Guerrilleros de la cultura

La entrevista a los escritores panameños Moisés Pascual y Katia Malo, quienes a pesar del huracán «Irma» vinieron a ofrecer su arte.

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Los escritores panameños Moisés Pascual y Katia Malo
Los escritores panameños Moisés Pascual y Katia Malo. (Foto: Tomada de Internet).
Yinet Jiménez Hernández
Yinet Jiménez Hernández
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26 Septiembre 2017

La entrevista a los escritores panameños Moisés Pascual y Katia Malo, en el marco de la Semana de Literatura Latinoamericana en Santa Clara, no ha resultado ser una plática guiada por estrictas interrogaciones, sino una larga peña de intereses literarios, entre hermanos de dos pueblos amigos. El uno, poeta, narrador, periodista, educador, promotor cultural y pintor autodidacta. La otra, una suerte de encarnado misterio entre su profesión de contadora y la literatura.  

¿Cómo conocieron Moisés y Katia a los jóvenes de la Asociación Hermanos Saí­z (AHS)?

Moisés: Por Sergio, en el Festival de Medellí­n en 2013, hace cuatro años… Allí­ estaba, en medio de tanta gente, Sergio Garcí­a y Legna Rodrí­guez. Nos hicimos amigos de ellos. íbamos a comer juntos, hicimos como un bonche, ¿no? Quedaron en invitarnos a venir a Santa Clara a compartir… Y pasó…

¿Habí­an venido a Cuba anteriormente?

Moisés: Yo habí­a venido en el año 1984, invitado por Casa de las Américas.

Entonces, usted es un viejo amigo.

Moisés: Sí­, ya soy un viejo amigo de Cuba. Formo parte de esa gente que está vinculada a Cuba por Caimán Barbudo, la Revista Casa de las Américas…

Katia: «Y yo las dos veces que he venido ha sido por invitación de la Asociación ».

Moisés intenta demostrarnos, con chistes y frases a la cubana, que conoce verdaderamente nuestro terruño. Amenaza con aumentar los costos de su viaje con una buena tanda de bucaneros. También lamenta haber perdido tres botellas de buen ron panameño para reemplazar «el alcohol al 100% que venden por aquí­ ». Los cuentos van y vienen, pero regresa cí­clicamente al motivo de la literatura.

¿Existe en Panamá alguna institución de jóvenes apoyada por el estado para la difusión de la creación literaria?

Katia: Felicito a los organizadores, porque nosotros queremos tener en nuestro paí­s una organización así­. No la tenemos. De hecho, ha mejorado algo en los últimos tiempos. Por ejemplo, el año pasado no tení­amos talleres. El Instituto Nacional de Cultura está promoviendo talleres para que la gente pueda tomar gratuitamente clases de poesí­a. Normalmente no eran gratis. Un amigo de nosotros, que es Premio Nacional de Poesí­a, es quien está llevando adelante el curso… Pero es algo muy novedoso.  

Moisés: «No soy parte de ninguna institución social. Adónde voy es porque me lo pago yo, porque yo quiero ir. El Instituto Nacional de Cultura, es el garante para promover la cultura en Panamá. Tiene muchas limitaciones de presupuesto, burocracia, etc. Es que yo llevo diez años diciendo que estoy siendo invitado a Cuba, que estoy siendo invitado a Puerto Rico… no es Moisés Pascual el que viaja, es que yo estoy representando a mi paí­s, Panamá, y mando una carta solicitando que me paguen el boleto de avión, y hasta hoy, nunca en la vida me han financiado un viaje ».

Cuenta mucho el poeta de cómo es la polí­tica cultural del gobierno panameño, de su insatisfacción con el financiamiento a los jóvenes y veteranos escritores del paí­s. Katia glosa entre las cortas pausas. Moisés apoya o disiente con mil y un argumentos. Es realmente una entrevista impredecible.

¿Por qué no posponer el viaje para diciembre, debido al huracán «Irma », como lo hicieron parte de los invitados al festival de literatura?

Moisés: Llegó un momento que perdimos las comunicaciones con Cuba. No sabí­amos si vení­amos o no, porque ya tení­amos los boletos comprados. La opción que nos daba la aerolí­nea era que por la situación podí­amos escoger el mes de nuestros boletos. Yo le dije a Katia, que yo a Cuba voy, con encuentro o sin encuentro, solo para demostrar la solidaridad que como parte del pueblo panameño estoy con Cuba. Si a mí­ me mandan en donde están los refugiados por el huracán yo estarí­a en primera fila, yo soy un guerrillero de la cultura.

Katia: «Para nosotros es un honor que nos hayan invitado y más en esta situación sabiendo las dificultades ».  

¿Cuáles son las propuestas literarias que traes a Cuba en esta ocasión?

Katia: Son dos. Los libros son Cruz alta/Cruz baja y veinte años después, Vuelve ya el otoño. El resto está en proyectos. Y no me gusta hablar de ellos… porque son solo proyectos.

«Son libros de cuentos, o más bien yo los considero crónicas. Pero mis crí­ticos lo leen como cuentos. ¿Y ya ves? Incluyo también en dichos libros algunos pedazos de canciones mí­as… porque he escrito letra de canciones para niños y adultos ».

¿Cuál es el tema más recurrente en tu literatura?

Katia: Yo vuelvo sobre el tema de la relación de la madre responsable que cuida a la familia. Pertenezco a un grupo de mujeres muy centradas, muy promujer. Tengo bien concebido la misión de la mujer de llevar bien adelante su familia y de ser sumamente responsable de la crianza de los hijos… Por ejemplo, yo hace veinte años escribí­ â€œNo podí­a jugar”, y hoy, nuevamente en Vuelve el otoño, hablo de esa misma mujer responsable por sus hijos. Tal vez a este ahora le admito confesar ciertas debilidades humanas como sentir mariposas en el estómago… Pero ello no significa que apoye al machismo. No quiero ser nunca malinterpretada por una feminista.

¿Dónde podemos leer tu obra?

Dejaré un ejemplar de cada libro en la Biblioteca del Obispado. Allí­ podrán acceder a ellos.  

Moisés Pascual, “el poeta es una representación de la libertad”

¿Cuántos libros ha publicado Moisés Pascual?

Bueno, mi primer libro fue en el año 1975 y no quiero ni recordarlo… Por eso le digo a los jóvenes que no se apuren en publicar, que tiempo hay de sobra. El resto, ocho o nueve, no recuerdo…  

¿Cuál es la misión del poeta en estos tiempos?

Si no fuera por la palabra escrita el conocimiento humano no hubiera llegado hasta hoy. El poeta tiene la misión de mantener viva la palabra. El poeta es una representación de la libertad… Cada dí­a es más difí­cil la acción. El poeta es un necio, es un terco pero es libre y ese derecho nadie puede quitármelo. Hablo por la gente, por los otros, pero también por nosotros mismos. Hablo por todo aquel que no puede hablar. Los poetas son traductores del pueblo, aunque en ocasiones somos un poco oscuros.

¿Cree usted que la poesí­a está muriendo?

Creo que no a pesar de que la poesí­a no sea tan popular como los otros géneros. Hay lectores secretos de poesí­a y gente que escribe poesí­a hermosa. Hay en Internet un montón de escritores que escriben poesí­a mala, sin calidad y hay también gente que escribe mu buena poesí­a. Y hay gente que sigue creyendo por amor en la poesí­a.

¿Cuáles son las lecturas que han marcado sus concepciones poéticas?

Bueno, hay muchas que agregar. Pudiéramos estar hablando todo el dí­a. Primero tengo que decir que además de ser poeta enseño literatura. Esa es una buena ventaja. Sófocles y Edipo Rey… José Martí­, Pablo Neruda, Vallejo…, Kafka, Albert Camus, El extranjero, Biografí­a de un cimarrón, no sé cómo no descubrí­ a Barnet antes…

Defí­name en tres palabras el movimiento literario santaclareño.

Deja ver si puedo concretar… Nuevo, diverso, revelador, cocinero de una nueva poesí­a… con gran espí­ritu de búsqueda… y sobre todo, con libertad. Mucha libertad. Trata de sintetizar tú.

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