrelación con los espectadores, y un consciente uso de las relaciones públicas y la divulgación (muchas veces subestimadas por algunos creadores), los muchachos de Dentro del Juego han demostrado cuánto se puede hacer por y para el arte, a pesar de los obstáculos o problemas ya conocidos para desarrollar una propuesta artística.
En diáfana conversación con Omar Enrique Tirado y Yoelvis Chio Consuegra, fundadores del grupo, manifestaron agradecimiento al Centro Provincial de Artes Visuales y a su director, Omar Rubio López, por el apoyo brindado.
«El respaldo del CPAV ha sido muy importante, nos han ayudado en todo lo que nos hizo falta y estaba a su alcance. Nuestra filosofía radica en que no debemos esperar por que las instituciones vengan a nosotros, sino ir a ellas, tocar puertas y gestionarnos las exposiciones o cualquier actividad », manifiesta Omar Enrique.
Al respecto, Chio argumenta que el artista tiene que romper la inercia y poner los pies sobre la tierra en lo referente a promocionar, divulgar y exponer sus creaciones por sí mismos, e incluso, ser partícipes activos de la curaduría y el montaje.
«Nosotros no somos creadores pasivos, sino protagonistas de las iniciativas. Si hay que subir una escalera, pintar paredes, colocar luces o buscar los soportes para las obras, pues lo hacemos sin complejos ni aires de superioridad. Lo importante es no detenerse ni quedarnos estancados en nuestras casas por el simple hecho de esperar porque las instituciones o alguien decida buscarnos », manifestó.
De esta manera, los muchachos de Dentro del Juego que aclararon que el proyecto está abierto para creadores de todas las edades, pero con una propuesta sincera y dispuestos al diálogo han ido hallando nuevas formas de gestión, con la idea de sumar a todo aquel que desee ayudar, para así a proyectarse desde Santa Clara hacia todas partes.
«Decimos que nosotros vamos de la protesta a la propuesta, o sea, la cuestión no es quejarse de la escasez de materiales e implementos para trabajar, o de la falta de espacios para exponer. Con cada gestión y acción vamos creando terreno fértil para nuestras creaciones, ideas y proyectos. Pero eso se logra haciendo e impulsando las cosas », expresa Omar Enrique.
Ambos creadores no concuerdan con la opinión de que en Villa Clara no se desarrolle o exponga más el arte contemporáneo porque los artistas se han decidido por la comercialización, sobre todo en la cayería norte. Para ellos, la cuestión radica en que el artista debe luchar por sacar su arte a la luz, con sus propios esfuerzos, sobreponiéndose a los obstáculos, aunque no ignoran que vender una obra es necesario. Pero ni el arte, ni el artista, deben arrodillarse ante el mercado.
Dentro del Juego deviene un ejemplo para el quehacer del arte contemporáneo en Villa Clara y en Cuba, más allá de los discursos artísticos. Demuestra cómo el creador ha de hacer su propio camino solo con sus pasos, sus manos y el corazón.