El arte de cerrar heridas

La brigada artí­stica Sergio Corrieri de Villa Clara ha llevado alegrí­a a los pobladores de las comunidades más golpeadas por el huracán Irma.

Compartir

Trovadora Yaíma Orozco, integrante de la brigada artística que recorre zonas afectadas por el huracán Irma en Villa Clara.
La trovadora Yaíma Orozco, una de las integrantes de la brigada que lleva el arte a zonas afectadas por el huracán Irma. (Foto: Francisnet Díaz Rondón)
Francisnet Dí­az Rondón
Francisnet Dí­az Rondón
2031
17 Septiembre 2017

Cuando las guaguas se adentraron en las desoladas calles, la curiosidad, mezclada con cierta desesperanza, se apreciaba en los ojos de muchos lugareños. « ¿Quiénes serán esa gente? », preguntaban algunos sin apartar la vista de los ómnibus que llevaban la enseña nacional.

En comunidades de Caibarién, Sagua la Grande, El Santo, Nazábal, Quemado de Gí¼ines, Vueltas… la desazón por tanta pérdida a causa de la furia del huracán Irma podí­a palparse nada más asomar en aquellos parajes, pero como un rayo de luz los visitantes llegaron para aliviar el dolor.

Niños de comunidades afectadas por huracán Irma disfrutan presentación de brigada artí­stica.
La alegrí­a de los niños es el mejor resultado de esta iniciativa de los artitas villaclareños. (Foto: Francisnet Dí­az Rondón)

Un niño se acerca cautelosamente. Trata de descubrir quiénes le sonrí­en al bajar del ómnibus. Devuelve la sonrisa y corre a buscar al resto de la pandilla.

Los miembros de la brigada artí­stica Sergio Corrieri, de Villa Clara, se sobrecogen ante los pobladores, que perdieron casi todo e, incluso, el techo de sus hogares, pero aun así­ tienen la disposición para levantarse y seguir adelante.

Brigada artí­stica Sergio Corrieri actúa en zonas afectadas por huracán Irma en Villa Clara.
(Foto: Bertha Guevara)
Brigada artí­stica Sergio Corrieri recorre comunidades afectadas por huracán Irma en Villa Clara.
(Foto: Francisnet Dí­az Rondón)
 

Los rostros mostraban poco entusiasmo, aunque les sorprendió la llegada de músicos, actores, payasos y magos luego de la desgracia. Una anciana con bastón se sentó frente al improvisado escenario, otros se acomodaron como pudieron, a la expectativa de lo que aquellos cultivadores del arte les proponí­an.

«Sabemos que están pasando por un momento muy difí­cil, pero estamos aquí­ para compartir con ustedes un poco de alegrí­a y solidaridad. Un grupo de artistas hemos venido a brindarles nuestro arte y afecto », expresaba Ramón Silverio a los espectadores.

Las guitarras comenzaron a afinar y despertaron aún más la curiosidad colectiva. Al instante, Juan Campos y su Grupo irrumpieron con el Son de la loma, de Matamoros, y como por arte de magia los desgastados ánimos comenzaron a revivir.

Niños y mayores olvidaron por unos minutos el temor provocado por los vientos y el agua, y se deleitaron con el payaso Caramelo (Wilfredo Rodrí­guez), la payasita Primavera (Idania Garcí­a) y el actor Nelson íguila, del Grupo Teatro Mejunje; los grupos Dripy y Alánimo, Javier & Raquel y su Magic Show, Yaser Gómez; los trovadores Leonardo Garcí­a, Alain Garrido, Yaí­ma Orozco, Yordan Romero y Rogelio Rosales, y las agrupaciones Son Aché, Elizabeth y Razones, Los Charros del Centro, Los Safaris, Orquesta de Cámara Rubén Urribarres y el trí­o Las Tres Joyas.

La risa y la música dejaron atrás por unas horas casas dañadas, árboles derribados, destrozos por doquier. Las heridas aún duelen y tardarán en sanar. Mas, el humano gesto de aliviar el dolor de muchos demuestra que los vientos huracanados pueden destruirlo todo, menos el corazón.

Comentar