Las palabras le salen disparadas, como balas incendiarias. Con la mano izquierda marca sin descanso el ritmo; en la derecha, el micrófono amplifica cada palabra proferida contra el racismo, la traición, la discriminación, la intolerancia… o a favor del amor, la amistad, las relaciones sociales.
Abdel Asís González Alfonso es su nombre de pila; El Tanque, su «bautizo de guerra ». Considerado uno de los raperos más sobresalientes en el ámbito de la música urbana villaclareña y cubana, el joven mostró valía en la recién concluida cuarta edición del evento de hip hop Potaje Urbano, en la ciudad de Matanzas.
Allí el santaclareño salió vencedor gracias, según el jurado, a «sus improvisaciones y fuerza interpretativa », lo cual le otorgó un boleto para representar a nuestro país en la final internacional de Red Bull Batalla de los Gallos, con cita en tierra azteca, el próximo 3 de diciembre.
«Esta victoria es el resultado de muchos años de trabajo y representa una oportunidad para demostrar todo lo que puedo ofrecer como artista. Viajaré a México para poner en alto el nombre del hip hop cubano », dijo Abdel a los medios de prensa luego de obtener el premio.
Vanguardia se acercó al carismático improvisador para conocer sus ideas e inquietudes como defensor del género.
¿Cómo llegaste al rap?
Desde muy pequeño. Mi hermana fue quien más me influenció, porque a finales de los 90 hubo una furia de escuchar rap y de vestir al estilo de la cultura hip hop. La gente se pasaba los casetes, y yo oía mucho a Vico C, Orishas, a raperos de Puerto Rico, Venezuela y México. Luego, ya en el Servicio Militar, aprovechaba los momentos libres para improvisar. Los amigos me pedían que escribiera las letras y comencé a hacerlo, aunque no tenía backgrounds. Salieron los temas, como el dedicado a Santa Clara, y otros.
¿Cómo ves el rap cubano actualmente?
Creo que goza de una salud espléndida. Ha tomado auge a raíz de la fiebre de la música underground, la canción protesta, la crítica social fuerte y comprometida. Nos hemos dado a la tarea de hacer buena música, de decir lo que pensamos, y aprovechar los espacios y los momentos precisos para expresarnos.
Algo que afecta a los artistas «del interior » es el regionalismo ¿Sucede con el rap?
Pieso que no. Existía la creencia de que el género solo se cultivaba en La Habana. No es así. En la misma capital se perdieron peñas, disminuyeron las figuras más sobresalientes por buscar otros caminos. En Santa Clara ha ido creciendo, y a nivel de país es una potencia. Hay muchísimo talento, gente haciendo cosas buenas, con diferentes modalidades, nadie se parece a nadie. Hemos sabido adaptarnos a las nuevas corrientes respetando las pautas y los códigos del hip hop.
¿Crees que aún existen prejuicios en la sociedad y en los medios de comunicación con respecto al rap?
Sí. Los medios de comunicación más bien tienen desinformación y un cliché sobre el género. Eso pasa en muchas partes del mundo, no solo en Cuba. He estado en plazas de otras provincias y el público ha asumido mi propuesta con respeto, pues soy de los que digo las cosas en su momento. Siguen mucho el rap santaclareño, que no se parece a ningún otro en el país.
En Santa Clara hay varios raperos talentosos y a las peñas acuden muchos jóvenes, y ello muestra el valor del género.
Existen muchos talentos que aún no son profesionales. Varios llevan años cultivando el género, como Tito Corona, Chico Pro, ambos con más de 15 años de trabajo. Aquí los hay excelentes, con buena letra, lírica, texto, contenido. Y el objetivo de nuestras peñas radica en ampliar el panorama artístico, sumar nuevos talentos y tener más espacio para mostrar nuestras inquietudes y seguir cultivando el rap, que es nuestra esencia.