Poniéndola Buena que sale al aire por las ondas de la «W » de lunes a viernes de 1:30 a 3:00 p.m., viene sumando adeptos desde su salida al aire hace tres veranos. Su directora Yelena Pérez le ha puesto alma y corazón a un espacio que rompe esquemas.
«El programa surgió para “refrescar†la parrilla y, de alguna manera, hacer algo diferente. Siempre pensamos en la interacción con los oyentes, tratando de hacer un producto comunicativo auténtico. Que no solo los receptores pudieran interactuar con el espacio vía telefónica, sino llegar a los centros culturales y recreativos del territorio, a las bases de Campismo y a los lugares donde las personas se divierten en vacaciones », manifestó.
El propio colectivo de Poniéndola Buena propone ideas novedosas que dinamizan el espacio, a pesar de los obstáculos que puedan presentarse. Además, cuentan con una «motorina » que recorre el territorio villaclareño, y también con el apoyo de instituciones como El Bosque de Artex, Palmares y la Casa del Chocolate, de Comercio y Gastronomía.
Poniéndola Buena trata de mantener la preferencia de su público con secciones de participación, mientras la química entre los locutores Elaine Guimarais y Vladimir Hernández entusiasma a los receptores a seguir «pegados a la radio ». En el espacio también se habla de las tradiciones villaclareñas a través de la historiadora Geidy íguila.
Para ambos conductores el colectivo es exigente y dinámico, el cual mantiene un lenguaje coloquial para abordar los más disímiles temas con conocimiento y profundidad. Pretenden ser comunicativos con los oyentes para salir de la formalidad con el respeto necesario que la audiencia merece.
La agilidad del sonidista Geraldo Benavidez y el diseño sonoro de Duniel Pérez hacen un complemento atractivo para logar un producto comunicativo eficaz.
Quizás esa manera propia de comunicar en horario vespertino, con el intenso calor, logra hacer que con Poniéndola Buena, la radio tome otra dimensión y los oyentes lo mantengan en su preferencia.