Proteger del contagio con la COVID-19 a nuestros niños, adolescentes, embarazadas y otros grupos vulnerables es responsabilidad de todos, del Gobierno y del personal médico, pero lo es, en primer lugar, de la familia cubana.
Ante el considerable incremento que se ha producido en el diagnóstico de pacientes dentro de esos grupos -sobre todo de de niños y adolescentes-, en las jornadas transcurridas del 2021, el grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus, encabezado por el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, insistió este lunes en la urgencia de mantener en casa a los más pequeños y no exponerlos innecesariamente a los riesgos que entraña tan peligrosa enfermedad.
Hasta el pasado 31 de enero, las cifras daban cuenta, por ejemplo, de 2882 menores de edad diagnosticados con el SARS-CoV-2 en Cuba, de los cuales alrededor de 1 600 enfermaron en el primer mes del año. En febrero, lamentablemente, los números continúan en ascenso.
Solo este lunes, detalló el ministro de Salud Pública, José íngel Portal Miranda, de los 653 casos positivos que se reportaron, el 14,2 % correspondió a menores de 20 años.
En edades pediátricas, acotó, se mantenían confirmados con la enfermedad 709 pacientes. De ellos una adolescente se reportaba de grave, aunque con una evolución favorable de su estado de salud.
Un total de 40 gestantes y seis puérperas, abundó, se mantenían como casos activos; todas con una evolución favorable.
De manera general, explicó Portal Miranda, estaban ingresadas 5595 personas contagiadas, 68 de las cuales se encontraban en estado crítico o grave. Como un aspecto favorable, destacó que se concedieron 855 altas médicas, cifra superior a los contagios informados.
Si bien al cierre del domingo se constató un ligero decrecimiento de casos positivos respecto a días anteriores, la situación epidemiológica del país continúa siendo compleja.
En tal sentido, durante la reunión del grupo temporal dirigida por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y en la cual participaron también el segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura, y el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, se analizaron minuciosamente, entre otras cuestiones, las relacionadas con el balance entre altas médicas e ingresos; la cantidad de personas positivas a la COVID-19 que se encuentran hospitalizadas; la identificación de la fuente de infección de los confirmados en el menor tiempo posible; así como las capacidades para la atención y aislamiento, no solo de los enfermos, sino también de contactos y sospechosos.
Desde Guantánamo, provincia que con 264,62 reporta la mayor tasa de incidencia por cada 100 000 habitantes en los últimos 15 días, el gobernador, Emilio Matos Mosqueda, destacó que, teniendo en cuenta la necesidad de identificar oportunamente a quienes pudieran estar contagiados con el nuevo coronavirus, una de las principales líneas de trabajo en el territorio está encaminada a mejorar la calidad de las pesquisas e incrementar la exigencia sanitaria.
Por otro lado, con una elevada dispersión de la enfermedad, sigue siendo el territorio habanero donde se diagnostican las cifras más elevadas de contagios. Cinco mil cuatrocientas once personas fueron confirmadas con el SARS-CoV-2 en las últimas dos semanas, periodo en el que la tasa de incidencia por cada 100 000 habitantes en el territorio llegó a 253,09.
Tal realidad, afirmó el gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, conlleva una puntualización diaria de las capacidades que se han habilitado, tanto en hospitales como en centros de aislamiento, de manera que se puedan atender oportunamente los diferentes casos y proceder a su ingreso con más agilidad.
Ganar en la calidad de la encuesta epidemiológica que se realiza es uno de los retos que tiene en la actualidad la provincia de Camagí¼ey, territorio donde este lunes permanecían 46 personas a las cuales no se había podido identificar la fuente de infección.
Al respecto, la gobernadora, Yoseily Góngora López, dijo que se trabaja para incrementar la preparación de las personas que realizan esta actividad para que cada vez sea más efectiva, lo cual constituye una garantía para accionar con prontitud en las comunidades o áreas donde se identifican los pacientes.
En la jornada rindieron cuenta también las autoridades gubernamentales de Pinar del Río, Mayabeque, Matanzas, Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de ívila, y Santiago de Cuba, provincias que reportaron casos de la COVID-19 este lunes y donde continúan activadas todas las alarmas, especialmente en la última de ellas, donde en los últimos 15 días se han confirmado 1967 personas con el SARS-CoV-2.
Tras casi once meses de enfrentamiento sin descanso a la enfermedad en el país, el desafío de Cuba continúa siendo por la vida, y en pos de ello corresponde a todos actuar con responsabilidad y oportunidad para ganarle tiempo a una enfermedad que ha contagiado en el mundo a más de 106 millones de personas. (Yaima Puig Meneses)