El Presidente cubano Miguel Díaz-Canel insistió en ver la economía como una batalla fundamental de la Revolución, durante la clausura del 8vo. Congreso de la Asociación de Economistas de Cuba.
«El fin del bloqueo no depende de nosotros, pero sí trabajar con inteligencia, esfuerzo y creatividad colectiva. Junto a la defensa del país, la economía es la batalla fundamental de la Revolución, por tanto debemos emplear nuestros conocimientos para hacerla próspera y sostenible », afirmó el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la clausura del 8vo. Congreso de la Asociación de Economistas de Cuba.
El Presidente cubano aseguró que el país necesita de sus economistas para aplicar con éxito la decisión, anunciada por el Ministro de Economía en el Congreso, de que sean los trabajadores quienes, a partir del año próximo, elaboren los planes económicos de sus empresas.
«Para ser efectiva esta medida, reclamada durante años, es necesario un cambio de mentalidad. Saltar al nuevo momento y saber que ya el Plan no llegará desde arriba. Se trata de una medida audaz y revolucionaria que exige objetividad, realismo y conciencia », subrayó.
«Necesitamos a los profesionales del sector participando activamente en la conformación de los planes para el próximo año en empresas y territorios, aportando a la preparación de los presidentes de los consejos populares y otros funcionarios a nivel local, entrenando a cooperativistas y trabajadores por cuenta propia, apoyando a los Gobiernos en proyectos de desarrollo local », comentó el Presidente.
Díaz-Canel enumeró entre los problemas económicos del país: la corrupción y las ilegalidades, el poco nivel de ahorro, el endeudamiento, los insuficientes ingresos por exportaciones, las deudas por cobrar y el predominio de una mentalidad importadora que atenta contra la iniciativa y la creatividad.
Añadió que la única manera de eliminar esta situación es generando una actitud más proactiva, inteligente y concreta de los dirigentes, convocados a impulsar soluciones seguras y específicas, y a reforzar las estructuras y los equipos de dirección y gestión económica.
Insistió en la importancia de lograr encadenamientos productivos, fortalecer el sector estatal, desarrollar la inversión extrajera y la creación de empresas mixtas; así como organizar el sector privado, sin trabar o frenar su desempeño.
«Cuando decimos que somos Cuba y somos continuidad no expresamos una consigna vacía, sino que afirmamos el compromiso de buscar, desarrollar y aplicar cuanta iniciativa genere el pueblo, para destrabar los obstáculos, que algunos suelen llamar el bloqueo interno ».
El mandatario explicó que a pesar de los obstáculos externos, el intervencionismo y la crisis ética, los esfuerzos no son inútiles. «Despojémonos de la inercia, la falta de sensibilidad y la chapucería. Son tiempos de lucha, pero también de conquista. La belleza del aporte se encuentra en el tamaño de los desafíos ».